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Familiares de presos vascos califican la prohibición de la manifestación de mañana en Bilbao como "otra agresión" y reivindican su derecho a movilizarse para conseguir el acercamiento de los más de 500 reclusos

Este fin de semana, Jone Artola no irá a visitar a su hijo a la cárcel de Alicante. 

Al igual que los demás familiares de presos vascos, se quedará en Bilbao para participar en la manifestación contra la dispersión. 

Allí también estará su hermano, el ex militante de ETA Joseba Artola. 

Será su primera movilización en casi 28 años: tras haber sido uno de los reclusos más veteranos de la organización, Artola acaba de salir a la calle gracias a la anulación de la doctrina Parot.

Sin embargo, el juez de la Audiencia NacionalEloy Velasco ha echado un balde de agua fría sobre sus intenciones. 

En un auto de cuatro páginas, el magistrado ha contradicho al juez Pablo Ruz -quien un par de horas antes había considerado que no existían indicios de delito- y ha prohibido la manifestación de Tantaz Tanta bajo el argumento de que detrás está Herrira, la organización de apoyo a los presos que fue "suspendida" por la justicia en octubre de 2013.

Pese a la prohibición de Velasco, "habrá una respuesta ciudadana"

"Estamos ante otra agresión hacia un derecho cívico tan elemental como el de manifestarse", dice Jone Artola. 

Su nombre saltó a las portadas de los periódicos en agosto pasado, cuando la comisión de comparsas de Bilbao la eligió como txupinera de fiestas.

 El delegado del gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo, consiguió que la justicia anulase su designación, argumentando que se trataba de la "familiar de un terrorista" y, por consiguiente, no debía lanzar el cohete que anuncia siete días de jolgorio popular.

Tras un verano caliente, esta mujer de sesenta años lamenta la "escasa calidad democrática" del PP, aunque asegura que no todos sus votantes piensan de la misma manera. 

"Hay mucha gente de ese partido que se ha alegrado cuando ha visto a los presos (liberados por el fin de ladoctrina Parot) en casa, porque conocen a esas familias y saben el calvario que han tenido que pasar durante 30 años. 

Nos conocen a nivel personal y saben cómo somos y cómo hemos sido cuando les hemos hecho falta", afirma a Público en una cafetería de Bilbao.

Indignada por la decisión del juez Velasco, Artola cree que igualmente habrá una "respuesta ciudadana" ante lo que considera como "un nuevo ataque hacia el derecho de los presos de estar más cerca de sus familias". 

"Por más que sus partidos no lo digan, los votantes del PP, del PSE y del PNV están de acuerdo en que la dispersión es una medida de venganza que ya no tiene razón de ser. Antes tampoco, pero ahora mucho menos", sostiene. 

"Los votantes del PP, del PSE y del PNV están de acuerdo en que la dispersión no tiene sentido"

Ese "ahora" abarca las últimas medidas anunciadas por el Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK), que hace poco menos de dos semanas mostró su reconocimiento hacia el sufrimiento causado, aceptó la legalidad penitenciaria y se comprometió hasta el fondo con la decisión de ETA de apostar única y exclusivamente por las vías políticas. 

Sin embargo, el gobierno de Rajoy detuvo esta misma semana a los interlocutores del EPPK y propició el pedido de ilegalización de la manifestación del sábado, un reclamo que si bien fue formulado por la Fiscalía de la Audiencia Nacional, tuvo su origen en el despacho de Urquijo.

Cuando esta noticia llegaba a sus teléfonos móviles, los promotores de la convocatoria continuaban con los preparativos para lo que calificaban como "una de las mayores movilizaciones en la historia reciente de Euskal Herria". 

Su portavoz, Amets Martínez, está viviendo una de las semanas más agitadas de su vida: después de dedicar infinidad de horas a ruedas de prensa, entrevistas y concentraciones, ahora le toca lidiar con el auto del juez Ruz.

 "La plataforma ciudadana Tantaz Tanta tiene el único cometido de convocar esta manifestación. Nosotros no vamos a sustituir ni a suceder a ningún movimiento", advierte.

