Pablo Gonzalez

Incendio en residencia de ancianos en Quebec habría dejado 32 muertos


L'isle-Verte. Enfrentando un frío extremo y hielo de hasta 60 centímetros (dos pies) de grosor, los socorristas recuperaron hoy sábado dos cadáveres de las ruinas de un asilo de ancianos que se incendió.

Diez cuerpos de al menos 32 personas que se cree murieron han sido recuperados desde el jueves, cuando ocurrió el siniestro en el asilo y que ahora parece un macabro palacio de hielo en ruinas.

El incendio masivo arrasó con el edificio de tres pisos en L'Isle-Verte, a unos 225 kilómetros (140 millas) al noreste de Quebec.

La oficina del forense identificó el sábado a dos víctimas, Juliette Saindon, de 95 años y Marie-Laureat Dube, de 82. La identidad de una tercera persona se dará a conocer hasta el domingo.

Todavía se desconoce la causa del incendio en el asilo Residence du Havre y la policía pidió a la gente cualquier video o fotos que puedan dar pistas.

El teniente de la policía de Quebec, Guy Lapointe, se negó a confirmar las versiones de medios de comunicación de que el incendio comenzó en el cuarto de un residente que estaba fumando. Dijo que era "una de muchas hipótesis".

"Cuando uno realiza una investigación de esta magnitud, debes determinar todos los hechos y no simplemente usar uno o dos para llegar a una conclusión", explicó.

Mientras, equipos de búsqueda integrados por policías, bomberos y especialistas forenses recorrían metódicamente los escombros, pese a las bajas temperaturas de hasta -20 C (-4 F).

Marc-Henri Saindon esperaba noticias de su madre Marie-Jeanne Gagnon, a quien la faltaban cinco meses para cumplir 100 años. Ella se acababa de mudar al hogar el 31 de diciembre.

"Le encantaba estar aquí. La trataban bien y tenía amigos. Su vecina de muchos años estaba viviendo aquí también", dijo Saindon. "Estaba lúcida, conservaba bien la memoria".

El primer ministro Stephen Harper dijo que hay pocas dudas de que la cifra de muertos aumentará.

La tragedia ha provocado tal reacción en el pequeño poblado de mil 500 personas que las autoridades han enviado a sicólogos puerta por puerta.

"La aflicción es absoluta", dijo la alcaldesa Ursule Theriault.

Los testigos contaron historias escalofriantes. La mayoría de los habitantes del hogar probablemente nunca tuvo oportunidad de escapar ya que muchos tenían más de 85 años, usaban silla de ruedas o bastón y algunos padecían del mal de Alzhéimer.

Pascal Fillion dijo haber visto a algunas personas usar una escalera en un intento por rescatar a un hombre acorralado en un balcón del tercer piso. 
 
El hombre pidió auxilio hasta que se precipitó al vacío envuelto en llamas.

Un documento del Departamento de Salud de Quebec indica que la residencia, que operaba desde 1997, sólo tenía un sistema parcial de rociadores contra incendios. 
 
El hogar fue ampliado en el 2002 y los rociadores en la parte nueva del edificio activaron la alarma.

Yvan Charron, jefe de bomberos de L'Isle-Verte, dijo que sus colegas pudieron entrar en la parte del edificio que quedaba en pie pero que el resto seguía inaccesible.
 
 La ministra de Servicios Sociales de Quebec, Veronique Hivon, dijo que muchos de los bomberos voluntarios del pequeño pueblo tenían familiares en el asilo.

El incendio en el edificio de tres pisos estalló a las 12.30 de la madrugada del jueves y se propagó rápidamente.
 
 Los bomberos llegaron ocho minutos después de recibir la alarma y varios servicios de bomberos de la región fueron llamados como refuerzo, pero no pudieron evacuar completamente la instalación debido a la intensidad de las llamas.

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