La semana pasada se dio a conocer que tres jóvenes fueron sacados a la fuerza de un hotel de la 33 calle, en el sitio conocido como El Polvorín de San Pedro Sula, los jóvenes fueron identificados como Óscar Eduardo Martínez Montes (18) y Wilson Fabricio Izaguirre y otro conocido únicamente como “El Chepo”, ellos salieron de sus respectivas casas de la colonia Sandoval Sorto con dirección a un restaurante.
También en el Progreso, Yoro dos hombres desconocidos a bordo de un turismo negro, se llevaron a la fuerza al joven José Edgardo Fúnez de 17 años de edad, según su madre Doña Elisa Yaneth Argueta, a su hijo se lo llevaron de una campo de fútbol ubicado en la colonia Bendeck de esta ciudad.
Entre llanto y consternación doña Elisa asegura que su hijo salió con dos muchachas, las mismas que llegaron a su casa a informar del rapto de su hijo, según la señora, las muchachas comentaron que el joven pedía no ser asesinado.
“Yo no entiendo que fue lo que paso, me siento destrozada creo que mi hijo ya no está vivo”, dijo la desesperada madre.
En nuestro país, a diario muchos jóvenes y hasta niños están siendo desaparecidos, algunos logran sobrevivir, pero en otros casos muchos son ejecutados.
El doctor Ubaldo Herrera de Casa Alianza Honduras, explica que la desaparición de jóvenes en nuestro país puede partir de varias hipótesis, entre ellas la trata de personas, o el reclutamiento de chavos en bandas criminales.
“La desaparición de un joven puede estar vinculado a diferentes razones entre ellas haber participado en un grupo anti social, jóvenes que se van de su casa para ser migrante y en el camino puede desaparecer y en el caso de las mujeres pueden ser utilizadas para la trata de personas”, expresó Herrera.
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