Vitali Tretyakov, nos explica por qué nadie va a poder conseguir que Ucrania siga existiendo dentro de sus actuales fronteras.
Svobodnaya pressa
Cómo trascurrirá el referéndum del 11 de mayoˡ en Novorrossia y ese sucedáneo de presidenciales del 25 de mayo, es algo que no sabemos.
Pero después de todo lo que ha pasado en los últimos meses en Ucrania y después de lo que ha pasado los últimos 23 años (los últimos meses representan la quintaesencia de los anteriores 22), podemos afirmar lo siguiente:
1. En sus actuales fronteras, Ucrania ya no va a seguir existiendo. Es algo totalmente descartado.
Los nazi-banderistas que tanto odian los rusos y los intelectuales de Kiev, que han caído víctimas de esa esquizofrenia antirrusa, han terminado de convertir definitivamente a Ucrania en un estado antirruso, en el que los rusos del sur y el este y los “malorrosy”, no solo NO VAN A QUERER, sino que NO VAN A PODER seguir viviendo.
Los EEUU, la OTAN, la Unión Europea, incluso aunque cubriesen al gobierno de Kiev de una lluvia de billones de euros y dólares, son incapaces de obligar a los ucranianos a dejar de ser nacionalistas y obligar a los rusos a creer en los nacionalistas ucranianos y permanecer bajo su gobierno.
La pregunta solo es, cuándo y en qué circunstancias se producirá la definitiva desintegración física de Ucrania y qué forma jurídica va a adoptar.
Lo único claro es que sea como fuere, es cosa de un futuro cercano.
2. Puesto que tanto los EEUU y la OTAN, como la UE, no quieren ver lo obvio, van a continuar (y cabe esperar que lo sigan haciendo a corto plazo) poniendo todo tipo de trabas a este proceso NATURAL. Con ello, lo único que consiguen es aumentar el número de víctimas humanas y continuar destruyendo la economía del país.
3. La mejor salida a la situación creada sería la siguiente: los EEUU retiran de Ucrania a todos sus consejeros, tanto civiles como agentes de inteligencia. Los EEUU, la OTAN y la UE, dejan de inmiscuirse por completo en unos asuntos internos de Ucrania, que para nada les competen. Por qué los norteamericanos, canadienses incluidos, continúan permanentemente entrometiéndose en los asuntos europeos y por qué los europeos lo siguen aguantando, es un problema aparte.
Con él, como con el resto de anacronismos de la guerra fría, había que haber acabado hace tiempo. La mayoría de países de América Latina, son hoy más independientes de los EEUU, que todos los países europeos (a excepción de Rusia). Es algo ridículo y vergonzoso para Europa.
4. Ningún tipo de “conversaciones entre las partes en conflicto”, ninguna “mesa redonda nacional” ayudarían ya a crear un régimen político firme y políticamente compacto en Ucrania. La causa está en el punto 1.
Esa imposición que pretende sacar adelante la UE (los EEUU apuestan directamente por un gobierno banderista en Ucrania) de no se sabe que “hojas de ruta”, “mesas redondas” y demás tipos de fórmulas tan de moda hoy, son formatos carentes de sentido en el caso ucraniano.
Si acaso, en el mejor de los casos podríamos pensar que es un modo de autoengañarse, aunque más bien se trate de un cínico intento de obligar a Novorrossia a resignarse y aceptar el gobierno de los banderistas.
Pero no lo van a lograr, ya que todos esos políticos de Ucrania reconocidos por Occidente, se han rebajado hasta unos niveles de odio zoológico tales, hacia los rusos y Rusia, que nunca aceptarán hacer concesiones relevantes al sur y este del país, y en segundo lugar, engañarán incluso en las pequeñas -que bajo la presión de Occidente-, pudiesen hacer ver que aceptan formalmente.
Traducido del ruso por Josafat S. Comín
Notas.
El artículo está escrito la víspera del referéndum. Los primeros datos de participación y los resultados de la consulta en Donetsk y Lugansk confirman lo esperado. Un 90 y 96% a favor de la independencia con una participación respectiva del 74'87% y 81%.