Hasta ahora Occidente se ha negado a legitimar la decisión de Crimea de salir de Ucrania.
Sin embargo, Kosovo, que era una parte de Serbia, también se separó de su madre patria, siendo reconocida por EE.UU. y la mayoría de la UE.
Pero, ¿qué hace que un caso sea más justificable que el otro, a los ojos de la comunidad internacional?