La responsabilidad del Ejército del Aire ucraniano en la tragedia del derribo al vuelo MH17, derribado sobre el Este de Ucrania, ha quedado al fin determinada.
“El primer informe de la comisión holandesa sobre la catástrofe del Boeing MH17 no ha revelado nada y no se basó en los hechos”, dijo Peter Haisenko, un experto aeronáutico.
El mismo día y en el mismo momento, a unos 300 kms de distancia del Boeinag se hallaba el avión presidencial ruso que llevaba a bordo a Vladimir Putin.
Los dos aviones tenían los mismos colores. Un testigo que es miembro del Ejército del Aire ucraniano evocó la amargura de un piloto ucraniano que llegó a la base después de la masacre del Boeing. Peter Haisenko explica en su informe publicado el 7 de Marzo esas responsabilidades.
Dos aviones de caza ucranianos
Uno o dos aviones de caza ucranianos SU-25 dispararon a varios kilómetros de distancia del Boeing de la Malaysia Airlines un misil de tipo R-60M que alcanzó el motor derecho del aparato.
“Los pilotos del vuelo MH17 no sabían lo que había ocurrido a su avión en aquel momento porque no pudieron estimar los daños”, señala Haisenko.
El Boeing redujo su velocidad. Algunos segundos dispués fuego de ametralladora proviniente de los aviones ucranianos alcanzó la cabina de mando y mató a los pilotos.
La investigación efectuada en Holanda prueba el empleo de un cañón de 30 mm de tipo Gsch-302/AO 17A del SU-25 a una distancia de 500 metros.
Aunque los pilotos hallaron la muerte por estos disparos, el Boeing continuó volando mientras descendía hacia el suelo. Varios disparos de un SU-25 fueron efectuados en ese momento hacia el otro lado del Boeing.
Estos disparos provocaron la ruptura de la carlinga del Boeing y la cabina cayó en vertical hacia el suelo.
El resto de la carlinga prosiguió su ruta hasta una distancia de 25 kms antes de estrellarse.
El personal en el suelo de la base del SU-25 describió el comportamiento extremadamente perturbado de un piloto de SU-25 después de su aterrizaje, que dijo: “Era el avión malo”.
Destruir pruebas
El Ejército ucraniano no respetó el cese el fuego alrededor de la zona donde se estrelló el avión para eliminar las pruebas.
Los investigadores holandeses hallaron los restos del misil ucraniano R-60M en los restos del Boeing. Fotos tomadas al avión muestran asimismo las huellas de los disparos de bala lanzados por un SU-25 contra la cabina de los pilotos y también en el cuerpo del capitán de la aeronave.
Poco después de la tragedia, Rusia publicó fotos de un radar que prueban la existencia de al menos un SU-25 en las proximidades del Boeing.