Rusia construirá 2 reactores nucleares en Hungría, en pleno pulso con la Unión Europea. Vladímir Putin viajará mañana a Budapest para firmar un préstamo a 30 años con el que la compañía pública Rosatom ampliará la central de Paks, la única de Hungría.
El gobierno de Viktor Orban ha cambiado la ley para evitar un concurso público y los detalles del acuerdo serán secretos durante los próximos 15 años. La oposición denuncia la opacidad de la operación y su coste: el equivalente de 10.000 millones de euros. Rusia aportará el 80% de la financiación.
El analista político, Péter Krekó, interpreta el acuerdo como parte de la guerra diplomática del Kremlin con Occidente, en particular con la Unión Europea: “ Para Putin lo más importante es enviar por el mundo el mensaje de que merece la pena ser amigo de Rusia y quizá espere también que Hungría pueda romper la Unión Europea”.
Una encuesta rápida por las calles de Budapest refleja la división que vive el país sobre este asunto: “Occidente no puede absorber nuestra industria y nuestros productos. Nos vemos obligados a abrirnos en otra dirección: esa es la política de apertura hacia el Este. Y el Este también significa Rusia”, comenta un encuestado. Otra, en cambio, le lleva la contraria: “Deberíamos abrirnos a Occidente, no a Oriente. El futuro está en Occidente”.
El corresponsal de Euronews en Budapest, Attila Magyar, analiza la reunión de mañana así: “Vladímir Putin y Viktor Orban esperan cosas distintas de la visita del presidente ruso a Budapest. El primer ministro húngaro pretende señalar que Rusia sigue siendo un país amigo. Vladímir Putin podrá mostrar que tiene un aliado dentro de la Unión Europea”.
T/ Euronews
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