Entre la mucha información que Edward Snowden sacó a la luz en su comparecencia sorpresa en el programa de la TV canadiense TED está su afirmación “el terrorismo es sólo un pretexto para poner en marcha la disolución de las libertades y el espionaje a gobiernos, empresas y ciudadanos.
Está comprobado: el espionaje de las telecomunicaciones no ha mejorado el nivel de seguridad, sino al contrario”.
Lo más revelador de todo es que el sangriento timo del terrorismo ha alcanzado este ser la palanca de implementación del Nuevo Orden Mundial como vuelta de tuerca final a algo evidente desde hace al menos cuatro décadas, y ese que el terrorismo obedece a hacer el trabajo sucio de los gobiernos.
Esta tesis podría ser perfectamente ejemplificada con lo sucedido en España con una ETA que se benefició de complicidades al más alto nivel para quitar de enmedio al peso pesado continuísta del régimen de Franco, que asesinó a políticos "polémicos" o que ha servido al interesado fin de desacreditar a todo el nacionalismo vasco.
El caso de Italia no ha sido diferente: allí acaban de salir a la luz las complicidades políticas en uno de los más traumáticos magnicidios ocurridos durante los "años de plomo": Un ex inspector de la Policía italiana afirma que tiene pruebas de que los servicios secretos protegieron a las Brigadas Rojas para que llevaran a cabo el secuestro del líder de la Democracia Cristiana, Aldo Moro, el 16 de marzo de 1978.
Un ex inspector de la Policía italiana afirmó ayer que tiene pruebas de que los servicios secretos "protegieron" a las Brigadas Rojas para que llevaran a cabo el secuestro del líder de la Democracia Cristiana (DC), Aldo Moro, el 16 de marzo de 1978.
El inspector Enrico Rossi, actualmente jubilado, explicó a la agencia de noticias italiana Ansa cómo investigó sobre una carta anónima que llegó a la comisaría y en la que se aseguraba que en la calle donde se produjo el ataque para secuestrar a Moro y se asesinó a los cinco miembros de su escolta había una moto con dos personas que pertenecían a los servicios secretos del país.
"En la moto Honda había dos agente de los servicios secretos. Tenían el deber de proteger a las Brigadas Rojas para que nadie les molestase. Dependían del coronel de los Servicios Secretos Militares (SISMI) Camillo Guglielmi", explicó a la agencia Rossi, cuyas declaraciones han sido recogidas por todos los medios de comunicación del país.
Rossi precisó que la carta anónima que llegó en febrero de 2011 a su mesa la escribió una de las dos personas que estaban en la moto.
Según las investigaciones, desde una moto con dos personas, que nunca fue identificada, se disparó a una persona que llegaba conduciendo otra motocicleta a la calle Fani, donde se estaba produciendo el ataque para secuestrar a Moro.
El inspector de policía logró localizar a uno de los hombres de la moto y encontró en su casa dos pistolas, pero al final las investigaciones se paralizaron y no consiguió terminarlas por la falta de autorizaciones.
Tras estas revelaciones son muchos los que han pedido abrir de nuevo las investigaciones.
El senador del Partido Demócrata (PD) Andrea Marcucci pidió la apertura de una investigación parlamentaria sobre el secuestro de Moro al considerar que "a distancia de 36 años, quizá será más fácil llegar a la verdad".
El 16 de marzo de 1978, a las 09.03 de la mañana y en tan sólo tres minutos, un comando de las Brigadas Rojas detenía el coche donde viajaba Moro y lo secuestraba tras asesinar a los cinco miembros de su escolta.
Sobre este secuestro y los 55 días que duró el cautiverio del líder de la DC hasta el trágico final, el 9 de mayo, cuando por sorpresa las Brigadas anunciaron que Moro ha sido asesinado y su cuerpo se encontraba en el maletero de un coche aparcado en una calle del centro de Roma, se han planteado numerosos interrogantes y acusaciones.
Moro fue secuestrado mientras se dirigía al Parlamento para asistir al triunfo de su acción política: la DC superaría una moción de confianza con el apoyo, por primera vez, del Partido Comunista Italiano, algo que no gustaba en muchos ambientes nacionales e internacionales.
"Tenía que morir" es el título del libro escrito por el periodista Sandro Provvisionato y el juez Fernando Imposimato y en el que los autores explican que "hubo hasta ocho ocasiones en las que se pudo liberar a Moro, pero no se hizo nada", y aseguran que "el autor material fueron las Brigadas Rojas y el autor intelectual una serie de poderes".
(Fuente: http://www.elconfidencial.com/)
http://astillasderealidad.blogspot.com/2014/03/un-ex-policia-revela-que-los-servicios.html