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La ocupación israelí de Jerusalén este, una suerte de 'limpieza étnica'


La ocupación israelí de los territorios palestinos se asemeja a una "anexión" y, en el caso concreto de Jerusalén este, a una suerte de "limpieza étnica" por los esfuerzos de Israel de "modificar su composición demográfica" en favor de sus ciudadanos, dijo hoy el relator de la ONU, Richard Falk.

"Se trata de una esfuerzo sistemático y continúo de cambiar la composición étnica de Jerusalén y hacer más difícil a los palestinos mantener su residencia", dijo hoy Falk, un jurista estadounidense que está por concluir un mandato de seis años como relator especial de la ONU sobre los derechos humanos en los territorios palestinos.

En una rueda de prensa, Falk explicó que la estrategia de Israel en Jerusalén este, sobre la que israelíes y palestinos reclaman derechos, tiene el propósito de "alentar la expansión de asentamientos israelíes ilegales" en esa zona.

Más de 11.000 palestinos "han perdido su derecho a vivir en Jerusalén desde 1996", dijo Falk, que cita datos oficiales de Israel y explica que vivir allí sin una autorización de residencia equivale a vivir en la inseguridad.

La expansión de asentamientos judíos, en general, se erige como un obstáculo central en las perspectivas de una arreglo político al histórico conflicto palestino-israelí, sobre todo si se tiene en cuenta que su ritmo se acelera, opinó Falk.

Preciso que, únicamente el año pasado, el número de asentamientos en Cisjordania se duplicó, según cifras oficiales de Israel.

El relator señaló que durante todo su mandato ha podido observar que cada vez que las negociaciones de paz se han reanudado se ha producido "una intensificación de la actividad (para la construcción) de los asentamientos y del uso excesivo de la fuerza por parte de los cuerpos de seguridad de Israel".

"Hay una relación inversa directa entre las negociaciones de paz y las realidades que cada día afrontan los palestinos", agregó.

Falk, quien durante su mandato fue blanco da varias campañas difamatorias de entidades proisraelíes, opinó que la iniciativa para reanudar las conversaciones de paz entre palestinos e israelíes parece haber sido un proyecto personal del secretario de Estado (de EEUU), John Kerry, que ha recibido "un apoyo mínimo" del presidente Barak Obama.

Sostuvo que "Israel no parece cómoda con estas negociaciones", a pesar de que, mientras duren, le sirven para acallar temporalmente las críticas.

Sin embargo, el relator consideró que este asunto ha quedado relegado en la agenda internacional debido a la atención puesta por las principales potencias en Siria, otras partes de Oriente Medio y, más recientemente, en la crisis de Ucrania y de Crimea.

Falk se mostró muy escéptico con respecto a las posibilidades de que las actuales negociaciones de paz den algún resultado positivo y consideró que parte de esto se debe a que la atención que atraen las crisis en distintas partes del mundo implican que la parte israelí "tiene poco incentivo para abandonar sus objetivos expansionistas".

Consideró que la mayor esperanza de los palestinos es el "movimiento internacional no violento", alentado por organizaciones civiles palestinas, y que se caracteriza por el boicot (comercial) y otras iniciativas relacionadas con sanciones que ganan mucho apoyo y que rememoran el movimiento contra el Apartheid en Sudáfrica.

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