Pablo Gonzalez

La desmoralización de las fuerzas armadas


Por:Gabriel Ortiz

De un tiempo para acá, se ha venido jugando con el término “desmoralización”, para cuestionar cualquier opinión que “toque” a las Fuerzas Armadas. Según los twitter del ubérrimo, todo las golpea. 

Tal vez por ello no hemos visto los agrios pronunciamientos que llenaban las redes, sobre las chuzadas, el auxilio a los protagonistas de los falsos positivos y los negociados dentro del Ejército.

Vivir para ver. El caso Petro y la situación en Venezuela, han servido de campana neumática para ocultar el escándalo que envuelve a algunos de nuestros militares, que soezmente se refieren a la justicia que se ocupa de los falsos positivos, gordamente vistos por el anterior gobierno, que fue el que llevó a muchos a buscar premios y prerrogativas a cambio de viles asesinatos.

Queda sí, un amargo sabor sobre las chuzadas que a la luz pública permiten colegir, salieron de esas “fachadas”, al igual que las coordinadas que, irresponsablemente hizo públicas a través de su twitter, el espíritu burlón.

 Sabrá Dios, cuántas fugas de “información reservada” y violaciones de la privacidad se registran sin que nadie, por temor a la famosa “desmoralización” de las Fuerzas Armadas, denuncie. Por fortuna, nada queda oculto bajo el sol e impedirá que estos sofismas, se utilicen políticamente, en esta época electoral.

La nueva cúpula, entra con pulso firme para moralizar las cosas y dar al ejército la fortaleza necesaria para defender nuestra sociedad y los procesos de paz, reconciliación y posconflicto en que nos encontramos.

Otro caso es el que nos ocupa ahora con Venezuela. Con toda diplomacia y entereza, el Presidente Santos se refirió a ese conflicto. Llamó al diálogo y se ofreció como mediador, para encontrar una salida racional. Su deseo es defender la democracia y la paz de nuestros vecinos, pero infortunadamente opositores y áulicos, le dieron a su propuesta, una lectura idéntica a la de Maduro y sus secuaces. 

Los guerreros de aquí, quieren un enfrentamiento, como el que se trató de armar con el pendenciero temperamento anterior. Ahora estamos todos, casi todos, por la Paz.

Related Posts

Subscribe Our Newsletter