El brasileño Roberto Carlos no sólo marcó en 1997 uno de los mejores goles en tiro libre de la historia del futbol, la forma en que pateó el balón en aquel partido amistoso, previo a la Copa Mundial de 1998, hizo que el esférico provocara estudios científicos por la impresionante parábola que describió.
Fue la propia prensa brasileña que bautizó aquel fenómeno como "el gol que desafió a la física", y 13 años después los expertos en la materia calcularon la ecuación que hizo posible esa extraordinaria anotación que ocurrió el 2 de junio de 1997.
"Demostramos que el rumbo de una esfera que gira sobre sí misma es una espiral", detalló en septiembre de 2010 Christophe Clanet, de la Cole Polytechnique de París, que publicó su trabajo en la revista New Journal of Physics, entrevistado por la BBC.
El estudio realizado por su equipo reveló que Roberto Carlos se encontraba a 35 metros de la meta cuando golpeó el balón con su pierna izquierda, pero la gran potencia que imprimió en la patada provocó que se dibujara una curvatura en la trayectoria del balón que tomó la forma de "un caracol".
Clanet investigó el fenónemo junto a su colega David Quere, y replicaron el gol de Roberto Carlos con pelotas de plástico que tuvieran la misma densidad que el agua.
Así simularon el tiro libre bajo el agua, lo que permitió eliminar los efectos de factores como las turbulencias en el aire y la fuerza de gravedad.
Así simularon el tiro libre bajo el agua, lo que permitió eliminar los efectos de factores como las turbulencias en el aire y la fuerza de gravedad.
¿El resultado?: consiguieron ver la trayectoria de una esfera giratoria.
"En una cancha de fútbol, veríamos algo parecido a esa espiral ideal que observamos en el agua, pero se notará la influencia de la gravedad.
Sin embargo, con un golpe lo suficientemente fuerte, como el de Roberto Carlos, esa influencia se minimiza.
Si a eso se agrega un largo recorrido se ve la curva a modo de caracol que hace la pelota", concluyó el físico.
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Sin embargo, con un golpe lo suficientemente fuerte, como el de Roberto Carlos, esa influencia se minimiza.
Si a eso se agrega un largo recorrido se ve la curva a modo de caracol que hace la pelota", concluyó el físico.
