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Pocas veces ha encontrado el capitalismo internacional un peón tan hábil y con tanta capacidad de encantar a las serpientes como Felipe González. 
 
Y al mismo tiempo tan dañino y nocivo para la clase obrera pues su tremenda influencia sobre las masas desbarata toda conciencia de clase y inocula una fe ciega en el capitalismo. 
 
La de que se puede reformar y la de que no hay otro sistema mejor.

La prepotencia con la que se pasean hoy por tribunas y platós de televisión estos charlatanes de feria al ver que no hay oposición firme y organizada les hace mostrar su verdadero rostro reaccionario.

En su último libro “En busca de respuestas” presentado en Sevilla esta semana (1) Felipe González hace una oda a lo que él llama la “autonomía personal significativa” y a la “empleabilidad”.

Lo primero lo resume así: “que el mayor número de gente posible fuera emprendedor de su propia vida, que decidiera sobre su propia vida, aunque fuera trabajando por cuenta ajena, si yo no estoy cuestionando eso. 
 
Pero tienen que emprenderse hacerse cargo, el mayor número, de su propia vida.”

 
 
Según este ególatra que se pone como ejemplo (“tengo autonomía personal, no dependo de nadie”) el problema es que la gente no tiene iniciativa, que los obreros nos quedamos esperando a que nos resuelvan la vida. Y lo dice él que no ha dado un palo al agua desde que empezó a militar en las Juventudes Universitarias de Acción Católica, que cobra 126500 euros al año de Gas Natural por decirle a los accionistas“que en ese lugar no hay previsibilidad en el proceso de toma de decisiones y se va a pegar una bofetada.” y que dejará el cargo “cuando acabe el periodo, que es muy aburrido”. Aunque no le faltará trabajo por cuenta ajena porque “me habrán propuesto tropocientas mil veces fuera de la frontera y dentro de la frontera participar en los consejos de administración de las grandes empresas multinacionales”. “Muchas veces” insiste, y no nos cabe ninguna duda.

Lo segundo se resume básicamente a repartir el poco empleo que deja el capitalismo a su paso, es decir, repartir miseria (que es lo que propone también Julio Anguita): “Hay que plantearse seriamente cómo se reparte el tiempo de trabajo disponible [… ]para no seguir devaluando los salarios hay que ligar los salarios a la productividad por horas de trabajo […] Si a este matrimonio de 40 y 42 años […] le dice oiga usted si su jornada fuera menor pero cobrara en función de lo que trabaja […] ¿usted estaría dispuesto a disminuir su tiempo de trabajo para que su hijo tuviera una oportunidad de tener un empleo? ”

Políticos profesionales al servicio de multimillonarios como Carlos Slim: expertos en “autonomía personal significativa”

La clarividencia de este aficionado a la metafísica fácil se desmorona en cuanto le preguntamos ¿quién va a decidir qué se produce, quién trabaja y quién no, cuántas horas y cuánto va a ganar? Tendrá que responder que el empresario porque según el mismo reconoce “el empleo lo dan los empleadores” en su “ sociedad de mercado, no en la economía de mercado, que es lo que rechazo porque lleva al totalitarismo de mercado”.

¿Nos puede decir este flautista de Hamelín cuál es la sociedad de mercado sin economía de mercado”? Afortunadamente Felipe nos alumbra al decirnos dónde está el quid de la cuestión: “Aquí no hay cultura de riesgo […] Pero es que familiarmente eso ha sido así también. Estás más dispuesto a ayudar a tu hijo para que se compre un piso que a que se monte una empresa de riesgo”

Así que nuestro gurú del inexistente término medio entre capitalismo y socialismo pone al mismo nivel el riesgo de vivir de los proletarios que no tienen nada más que sus manos y su inteligencia a ofrecer como mercancía al riesgo de los explotadores de invertir el capital que han acumulado con el trabajo colectivo de los primeros.

A Felipe a pesar de tales sandeces no le faltan bufones vividores que le adulen en sus actos públicos y que vomitan por sus bocas lo que realmente piensa él.

