Los métodos para desestabilizar gobiernos que no se someten a los dictados del imperio han cambiado.
Al arsenal de medios utilizados para esos fines durante mucho tiempo, como el sicariato económico, la eliminación física de dirigentes, el golpe de Estado sangriento o la intervención militar directa; se unen ahora las llamadas revoluciones de colores, que han conducido a varios países por el camino de la destrucción y de las guerras civiles en nombre de la democracia.
Al arsenal de medios utilizados para esos fines durante mucho tiempo, como el sicariato económico, la eliminación física de dirigentes, el golpe de Estado sangriento o la intervención militar directa; se unen ahora las llamadas revoluciones de colores, que han conducido a varios países por el camino de la destrucción y de las guerras civiles en nombre de la democracia.
La antigua Yugoslavia (2000), Georgia (2003 Revolución de las Rosas), Ucrania (2004, Revolución Naranja), Kirguistán (2005 Revolución de los Tulipanes), Túnez (2010 Revolución de los Jazmines), Libia, Siria y nuevamente Ucrania.
Si se atiende con cuidado al caso ucraniano se encontrarán coincidencias con lo que ha sufrido Venezuela desde el mes de febrero de 2014.
A esto se enfrentaría el Gobierno Bolivariano, de no contar con el apoyo de la mayoría de lo mejor del pueblo venezolano para derrotar estos planes.
Así, como muestra este vídeo de La Redoma, habría sido la realidad venezolana si no hubiera sido vencida la violencia opositora.
http://canarias-semanal.org/not/13570/-que-pasaria-en-venezuela-si-triunfara-la-violencia-opositora-video-/