El 19 de febrero 2014 Obama habló para el mundo y condenó al Gobierno de Ucrania por suprimir violentamente un levantamiento de personas.
Con su cínica retórica, Obama declaró: “Sostenemos que el gobierno de Ucrania es el principal responsable de asegurarse de que se está tratando con los manifestantes pacíficos de una manera adecuada, que el pueblo ucraniano es capaz de reunirse y hablar libremente acerca de sus intereses y sin miedo a la represión.”.
Le faltó añadir que ese es justamente el derecho del que carece el pueblo estadounidense, tal vez porque reprimir a ciudadanos ciudadanos que no arrojan cócteles Molotov a la policía, que no usan armas de fuego y que solo ocupan vías públicas y no edificios gubernamentales, es un sádico placer del que no quiere privar a los psicópatas uniformados que envía para reprimirlos.
Para muestra, un botón:
http://astillasderealidad.blogspot.com/2014/02/la-hipocresia-del-nobel-de-la-paz.html