Las duras imágenes del ataque del 2 de junio contra la sede de la Administración regional de Lugansk ya han empezado a circular por Internet. Kiev, por su parte, hace la vista gorda, insistiendo en que no se produjo ningún ataque aéreo en la ciudad.
Según la cifra de las autoridades de la autoproclamada República Popular de Lugansk, el ataque dejó siete muertos, incluida la ministra de Salud Natalia Arjípova, y 15 heridos.
De momento, las versiones sobre lo ocurrido varían.
En un primer momento, Lugansk habló de un ataque por parte de la Fuerza Aérea de Ucrania, a la que acusó de haber usado bombas de racimo, prohibidas internacionalmente desde hace seis años.
Al profundizar en la investigación, informó haber encontrado cerca del edificio fragmentos de un cohete no guiado S-8, informa la cadena rusa Life News.
Los S-8 van destinados a eliminar maquinaria y tropas del enemigo y pueden lanzarse tanto desde el aire como desde tierra.
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Kiev, por su parte, insiste en que no se produjo ningún ataque aéreo contra Lugansk, y asegura que la causa de la tragedia fue "el manejo inadecuado de un lanzagranadas" por parte de las propias autodefensas, según el enviado de Ucrania ante la ONU, Yuri Serguéev.
Poco antes, el portavoz del centro de comando de la operación militar del Ejército ucraniano en la zona, Alexéi Dmitrashkovski, también atribuyó lo sucedido a un descuido de los grupos de resistencia durante la manipulación de armas de fuego y explosivos.
Una tercera versión de Kiev apunta a que el edificio resultó afectado por un Sistema de Defensa Aérea Portátil que pertenecía a las autodefensas y que se activó por casualidad.
Según una última versión, las autodefensas habrían intentado abatir con un Sistema de Defensa Aérea Portátil un avión, pero este habría reaccionado a las olas de calor radiadas por un aire acondicionado en una de las ventanas del edificio y el cohete cambió de rumbo.
© RIA Novosti Eugeniy Biyatov
Sin embargo, los videos grabados por la cámaras de seguridad en diferentes partes de la ciudad descartan todas las versiones del Gobierno ucraniano.
En las grabaciones se percibe un 'sendero' de fuego que dejan los proyectiles al explotar en su trayectoria hacia el edificio, lo que impide afirmar que la explosión se produjo dentro de la sede de la administración.
La escala de los daños descarta que sean resultado de un disparo ocasional por parte de las autodefensas.
Asimismo, la teoría de que podría tratarse de un Sistema de Defensa Aérea Portátil contradice las leyes básicas de física, sostienen expertos.
Incluso la portavoz del Estado de EE.UU., Jen Psaki, no se atrevió a aceptar las explicaciones de Kiev y en rueda de prensa habló de "datos contradictorios".
Para eludir manifestarse sobre la cuestión, esgrimió que el ataque acababa de tener lugar, si bien había ocurrido seis horas antes de su comparecencia.
"La versión sugerida por la parte ucraniana es completamente absurda y es un elemento de la guerra informativa contra la milicia de la región de Donbass.
Antes de ser lanzados los sistemas de defensa aérea portátil emiten una señal de que han fijado el objetivo.
En particular, el motor de un avión o de un helicóptero.
Desde el punto de vista técnico, un sistema de defensa aérea portátil no puede ser dirigido contra un edificio, pues eso contradice las leyes más básicas de la física", comentó a RT Ígor Korotchenko, analista militar y redactor jefe de la revista rusa 'La Defensa Nacional'.
ADVERTENCIA: LAS SIGUIENTES IMÁGENES PODRÍAN HERIR SU SENSIBILIDAD
"Aquellos que han planteado esta versión no tienen ni la menor idea de cómo funcionan los cohetes modernos", insiste, por su parte, el presidente de la Academia rusa de Problemas Geopolíticos, Konstantín Sivkov, detallando que los sistemas de defensa aérea del tipo 'dispara y olvida' reaccionan solo ante un cierto espectro de radiación que se corresponde al de un motor reactivo en funcionamiento.
"Un aparato de aire acondicionado no es capaz de emitir olas de calor parecidas a las de la tobera de un motor donde las temperaturas alcanzan hasta 2000 grados Celsius.
Además, los niveles de radiación de una tobera y de un aire acondicionado no pueden compararse".
Según el experto, los cohetes modernos están equipados con sistemas que les permiten distinguir entre un blanco e interferencias térmicas.
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