Ginebra, 1 jun (PL).- Especialistas cubanos del Grupo Empresarial de Producciones Biofarmacéuticas y Químicas Labiofam están inmersos hoy en África en el combate a la malaria, una enfermedad que causa cada año alrededor de un millón de muertes en el mundo.
Conocida también como paludismo esta es una infección provocada por parásitos del género plasmodium, que se transmiten al hombre por la picadura de un mosquito anópheles.
El trabajo del equipo de Labiofam en ese continente está dirigido al control de vectores, declaró a Prensa Latina el doctor Aramís Martínez, representante de la empresa en Nigeria, quien participó aquí en la 67 Asamblea de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
A diferencia de otras firmas que utilizan químicos, nosotros trabajamos con productos biológicos que no causan daños ni al medioambiente, ni a las personas, añadió.
El doctor informó que los biolarvicidas como el Bactivec y Griselesf han permitido una notable reducción de la transmisión de la enfermedad en los lugares donde se aplican.
Aunque la campaña es contra la malaria, estos productos controlan cualquier tipo de mosquito, entonces de manera colateral hemos eliminado también transmisores de dengue, filiariasis, encefalitis y chikungunya, dijo.
En la actualidad especialistas de Labiofam laboran en Angola, Ghana, Nigeria, Zambia, Gabón, Guinea Ecuatorial y Burkina Faso y existen posibilidades de extender el programa a otros países.
Félix Quintanar, representante para África del proyecto contra la malaria, explicó que ahí no sólo se aplica el producto, sino también se transfiere el conocimiento y la tecnología para enfrentar el mal.
Cumplimos con el principio que nos ha enseñado nuestro comandante en Jefe Fidel Castro de compartir lo que tenemos, no lo que nos sobra, afirmó.
En estos momentos se construyen tres fábricas en Nigeria, Ghana y Tanzania para la producción de biolarvicidas con el fin de suministrarlos a toda la región africana.
Estos productos utilizados para el control biológico de diferentes especies de mosquitos poseen gran efectividad y no provocan efectos adversos en la flora o fauna, ni en el hombre.
Se dispersan fácilmente en el agua de los criaderos de insectos y actúan sobre las larvas entre la primera y la tercera etapa de su desarrollo.
La labor de los especialistas de Labiofam en África es muy importante si se tiene en cuenta que el 90 por ciento de las muertes por paludismo en el mundo ocurren en ese continente y la mayoría son niños menores de cinco años.
Según el informe de 2013, publicado por la OMS, entre el año 2000 y el 2012 los fallecimientos por esa enfermedad en el mundo disminuyeron en un 42 por ciento y en el caso de los niños en 48.
Por otra parte, 59 de los 103 países con transmisión activa de la malaria en 2000 están acercándose a los Objetivos del Milenio de la ONU de reducir la tasa de incidencia de casos en 75 por ciento y de esas naciones ocho son africanas.