Pablo Gonzalez

MUEREN AL MENOS OCHO AGENTES DE LA C.I.A. INFILTRADOS EN CHECHENIA



Si en estos momentos no estamos más que preocupados con la escalada de tensión en el este de Europa es porque, sencillamente, la censura de los medios informativos oficiales es absoluta.

 Ningún medio occidental se hizo eco la semana pasada de la información de la agencia Ria Novosti según la cual los satélites militares rusos detectaron el lanzamiento de tres misiles balísticos "extranjeros", en lo que parece a todas luces un test para medir la capacidad de detección de sus sistemas de defensa. 

El incidente fue lo suficientemente grave como para que el estado mayor ruso se retirase al búnker desde el que se gestionaría la situación en caso de guerra.

El pulso entre Rusia y los aliados de E.E.U.U. sigue desarrollándose también en los escenarios económico (con la presión coordinada contra el rublo que de rebote ha producido una bajada del precio del petróleo) y diplomático, en el que se enmarca la oferta de Putin a Turquía de suministrarle gas ruso a cambio de garantizar la neutralidad de este aliado de la OTAN en caso de guerra abierta en Ucrania.


Mientras los mass-media occidentales siguen ocultando las masacres perpetradas por el gobierno neonazi de Ucrania y culpando de la situación de crisis a Putin, la guerra de nervios a que la OTAN está sometiendo a Rusia ha experimentado esta semana un nuevo episodio, del que informa el portal Whatdoesitmean: al parecer, ocho agentes de la CIA infiltrados en Chechenia han sido abatidos en un enfrentamiento armado con las fuerzas especiales rusas.

Según fuentes de los servicios de seguridad rusos, un convoy de tres vehículos se internó en dicho territorio a lo largo de uno de las muchas rutas de contrabando de estupefacientes que existen en esta región del Cáucaso, y que sirven a la CIA para sacar del país a militantes islámicos que reclutan para acciones ilegales en Iraq, Siria y otros países musulmanes.

Los ocupantes de los vehículos se camuflaron con uniformes de la policía local y, en una de las vías de acceso a Grozny, capital de Chechenia, abrieron fuego contra los agentes de un puesto de control, matando al menos a diez de ellos.

 Ya en la capital, el hostigamiento de las fuerzas rusas forzó al comando a refugiarse en el edificio donde tiene su sede la Casa de la Prensa, situado en pleno centro.

 Allí se desarrolló un enconado asedio que elevó el balance final de víctimas mortales a cincuenta, incluidos los ocho agentes de la CIA y diez policías rusos, además de otros veintiocho heridos.


Las imágenes que acompañan esta entrada dan cuenta de la crudeza de la batalla:

(posesodegerasa)

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