En la marcha no habrá pancarta, espacio concreto para los políticos dirigentes ni discurso finalEn cualquier caso, Martínez se muestra satisfecho con lo conseguido hasta ahora.

 "Estoy realmente impresionado por la reacción de la gente- comenta-.

 Ha quedado demostrado que hay mucha ilusión y ganas de hacer cosas".

 Por ese motivo, los organizadores habían decidido otorgar "todo el protagonismo a la ciudadanía": en la manifestación de mañana no habría pancarta, no se reservaría ningún espacio concreto para los dirigentes políticos ni se daría a conocer ningún comunicado.

 La movilización únicamente se iba a caracterizar por la representación de un gigantesco mar, compuesto por miles de gotas que serían llevadas por cada uno de los manifestantes. 

Los cartones con la gota estampada iban a venderse allí mismo y costarían un euro. 

Con el dinero recaudado, los promotores de la campaña tenían previsto cubrir los gastos contraídos durante las semanas previas.

En efecto, la manifestación de Tantaz Tanta ha estado precedida de innumerables muestras de apoyo en diferentes localidades de Euskadi. Para darle más emoción, en algunos lugares recurrieron a la conocida afición vasca por los desafíos. 

Así ocurrió en Vitoria, donde los promotores de la primera "cascada" -nombre dado a las representaciones previas a la movilización de este sábado- se plantearon el reto de doblar el número de participantes en una segunda concentración.

 "No sólo lo conseguimos -subraya Martínez-, sino que superamos ampliamente el objetivo marcado". La siguiente apuesta de los vitorianos será aportar cientos de "gotas" a la manifestación de Bilbao, y todo indica que volverán a lograrlo: ya hay 22 autobuses reservados para desplazarse desde Vitoria-Gasteiz hasta la capital vizcaína.

"Situación insostenible" 

Escoltado por un teléfono que no para de sonar, el portavoz de "Tantaz Tanta" muestra su confianza en que la "defensa de los derechos de los presos vascos" no decaerá cuando se apaguen los flashes.

 "Tras lo ocurrido esta semana, la sociedad vasca seguirá demostrando su firme intención de cerrar una época de sufrimiento y construir un nuevo tiempo de paz, en el que todos podamos vivir tranquilos", confía.

El futuro de los presos es un tema central de debate a nivel político y social en Euskadi De cara a ese "nuevo tiempo", el futuro de los presos aparece como uno de los principales temas de debate a nivel político y social en Euskadi. 

De acuerdo al último informe de Etxerat -la organización de familiares de presos vascos- actualmente hay 520 reclusos repartidos en 79 prisiones de España y Francia. 

De todos ellos, sólo seis se encuentran en cárceles del País Vasco.

En tal sentido, Jone Artola sostiene que la dispersión es un "castigo añadido" para el entorno afectivo de los encarcelados.

 "A un familiar -se queja- nadie lo ha juzgado ni condenado". 

Durante los casi 28 años que permaneció en prisión, su hermano recorrió las cárceles de media España. 

"Llegó a estar en Puerto de Santa María, en Cádiz. Cada fin de semana íbamos hasta allí para una visita de diez minutos", señala. 

Ahora le toca recorrer los 700 kilómetros que separan a Bilbao de Alicante, lugar donde su hijo cumple condena por actos de Kale Borroka. 

Su caso iba a ser uno de los tantos que se denunciarían este sábado con el "mar de gotas" que preveía inundar las calles de Bilbao.

 Como colofón a una intensa campaña, el acto iba a terminar con la canción Itsasoa gara (Somos el mar) del grupo Ken Zazpi. "Ahora que estamos aquí, en el cruce de caminos, dejemos los miedos atrás. 

Quizás no hayamos sido los mejores, pero ha sido nuestra vida.

 La canción de los siglos ha nacido; nuestra hora ha llegado", reza la pegadiza melodía que, al menos de momento, seguirá sin sonar por los altavoces de la ciudad.

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