Pablo Gonzalez

"Los movimientos de indignados del Norte cambiarán el orden mundial"


Hoy en día el "imperio del capital" gobierna el mundo. Pero se avecina un cambio de orden mundial y este vendrá de los movimientos de indignados de los países ricos del Norte porque la ciudadanía "se cansa de tanto abuso del capital", ha pronosticado el presidente de Ecuador, Rafael Correa, en una entrevista en exclusiva a RT.

Estos días se celebra en Bruselas la segunda cumbre Celac-UE, cuyo objetivo es buscar una colaboración comercial, social y ambiental más amplia entre las dos regiones. Entre los asistentes a la cita se encuentra el presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien da una importancia particular al evento.

"Siempre estos encuentros entre bloques son productivos. El mundo del futuro será un mundo de bloques, por eso América Latina tiene la obligación de consolidarse como bloque", ha destacado ante RT el mandatario ecuatoriano.

RT

Al comentar la situación geopolítica general de la actualidad, Correa ha destacado que detrás de todo siempre está el poder financiero: "El mayor imperio que existe en el mundo actualmente es el imperio del capital". 

Desde su punto de vista, es el capital el que domina la política en todas las regiones del mundo, UE, EE.UU. y América Latina incluidos.

"En el imperio del capital, el gran desafío de la sociedad del siglo XXI es la supremacía del ser humano, recuperar la supremacía del ser humano sobre el capital y de las sociedades sobre los mercados", ha destacado Correa.

A su juicio, los movimientos de indignados en Europa y EE.UU. son precisamente una protesta "frente al imperio del capital" que, a su juicio, tienen una oportunidad de acabar con él.

 "Un verdadero cambio en el orden mundial muy difícilmente vendrá del Sur, de los países pobres en vías de desarrollo. Vendrá del Norte, de los países ricos, de la ciudadanía que se canse de tanto abuso del capital", ha insistido el mandatario ecuatoriano.


En relación al continente latinoamericano, Correa ha admitido que hoy "es más vulnerable" que en la época en la que Hugo Chávez presidía Venezuela.

"El capital se ha recuperado del aturdimiento en que lo dejó la debacle del neoliberalismo y las contundentes y reiteradas victorias de gobiernos progresistas que llegaron al poder a lo largo y ancho de la región, como Chávez, Lula, Michelle Bachelet, Tabaré Vázquez y luegoPepe Mujica, Evo Morales, etc. 

Hoy están articulados con estrategia, financiados, insuflados de nuevo de su agresividad, prepotencia, arrogancia. 

Enfrentamos a un adversario mucho más consolidado, mucho más fortalecido, porque tiene recursos ilimitados, tiene el poder mediático", ha explicado el mandatario ecuatoriano.

Correa ha destacado actualmente que numerosos países latinoamericanos sufren intentos de "golpes de estado blandos". "Es calentar las calles, crear malestar, movilización permanente, violencia, crear temor en la gente, cansar a la gente, deslegitimar al gobierno", ha precisado. 

"No dan el golpe de estado no porque no quieran, es porque no pueden (…) porque tenemos un inmenso apoyo popular. Pero en cualquier momento puede ocurrir", ha advertido. 

El mandatario latinoamericano ha acentuado el papel del poder mediático en todo ello.

RT

"Todavía tienen mucha influencia medios como CNN, esa prensa mercantilista que todo lo transforma, lo manipula (…) Va cambiando con RT, con Telesur, pero falta mucho por hacer. Eso no es un gran desafío solo de Ecuador y de América Latina, sino a nivel mundial. 

Es un poder sin contrapoder, sin control social, sin regulación por parte de la sociedad. (…) En buena hora que se diversifiquen las fuentes de la información. Eso es una cosa que tanto necesita el mundo", ha asegurado.

En este sentido, el presidente de Ecuador se ha referido a la declaración de la Junta de Gobernadores de Transmisiones de EE.UU. (BBG, por sus siglas en inglés), que puso a los periodistas de RT en la misma categoría de 'grandes amenazas' que los terroristas del Estado Islámico. "Cualquier cosa es amenaza. Esa es la paranoia", ha aseverado Correa.

En cuanto al peso y perspectivas políticas de Latinoamérica en el mundo, Correa destacó que en la década de los 90 la región sufría una grave crisis no solo económica y social, sino también de "liderazgo e ideas". "En los 90 no hubo nada. 

Adoptamos pasivamente irreflexivamente e irracionalmente todo los que nos imponían desde el Norte, el consenso de Washington", ha admitido.

Desde su punto de vista, la situación está hoy cambiando: "América Latina está recuperando su autoestima. (…) Tiene presencia en el mundo, pensamiento propio. Hoy América Latina habla con la frente en alto. Otras regiones la miran (…) Falta mucho por hacer, podemos perder muchísimo, pero jamás regresaremos a ese mismo pasado".

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