Sandra Bulos |
Ahora resulta que Scarlett Johansson es un callo para unos cuantos galanes -que deben de tener por costumbre salir con modelos que por lo menos han sido portada de Vogue- y que es “muy poquita cosa” para otrasmarus estupendas que sólo se reconfortan leyendo la sección ‘Aaaarg’ de la revista Cuore.
Frikis.
El cuerpo totalmente desnudo de la actriz durante una escena de Under the skin ha destapado el complejo de mr. y mrs. Universo de muchos.
“Se cae un mito”, “es una patata con cara de Scarlett Johansson”, “está gorda” y unas cuantas lindezas más sobre las que nos ilustra de forma magistral Tremending Topic.
Podría entender este ensañamiento si los comentarios que escucho/leo se cebaran con el pelo que lleva o con el argumento de la película (una extraterrestre que rapta escoceses para zampárselos en su planeta), pero no sobre su físico.
Si algo llama la atención de esta mujer es que se trata de una belleza real.
Estamos demasiado acostumbrados a considerar “normales” los cuerpos de chicas muy delgadas que tienen una delantera impresionante, preferiblemente con unas tetas que no parezcan tetas sino naranjas incrustadas, un culazo y una cintura de avispa, todo junto.
Son seres que nos rodean en la publicidad, en los medios relacionados con la moda, en la pornografía, en los programas de televisión…
Y no es algo ajeno a nosotros mismos.
Cada vez retocamos más nuestra propia imagen.
Con filtros de Instagram, con Photoshop (hay quien prefiere tener unas fotos de su boda retocadas que las reales).
Cuando nos miramos en el espejo, ¿metemos tripa, agrandamos los ojos?
Nos extraña ver ese vientre que no es cóncavo sino que tiene forma de… vientre, ese pecho natural y esa cadera que no traza una semicircunferencia perfecta dibujada con el compás del retoque digital.
La realidad es así.
Y si no lo sabéis, es que no tenéis ni puta idea de cómo es una mujer de verdad.
Una mujer real es lo contrario a esto:
Sí, es la vivita imagen de Barbie.
Puede parecer una broma, pero no lo es.
Esta tía existe, vive en Ucrania y es evidente que se le ha ido la pinza intentando emular a la muñeca de Mattel.
¿Qué os parecen esos dos globos en el pecho?
¿Ese pelo de rata que no se corta desde hace cinco años?
¿Habéis visto esas garras?
¿No os dan canguelo esos ojos de trastornada y su forma de posar?
Vivan las mujeres de verdad.