Pablo Gonzalez

¿Quiénes son los oligarcas y porqué le temen a Novorossia?



Con frecuencia leemos las preguntas de los seguidores de esta página referentes a los acuerdos de Minsk y la ausencia de Igor Strelkov en el escenario de Donbass en estos momentos tan importantes.

Este artículo va a tratar de arrojar algo de luz sobre este tema, con las limitaciones evidentes de tiempo y espacio.

Los oligarcas es el nombre habitual que se da a los que representan el gran capital en el espacio pos-soviético. 

Estos tienen características distintas de sus congéneres occidentales porque nacen del colapso de la economía socialista. 

Sus inicios vienen de la corrupción de las estructuras administrativas regionales del PCUS en el ocaso del período de Brejznev.

La comercialización ilegal de los productos, bienes y materia primas "desviadas" por estas estructuras para su lucro, sólo podía realizarse con esquemas mafiosos para evadir las leyes e investigaciones.

 De ahí su alianza y fusión con el mundo criminal organizado en calidad de herramienta única que permitía el control del mercado negro y la defensa ante competidores.

Al momento de la Perestroika de Gorbachov, este proceso ya estaba muy consolidado.

 Las estructuras de clanes aprovecharon mejor que nadie las circunstancias de la perestroika, pues ya eran estructuras organizadas y jerarquizadas con presencia en todos los ámbitos de la vida social de la URSS. 

Esta tendencia se reforzó con el apoyo de Occidente en todos los sentidos, pues dinamitaba política y económicamente a la sociedad soviética. 

Resultaba obvio que era la vía más rápida y eficaz de la re- introducción capitalista y la desintegración de la URSS como Estado.

El vacío ideológico-político se rellenó rápidamente con unos nacionalismos ultra reaccionarios anteriores a la Revolución del 17. 

De esta manera se fue imponiendo el discurso que beneficiaba directamente a los "barones" regionales a finales de los 80 y comienzo de los 90, que pusieron a los títeres como Yeltsin, Kravchuk y demás para continuar con sus proyectos. 

La desintegración de la URSS llevó directamente al poder real a estos clanes y estructuras jerarquizadas - los oligarcas
.
La apropiación del gigantesco botín económico no fue para nada pacífico. En primer lugar se aplastó la legalidad soviética con tanques en la Casa Blanca (sede del parlamento) de Moscu, donde se atrincheraron los diputados elegidos democráticamente que se opusieron a la depredación y desmoronamiento. Más de 500 de ellos y sus seguidores fueron asesinados sin que en occidente se indignaran por ello.

La guerra en Chechenia la comenzó Yeltsin, no fue Putin, como se acostumbra a decir ahora. 

Las guerras por la apropiación de sectores económicos entre las distintas fuerzas oligárquicas produjeron miles de muertos en los 90, tanto en la Federación Rusa como en Ucrania. 

Ambos procesos son inseparables. 

La transición "pacífica" de la economía soviética a la economía de mercado - es una burda mentira.

Por motivo de espacio no vamos a entrar analizar la catástrofe que supuso este proceso para la población asalariada, es decir, la aplastante mayoría.

 La pérdida masiva de empleos y la evaporación del Estado Social real (sanidad, empleo, educación, cultura) fue una hecatombe.

 En 10 años de "libertad económica" la expectativa de vida de los habitantes de estos países con respecto a la URSS bajo en 8 años... dato que habla por sí mismo.

El proceso de desmoronamiento se detiene en Rusia por el consenso que logra Putin en las estructuras oligárquicas vencedoras en el "reparto" y que tenían el control de los sectores de extracción y exportación de recursos minerales y energéticos; lo que predeterminó la política económica de Rusia hasta el día de hoy. 

Este sector oligárquico se autodenomina patriótico y cobra expresión política en el partido "Rusia unida", pero es fuertemente dependiente del esquema de la economía global del neo- liberalismo occidental. 

Los oligarcas ucranianos comparten inversiones e intereses con los oligarcas rusos a ambos lados de la frontera,y sus cuentas con depósitos astronómicos se encuentran en los paraísos fiscales del occidente.

El Levantamiento del Donbass y el proyecto de Novorrossia pega en la línea de flotación del diseño económico y social tanto de la oligarquía Ucraniana como la Rusa.

 Al cuestionar todo el proceso en los últimos 23 años de restauración capitalista, el levantamiento amenaza la supervivencia de la nueva clase explotadora en su conjunto.

Por eso las manifestaciones de los liberales moscovitas pro-Kiev son permitidas en Moscú, mientras se prohíben de forma consecutivas por la alcaldía las manifestaciones de apoyo a Novorrosia.

 Por eso se retira a Strielkov y se le impide el regreso a Donbass. Por eso la Milicia es obligada a tragar el "El Plan de Paz" con el chantaje de la ayuda de Rusia. 

Los oligarcas rusos están interesados en la supervivencia de sus socios ucranianos como Ajmetov, Firtash, Taruta, Kernes y demás.

 Y a todos ellos les interesa la destrucción de la alternativa re-socializadora y anti-nacionalista de los trabajadores de Novorrosia.

En ausencia de un estructura de clase como marco organizativo (partidos u organizaciones) la milicia es hoy la fuerza aglutinante, donde milita la clase obrera en esta Guerra Civil.

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