Grupos armados sirios llevan a cabo una batalla casi desesperada en Homs mientras el Ejército de Bashar al Assad ha lanzado la ofensiva más fuerte de su tipo hasta ahora para tomar el control de la ciudad, que fue conocida con el nombre de “la capital de la revolución”.
Después de casi un año de cerco, los asediados rebeldes están ya dando señales de fatiga mientras el Ejército continúa lanzando ataques con artillería contra las posiciones de aquellos en Wadi al Sayed y Bab Hud.
Según los analistas, se trata de la mayor ofensiva desde el pasado verano, cuando los militares retomaron el control de la vecindad de Jalidiya de manos de los rebeldes.
“Según algunos activistas de la oposición, muchos militantes en la ciudad están a punto de rendirse, mientras que otros quieren resistir y enviar coches bomba a zonas controlados por el gobierno.”
Estos últimos, que pertenecen en su mayoría al Frente al Nusra, vinculado a Al Qaida, impiden a los los otros rendirse o huir de las zonas de combate, dijo un activista llamado Zair Jalidiya a AP el martes.
“Esperamos la caída de la ciudad en los próximos días”, dijo el activista, que añadió el gobierno sirio quiere tomar el control de Homs antes de las elecciones presidenciales previstas para el 3 de Junio.
Algunos analistas como Charles Lister, del Brooking Institute de Doha, ha señalado que “la pérdida de Homs significaría una seria derrota para la oposición”.
El Ejército sirio está ahora dirigiendo su énfasis hacia Homs debido a su importancia estratégica en el centro de Siria. Esto se corresponde también a la estrategia militar de ir recuperando el control de todas las áreas estratégicas en el país.
Recientemente, las tropas sirias tomaron el control de la región de Qalamún, en Damasco, tras una serie de victorias consecutivas en varias ciudades como Yabrud y Rankús y otras.
Al Manar