La crisis ucraniana se ha convertido en el "fiasco más curativo" de los 60 años de existencia del "proyecto europeo", marcando "el fin de los sueños imperialistas de la UE", opina el columnista del diario 'The Sunday Telegraph' Christopher Booker.
Booker señala que la Unión Europea "lleva años atrayendo a Ucrania con el Acuerdo de Asociación como un paso hacia la membresía plena".
No obstante, "al acercar 'su poder suave' a las fronteras rusas, esta organización extraña orientada a la aniquilación de la identidad nacional ha chocado finalmente contra una roca del interés nacional que no se va a ceder".
Según el columnista del diario, esta situación puso a los llamados líderes occidentales en una posición lamentable.
"No saben qué hacer. Hablan tonterías sobre una Rusia 'aislada' y unas sanciones 'enfocadas'".
La canciller de Alemania, Angela Merkel, señala que el G-8, presidido ahora por Rusia, "no existe más".
Por su parte, el presidente de Francia, François Hollande, incita al Reino Unido a "aplicar sanciones contra los oligarcas rusos que han invertido 27.000 millones de libras esterlinas en Londres, al tiempo que el Reino Unido sabe que tiene 46.000 millones de libras invertidas en Rusia".
Hablando de la visita del primer ministro de Ucrania en funciones, Arseni Yatseniuk, que el viernes llegó a Bruselas para firmar la parte política del Acuerdo de Asociación con la UE, el periodista señala que "la UE estaba tan avergonzada que tuvo que celebrar la ceremonia a puerta cerrada y no ante la prensa".
"Al pobre (Yatseniuk) ni le dieron el micrófono, así que tuvo que gritar su deseo de ver a Ucrania como miembro de la UE", apunta irónico Booker.
"Con Ucrania falló la fantasía (de los europeos) sobre un creciente imperio (de la Unión Europea)", insiste el columnista.
"No obstante, no hay señales de que estos inútiles que se hacen pasar por nuestros líderes ya se estén dando cuenta de que sus ambiciones de apoderarse de Ucrania están en la línea de la crisis del euro, como un ejemplo más de que su acto colectivo de fantasía por fin choca contra un muro de realidad", resume el autor.