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El día a día en la guerra con la brigada Prizrak


Algunos de los voluntarios españoles que luchan en Donbass se han ofrecido para mostrar cómo es el día a día en la guerra a ARGIA al entender que se trata de una publicación comprometida e independiente de la versión oficial de los grandes medios de comunicación de masas.

 “Hasta ahora no hemos concedido ninguna entrevista a ningún medio, aunque nos hayan ofrecido dinero. No es nuestro estilo colaborar con los periodistas que mienten sobre Donbass. Vuestro caso es una excepción”, explica Andrés, un joven comunista de Extremadura.

Nos encontramos en ciudad obrera de Alchevsk, la segunda ciudad más grande de la República Popular de Lugansk. Es domingo y las fábricas están paradas. Visitamos el mercado, a rebosar de gente, ya que es el día del mercado en Alchevsk. Tras un par de horas de paseo, nos dirigimos al cuartel general.

“En total somos ocho españoles luchando en la brigada Prizrak. Dos acaban de llegar y otros dos están a punto de volver a España”, nos explica el comandante español. Llegamos al cuartel, donde nos dan la bienvenida los franceses Victor Lenta y Nikola Perovic. “Welcome to Novorossiya”. 

Lenta y Perovic son nacionalistas franceses, comandantes de la unidad continental, la misma en la que luchan los voluntarios españoles y serbios. 

Ambos son veteranos del ejército de Francia, que ahora les considera terroristas. “No podemos volver a Francia porque nuestro Gobierno nos impondría una pena de diez años de cárcel”. Tienen claro cuál es su objetivo: “Nuestra unidad está integrada en la brigada Prizrak, que ideológicamente es muy heterogéneo.

 Aquí te puedes encontrar nacionalistas, ultranacionalistas o comunistas, pero eso no es ningún problema. No discriminamos a nadie por su ideología, religión o raza. Nuestro enemigo es la OTAN, así que recibimos a cualquiera siempre que esté dispuesto a luchar contra el enemigo común”, afirma Victor Lenta.

Nikola Perovic es francés de origen serbio, veterano de Afganistán. “Desde entonces no quiero saber nada de los perros de la OTAN. Allí vi cómo mataban civiles y eso me abrió los ojos. 

Es increíble la impunidad que se veía allí”. Hacemos una parada para conocer al comandante de los serbios, Stevan Milosevic. En sus propias palabras “nosotros, los serbios, estamos en Novorrusia para derrotar al fascismo, al nazismo y a la OTAN, aunque tengamos que dejarnos la vida en ello”.

Los voluntarios españoles nos enseñan el cuartel. En una sala nos encontramos a un joven de Madrid preparando explosivos. Con un detonador y un explosivo plástico fabrica un artefacto explosivo. “Con esto tan simple, podemos hacer volar un tanque ucraniano”, dice. Aunque los ucranianos los consideren terroristas, dice que es un tipo normal:

 “No he dejado a mi familia, mis amigos o mi trabajo por gusto para venir a luchar a Novorrusia. Me parece muy injusto lo que hace el ejército ucraniano contra la población civil. Por eso estoy aquí”.

El día a día de los españoles que luchan en la brigada Prizrak es modesto, aunque disciplinado. “Nos levantamos a las 7:00 para ir a correr. Después de un rato de descanso y del desayuno tenemos entrenamiento táctico. 

El objetivo de la unidad es convertirse en una unidad de intervención de élite y para eso hace falta disciplina. 

Los rusos tienen poca disciplina. Además aquí el alcohol está prohibido”, bromean.

Además de los voluntarios extranjeros, voluntarios rusos y ucranianos forman la Brigada Prizrak, la más importante de Novorrusia. El nombre de la brigada, Prizrak, fantasma en ruso, se eligió para reírse del ejército ucraniano. 

“Los ucranianos no hacían más que decir que habían acabado con nuestra brigada, pero como un fantasma siempre volvía a resurgir”, dicen los milicianos entre risas. Alexei Mozgovoy es el líder y se ha convertido en referente de muchos comunistas y europeos antiimperialistas. Mozgovoy se dice comunista y una y otra vez llama a la guerra contra la oligarquía.

Hemos tenido la ocasión de conocer a otros comandantes de la brigada Prizrak: el comandante Igor “Zutochka” que es el segundo de Mozgovoy y un comandante de los cosacos ucranianos. Ambos lucharon en Slavyansk como pioneros de esta rebelión armada. Llevan el uniforme repleto de condecoraciones. “Esta la conseguí por la defensa de Slavyansk. 

Soy ucraniano y he sido miembro de las unidades de élite del ejército ucraniano, pero como comunista no puedo aceptar un golpe de Estado nazi. Por eso, ahora soy miembro de las Fuerzas Armadas de Novorrusia, dice Zatochka. El comandante cosaco también es ucraniano y ha luchado en la defensa del aeropuerto de Donetsk.

Además de los cosacos, también hay en el cuartel de la Brigada Prizrak voluntarios rusos, que han dejado Rusia para acudir a Novorrusia sin recibir compensación económica alguna. Con ellos hemos presenciado un entrenamiento militar. En un momento, el sonido de las bombas ha dejado a todos en silencio. “¿Lo habéis oído? Contad en vuestro país lo que está haciendo el ejército ucraniano en Donbass”.

Anochece y se da por terminado el día en el cuartel general de la Brigada Prizrak. Los milicianos suelen cenar y acostarse pronto, pero hoy es un día especial y los voluntarios españoles han recibido permiso para ir a una pizzería. “Mañana vamos a la frontera y hoy tenemos que celebrar que estamos juntos. Quién sabe qué pasará mañana”.

 La luz se va de pronto, dejando la ciudad en la más completa oscuridad. Salimos de la pizzería. En el cielo de Novorrusia se intuye un dron similar a los de la OTAN, así que se ha cortado la luz por motivos de seguridad. 

“Como siempre, han estropeado el momento más alegre, otra vez. Welcome to Novorossiya. Welcome to the war”. Ahora sí, el día ha terminado para los españoles que luchan en Donbass.


Tomado de:

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