“Para aceptar el diálogo, exigimos la libertad plena para las 2.408 personas que hoy están amedrentadas con régimen de presentación", dijo el representante de la UCAB, con el mayor de los cinismo.
Los grupos violentos, vinculados con el partido Voluntad Popular, que se han autodenominado “dirigencia estudiantil”, pero que en realidad no son más que terroristas tarifados por la derecha venezolana, están rayando en la locura.
Ahora los “estudiantes” pidieron al Gobierno libertad plena para todos los detenidos en las protestas ejecutadas por la oposición más radical, que han dejado un saldo de 41 personas fallecidas y centenares de detenidos, sin contar la zozobra que han generado en la población venezolana ¿Descaro?
“Para aceptar el diálogo, exigimos primero la libertad plena para las 2.408 personas que hoy están amedrentadas con régimen de presentación periódica ante la Justicia”, dijo el consejero universitario de la Universidad Católica Andrés Bello Francisco Fernández en una rueda de prensa, con el mayor de los cinismo.
Es el colmo: los jóvenes opositores han reclamado una ley de amnistía para los detenidos que han cometido incluso, delitos de lesa humanidad. Como eso no fue suficiente, sumaron a su lista de peticiones que sea la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) la mediadora entre el Gobierno y los mismos que han salido a masacrar a la población.
No es cuestión de azar esta exigencia, pues el último ataque “oficial” de la iglesia lo publicó la CEV luego de su reunión anual, a través de un comunicado, los jerarcas que redactaron un verdadero tratado político, que luego defendieron como un “llamado a la unión nacional”.
En ese comunicado la iglesia criticó el Plan de la Patria, que garantiza el desarrollo de la nación y que fue aprobado como ley, por la Asamblea Nacional: “Causa fundamental de la actual crisis es la pretensión del partido oficial y autoridades de la República de implantar el llamado “Plan de la Patria”, detrás del cual se esconde la promoción de un sistema de gobierno de corte totalitario, que pone en duda su perfil democrático”, reza el texto de la CEV.
Es obvio que los “estudiantes” piden la conexión con la iglesia porque es la única que se ha quedado apoyando el vandalismo. El mismo secretario de la extinta Mesa de la Unidad, Ramón Guillermo Aveledo, le ha sacado el cuerpo a los violentos. Expresó que no tiene “nada que ver” con el movimiento estudiantil opositor que ha generado hechos de violencia desde el pasado 12 de Febrero.
Estos delincuentes que se llaman “estudiantes”, pero cada vez son más repudiados por los venezolanos tienen su apoyo internacional. No es casual, que Lorent Saleh, uno de los promotores de las protestas derechistas esté relacionado con las organizaciones Neo Nazis en Colombia.
Los señalamientos están fundamentados en una investigación del periodista Gustavo Rugeles, publicada en el periódico El Espectador (21 de Julio de 2013), en la que se revela la asistencia de Saleh a un acto político organizado por el movimiento de corte fascista, Alianza Nacionalista por la Libertad y con la participación del Diego Cubillos, conocido como “El comandante” de Tercera Fuerza, una organización Neonazi que opera en Bogotá y otras ciudades de Colombia.
Lorent hace años que abandonó las aulas donde estudiaba Comercio Exterior, pero todavía se presenta como “líder estudiantil”. Aunque no se le conoce empleo, cuenta con los recursos para organizar huelgas de hambre, campañas de movilización y propaganda, series fotográficas al lado de personajes como Carmona, María Conchita Alonso y Álvaro Uribe Vélez, que detallan los múltiples viajes que realiza por Latinoamérica para tratar de aislar el Gobierno Bolivariano.
Sumado a todo este historial, Lorent y muchos otros “dirigentes estudiantiles” se apoyan en ONG financiadas por el imperio norteamericano y crean grupos como “Operación Libertad Venezuela”, que no son más que la fachada para reunir a terrorista tarifados, que se esconden bajo lemas “democráticos”.
Lo cierto, es que mientras el Gobierno y la desgastada Mesa de la Unidad Democrática (MUD) iniciaron el pasado 10 de abril una serie de reuniones acompañadas por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y el Vaticano para iniciar el diálogo, los dirigentes estudiantiles se quedan fuera de la palestra política y siguen apostando a la violencia en todas sus versiones, para huir del camino constitucional y democrático.
(LaIguana.TV)