El gobierno mexicano, a través de la SCT, tendrá que pagar 590 millones de pesos por revocación de contrato. Si es que el consorcio no demanda. Foto: Cuartoscuro
Ciudad de México, 11 de noviembre (SinEmbargo).– Ante la abrupta decisión presidencial de cancelar el proyecto para el desarrollo del Tren de Alta Velocidad México, dada a conocer la noche del jueves pasado por el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Gerardo Ruíz Esparza informó que el gobierno mexicano se encargará de indemnizar al consorcio China Railway Construction Corporation Limited (CRCC).
Se dice fácil. Pero se estima que el monto de resarcimiento por dicha revocación equivale al 1 por ciento de la propuesta económica que se presentó en la licitación para la construcción del ferrocarril y sólo cubrirá aquellos gastos que estén debidamente comprobados y serán no recuperables.
El director de Transporte Ferroviario y Multimodal de la SCT, Pablo Suárez, dijo para Notimex que basados en la Ley de Obras Públicas y Servicios Relacionados con las Mismas (LOPSRM), se haría el pago de la revocación del fallo que se le había otrogado a la empresa china.
De acuerdo con ella, “las dependencias y entidades que realicen la cancelación de una licitación pública […] cubrirán los gastos no recuperables que, en su caso, procedan, siempre que sean razonables, estén debidamente comprobados y se relacionen directamente con la licitación pública correspondiente”.
Debido a esto se espera que el monto de resarcimiento equivalga a una cifra de 590 millones de pesos, es decir, menos del 1 por ciento de lo que costaría la obra en general.
Este pago es el mínimo. Porque la empresa puede irse a un juicio internacional… que México suele perder.
Asimismo, la indemnización deberá incluir “costo de pasajes y hospedaje del personal que haya asistido a la visita al sitio de realización de los trabajos, a las juntas de aclaraciones, al acto de presentación y apertura de proposiciones, al acto de fallo y, en su caso, a la firma del contrato, en el supuesto de que el licitante no resida en el lugar en que se realice el procedimiento”. Incluyendo, el costo de la preparación e integración de la proposición.
Esto corresponde al pago de honorarios del personal técnico, profesional y administrativo que participó en forma directa.
También en el pago de dicha revocación a CRCC incluye “el costo de los materiales de oficina utilizados; el pago por el uso del equipo de oficina y fotocopiado, y el costo por la impresión de planos”, además de el costo de la emisión de garantías, sólo en el caso del licitante ganador. Gerardo Ruíz Esparza, días antes de hacer el anunció de la cancelación de la licitación, afirmó que la empresa china, la cual había sido la única con los requisitos en regla, ya tenía trabajando en México a 200 técnicos, lo que los llevó a invertir capital, por lo que “gastaron muchos millones de dólares que otras no hicieron”.
Por su parte la corporación de Ferrocarriles china afirmó a la agencia de noticias china Xinhua el pasado domingo que está “extremadamente sorprendida” por la decisión tomada por el gobierno mexicano de revocar el contrato del proyecto.
De igual manera, anunció que a partir de dicha decisión el consorcio chino se ha encargado de formar un equipo legal tras recibir la notificación de la decisión y se comprometió a recurrir a los medios legales para proteger sus intereses legítimos si fuera necesario, pues destacó que la compañía siguió de manera estricta los procedimientos y requisitos de la licitación pública.
“La parte mexicana asume toda la responsabilidad de revocar el negocio.
No tienen nada que ver con nuestra compañía.
Estamos observando de cerca cualquier desarrollo futuro”, declaró la CRCC al medio chino. Se ha asegurado por parte de la SCT que aunque las autoridades mexicanas aún no se reúnen con los representantes de las empresas en el país, se buscará a la brevedad un encuentro.
DECISIÓN ABRUPTA La noticia de la cancelación del proyecto con la empresa china se dio a conocer el jueves en la noche a través de un noticiero televisivo.
El titular de la SCT por órdenes del Presidente Enrique Peña Nieto, informó la revocación del fallo que tiraba por la borda una inversión de 58 mil 951.5 millones de pesos, cuyo 85 por ciento era financiado por el Eximbank de China.
Esto provocó una caída de casi el 5 por ciento en el valor de las acciones de CRCC. Se ha señalado por parte de legisladores que “era una oferta extraordinaria en costo” y que iba acompañada de un crédito muy favorable del EximBank de China, que vence el 20 de marzo y que “perderá su vigencia”.
La oferta ahora revocada, implicaba un contrato por 20 años, 2.5 años de gracia y una tasa de interés fija de 3.22 por ciento, lo que representaba para el gobierno federal un ahorro de 2 mil 767 millones de pesos. Sin embargo, a pesar de las pérdidas, el viernes pasado la empresa China Railway Construction afirmó a través de un comunicado estar listo y todavía conservar su interés en participar en la próxima licitación.
“Estaremos atentos a las fechas de la siguiente licitación que marcará la entrada de México al mundo de los trenes de alta velocidad”.
El nuevo proceso que se espera que se dé a conocer a finales del mes en curso, dará un plazo mayor para la presentación de las propuestas considerando el tiempo se haya tenido desde que se les dio a conocer de manera oficial la licitación hasta el mes de julio.
“Se decidió reponer el procedimiento dando un tiempo más amplio”, afirmó el secretario (ministro) de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, en razón de “las dudas, de las inquietudes, que han surgido en la opinión pública”.
“Se va a dar plazo mayor, ojalá ahora sí haya mayor participación”, afirmó. Pablo Suárez Coello señaló que con este cambio, se espera que el tren México-Quéretaro estará listo para entrar en operación antes de que termine el sexenio, por lo que se dará en tiempo y forma para 2017.
El tren México-Querétaro requerirá de una inversión de unos 43.000 millones de pesos (3.300 millones de dólares) para la construcción, además de 7 mil 800 millones de pesos para operación y mantenimiento. De acuerdo con el proyecto, el tren circulará a una velocidad máxima de 300 kilómetros por hora y reducirá más de la mitad el tiempo actual de traslado por carretera.
De igual manera, se espera que tenga una demanda de 27 mil pasajeros diarios durante su primer año de operaciones.
Creará aproximadamente 60 mil empleos y dejarán de circular 18 mil vehículos en la autopista, además de disminuir accidentes automovilísticos.