En un país infectado de corrupción y pobreza la nueva princesa cobrará a partir del próximo 19 de junio unas retribuciones de más de 8.000 euros al mes, la afortunada infanta hija del rey Borbón percibirá un dinero del presupuesto del estado absolutamente desproporcionado.
Una monarquía que nadie ha elegido, que no sirve para nada más que para ganar millones y avergonzar al mundo con sus constantes escándalos, un régimen feudal donde la ocupación principal de sus miembros femeninos es parir como conejas, cada nuevo parto un nuevo sueldazo, más dinero para las arcas millonarias de una familia real que agrupa una de las mayores fortunas del planeta, desde que el ultraderechista Juan de Borbón llegó a un acuerdo con el dictador fascista y criminal de lesa humanidad, Francisco Franco, para colocar a su hijo Juan Carlos de monarca, para eternizar un franquismo que actualmente sigue vivo en cada esfera de un estado putrefacto.
Millones de niños y niñas pasan hambre en España, sobreviven bajo el umbral del empobrecimiento extremo, sufren inmensas carencias sociales en familias sin ingresos, sin nada, que mendigan cabeza gacha en comedores sociales o bancos de alimentos la comida del día.
Un país de las maravillas para todo tipo de políticos/as corruptos/as que han destruido el presente y el futuro, hipotecando el presupuesto público para los próximos cien o doscientos años, condenándonos a pagar una deuda a la mafia financiera internacional del FMI que jamás podrá abonarse del todo, generando con la excusa de la falseada austeridad o la premeditada crisis-estafa, políticas impuestas por capos delincuentes financieros y políticos con todo tipo de recortes sociales, privatizaciones, reformas laborales, desahucios a punta de pistola, de porrazos y balas de goma de una policía que hace tiempo perdió la vergüenza, que no defiende a la ciudadanía sino a la mafia que ostenta el poder político y económico.
La nueva princesa Leonor será de las niñas más ricas del planeta, no sabrá jamás que otras chiquillas de su edad pasan hambre a pocos km de sus palacios y lujosas mansiones de verano, gozará de más vergonzosos privilegios de los que ya tiene, de colegios caros pagados con la sangre y el dolor de millones de personas desempleadas, de lo que recortan de una sanidad pública destrozada, de una educación que pretende crear esclavos/as en lugar de personas formadas, con esperanza, que reconstruyan lo que la delincuencia organizada de coche oficial ha destruido.
Esta es la España que nos ofrecen, la de los privilegios, la de un derecho de pernada encubierto que pretende arrodillarnos, matarnos de hambre, de enfermedades curables, de asco por sus vergonzosas y constantes acciones donde el latrocinio marca una metodología criminal, una forma de hacer política que ya ha asesinado a miles de personas que se han quitado la vida por razones económicas en solo dos años, a cientos de miles de enfermos/as dependientes/as que han fallecido en los últimos meses por la retirada intencionada de las ayudas, a cientos de enfermos/as de hepatitis C que han muerto en menos de un año sin que el gobierno les facilitara su necesaria medicación.
Leonor comenzará a ingresar en su cuenta corriente esos más de 8.000 euros en la nómina del mes de julio, seguramente con paga extra, no tiene que hacer mucho, solo aparecer en actos públicos, en desfiles militares, en elitistas comilonas y recepciones millonarias, lucir modelitos de alta costura como luce su estirada y antipática madre, insultar constantemente a la inteligencia, a la dignidad, al progreso de la especie humana, a los derechos civiles de millones de ciudadanos/as tristes, sin nada, desesperados/as, que en toda España subsisten entre la miseria y el hambre.