EE.UU. usa una réplica secreta de instalaciones nucleares iraníes para hacer experimentos, buscando de esa forma el modo de resolver el problema nuclear de Irán. En particular, la réplica permite alterar las instalaciones iraníes para que sigan funcionando, pero sin que puedan crear un arma nuclear.
EE.UU. mantiene una réplica secreta de las instalaciones nucleares iraníes con la que busca una solución al problema del programa nuclear del país persa, informa 'The New York Times'. Algunas de las centrífugas gigantes para la réplica fueron cedidas por Libia hace más de 10 años, mientras que otras fueron construidas más tarde.
La réplica está situada en el laboratorio Oak Ridge, en el Estado de Tennessee. Paralelamente, otros laboratorios como el de Los Alamos y el de Livermore, entre otros, se esfuerzan por resolver el mismo problema.
Un problema que no solo pasa por calcular la capacidad de Irán de construir una arma nuclear, sino también por buscar cómo se pueden reconstruir y alterar las instalaciones nucleares iraníes para que éstas nunca puedan desarrollar un arma, ciñéndose a fines pacíficos.
Estas instalaciones son importantes para que las negociaciones actuales entre Irán y el sexteto de países tengan éxito, ya que el proceso buscar permitir a Irán mantener sus instalaciones.
Laboratorios secretos como el de en Oak Ridge examinan con rapidez las propuestas de solución del problema que surgen durante las conversaciones y, por lo tanto, permiten aceptar o rechazar dichas propuestas.
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