Glenn Ford, condenado a pena de muerte en 1983 por el asesinato de un hombre, ha sido absuelto por un tribunal de Louisiana –tras valorar nuevas informaciones que prueban su inocencia– y ha salido en libertad este martes después de pasar treinta años en el corredor de la muerte.
Finalmente, Ford ha salido de la prisión en la tarde de este martes y, en declaraciones a un medio local, ha reconocido que, pese a sentirse bien por la decisión del tribunal, tiene cierto “resentimiento” por haber pasado encerrado casi treinta años por un crimen que no cometió.
“Estamos muy contentos de ver a Glenn Ford finalmente exonerado y estamos especialmente agradecidos de que la Fiscalía y el tribunal hayan decidido, de manera decisiva, fijar su libertad”, han señalado sus abogados, Gary Clements y Aarón Novod.
Ford fue detenido en febrero de 1984 y acusado de matar a Isadore Rozeman, un joyero y relojero de 56 años.
Rozeman fue asesinado en su tienda en la ciudad de Shreveport (Louisiana) en noviembre de 1983.
La ONG Amnistía Internacional ha señalado que Ford “es una prueba de los graves errores del sistema de justicia de Estados Unidos”.
“Un hombre afroamericano condenado por un jurado formado sólo por blancos”, ha criticado la organización, que ha insistido en que seguirá trabajando para poner fin a la pena de muerte.