Unos 4.000 trabajadores habrán muerto cuando concluyan las obras de construcción de los estadios e instalaciones que acogerán el Mundial de Fútbol de Catar en el año 2022, según los cálculos de un estudio de la ong Comité de Coordinación para los Emigrantes Nepalíes a los que ha tenido el diario The Guardian.
Según asegura en su edición el periódico inglés, el motivo son las precarias condiciones de seguridad de los trabajadores de la construcción y que los inmigrantes nepalíes viven hacinados en alojamientos insalubres sin aire acondicionado y con sistema de alcantarillado desbordado.
Algunos de estos campamentos de inmigrantes ni siquiera tienen suministro eléctrico ni agua corriente.
De hecho, según la ong, desde el inicio de las obras ya habrían muerto un total de 400 trabajadores procedentes de Nepal. Solo el año pasado ya murieron 165 trabajadores de la construcción de ese país.
En su reportaje, publicado en el suplemento dominical, The Observer, se cuenta el caso de un joven de 23 años que oficialmente por un “infarto cardíaco repentino”, aunque las fotografías del cadáver muestran que su pecho estaba hundido, consecuencia probable de los maltratos sufridos.
El pasado mes de noviembre Amnistía Internacional publicó un informe en el que denunciaba las malas condiciones sanitarias y de seguridad para estos trabajadores, a los que en algunos casos ni siquiera se les proporcionan cascos para trabajar en las obras.
De hecho, más de un millar de trabajadores han sido ingresados por caídas en obras en el principal hospital de Doha en los últimos tres años.
Los nepalíes suponen un 20 por ciento de la población activa de Catar, país que cuenta con importantes minorías de otros países asiáticos como La India, Bangladesh, Pakistán o Sri Lanka.
