La nueva base antimisiles en el sur de Rumanía, cuyo control ha sido trasferido a la Armada de Estados Unidos, apuntará a la península de Crimea, reincorporada a Rusia este año, opina el analista militar Serguéi Ischenko.
La base en Deveselu entrará en funcionamiento en 2015 con el complejo multifuncional de misiles antiaéreos Aegis, equipado con misiles interceptores Standard-3 (SM-3).
El coste del sistema, destinado a interceptar misiles balísticos de medio y largo alcance, será de 134 millones de dólares.
La izada de la bandera estadounidense en Deveselu la semana pasada dio comienzo a la segunda etapa de la creación del escudo antimisiles en Europa de los países de la OTAN .
Si buscamos alrededor de Rumanía, no encontraremos ningún otro país salvo Rusia que cuente con considerable potencial de misiles. Washington no tiene otros objetivos en esta zona, solo los misiles rusos
Durante la ceremonia oficial, el contralmirante John Scorby, comandante de la Armada para Europa, África y el suroeste de Asia, afirmó que "la amenaza con misiles balísticos contra EE.UU. y [sus] aliados es real y sigue agravándose", recogió el experto militar en un artículo para el portal Svpressa.
Ischenko acentuó que esas palabras reflejan que al contralmirante se le escapó un secreto militar, dado que EE.UU. ha declarado en reiteradas ocasiones que su sistema antimisiles en Europa no apunta a Rusia.
"Si buscamos alrededor de Rumanía, no encontraremos ningún otro país salvo Rusia que cuente con considerable potencial de misiles. Washington no tiene otros objetivos en esta zona, solo los misiles rusos", aseguró el experto.
Por otro lado, sostiene Ischenko, los SM-3 que se instalarán en Rumanía, con un alcance de 500 kilómetros y un techo de unos 200 kilómetros, serán incapaces de interceptar los misiles balísticos intercontinentales que teóricamente pueden despegar desde Siberia o la provincia de Sarátov, en el sur de Rusia, y volar a través del Ártico siguiendo la ruta más corta hacia EE.UU.
Ischenko acentúa que los "socios occidentales" son muy inteligentes y siguen trabajando para mejorar los misiles interceptores, que para el 2018 podrían expandir su alcance hasta 1.000 kilómetros.
Por otra parte, las Mk-41, las lanzaderas de los SM-3, son compatibles con misiles de crucero de medio alcance, por lo que Crimea, ubicado a menos de 1.000 kilómetros de Deveselu, está en la zona de impacto.
"Y, finalmente, (...) la base en Deveselu aproxima al máximo la infraestructura militar estadounidense a nuestras fronteras en el mar Negro, cuya costa está experimentando un grave conflicto político ruso-ucraniano. Cómo aprovechar las nuevas oportunidades lo decidirá exclusivamente Washington sin perder tiempo ni esfuerzo en consultas estériles con Bucarest", recalcó el experto.
El plan de despliegue del sistema de defensa antimisiles de la OTAN, aprobado en la cumbre de la Alianza en Lisboa en 2010, contemplaba su instalación en cuatro etapas antes del año 2020.
Durante la primera etapa las naves estadounidenses dotadas de Aegis y SM-3 comenzaron su presencia permanente en el mar Mediterráneo.
El alojamiento de elementos del escudo antimisiles como radares o bases de lanzamiento involucra también a Turquía y Polonia, y contempla el uso de la base militar de Rota, España, para albergar el componente naval del sistema antimisiles.
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