Es el caso del “emprendedor, hijo de empresario” Daniel Romero Abreu dueño de Thinking Heads Group, expertos en el “mercado de las ideas”, es decir, en vender humo, eso sí que es arriesgar. Tras hacer la gracia Felipe de que trabajaba a pesar de ser de Cádiz el empresario “progresista” confesaba que “lo que he hecho es echarle mucho morro a la vida Felipe”.


El emprendedor socialdemócrata Daniel Romero Abreu en plena acción vendiendo humo

Es por eso que para este emprendedor “el libro es espectacular. O sea, del capítulo 1 al 7 es bueno, el 8 brillante, y el 9 de cojones. Es un capítulo de cómo ser feliz en la vida, de qué tiene que hacer uno para ser feliz en la vida“ Desde luego que echándole el morro que le echan estos dos vividores la felicidad está garantizada.

El cinismo le lleva a este aprendiz avanzado a interpelar de la siguiente manera a su maestro refiriéndose a la gente que cobra el paro en lugar de emprender y seguir su ejemplo.
 
 “Mi pregunta es Felipe ¿qué hacemos con la gente? 
 
¿Cómo hacemos para cambiar culturalmente un país donde lo que prima a veces el más listo y no el que más aporta?”.“El más pillo, quieres decir” precisa Felipe aludiéndose posiblemente a ellos mismos.


Emprendedores que nos enseñan cómo vendernos

Se sumaba a este coro de socialdemócratas emprendedores el “conferenciante en empresa y Empleo 2.0, productividad y reputación digital” Alfonso Alcántara que reconoce ser “funcionario en excedencia de la Consejería de Empleo” y que aceptó el reto del anterior consejero Manuel Recio que “impulsó una innovación” y que “se arriesgó conmigo como asesor.”
 
 La propuesta de este Iluminado 2.0 es que “por un lado uno puede trabajar por cuenta ajena o puede buscar oportunidades […] pero el empleo 2.0 es que las oportunidades te busquen a tí generando esa marca y esa reputación digital ” Detrás de tanta palabrería lo único que hay es que los trabajadores y los parados monten un negocio y compitan entre ellos volviendo una y otra vez al principio del capitalismo.

Para este Vividor 2.0 las crisis y las miserias deben ser una oportunidad de negocio pues según él “un parado es un profesional sin clientes”.


 
 
Ante semejante retaíla de necedades un asistente entre el público que no estaba previsto en el “formato” de la presentación explotó pidiendo que se hablara de la miseria y del hambre que hay en Andalucía y llamando traidores y vendidos a los socialdemócratas que han mamado sillones en todas las instituciones burguesas.

Felipe González todo un profesional de la polítiquería burguesa sabe dejar entrar por un oído y salir por el otro.

Para responder sin arrugarse la camisa tiene a los voceros de la izquierda “transformadora” como la periodista de Diario.es María Iglesias que defienden el sistema capitalista con su discurso reformista. La función de estos “comunicadores” de las redes sociales es echarle un cable a los representantes políticos del Capital y evitar que la indignación empuje al pueblo a un cambio de régimen:

 
 
“La gente que escribimos artículos de opinión diciendo que hay que reformar el sistema, pero que los partidos son importantes, que el sistema es fundamental, […] es lo mejor que conocemos […] si no le damos una respuesta de que verdaderamente las instituciones respondan y sean las que tengan el poder real y las que cambien la vida de la gente perdemos cada día credibilidad. 
 
Y en eso podemos estar de acuerdo los socialdemócratas, gente que estamos más a la izquierda, incluso gente de derecha demócrata como Mario Vargas Llosa […] 
 
¿Podemos ceder un 20, un 25% de nuestro programa de máximos para por lo menos ponernos de acuerdo en que las instituciones sean lo representativo y haya un cauce pacífico y constructivo para la sociedad?
 
 Porque si no si dejamos pasar el tiempo nos vamos a encontrar con esto y vamos a ir a más. Si no lo hacemos por convicción hagámoslo por la paz social”.

No sabemos cuál es la paz social que quiere preservar esta “mujer de izquierdas” que “no sólo no estoy en contra de los empresarios sino que veo aquí empresarios de izquierda, que es que ya hemos avanzado mucho, y estamos en otro momento histórico que no tiene nada que ver con la aversión al empresario”

He aquí un ejemplo clarificador de cómo se sostiene el capitalismo y de que viven sus más firmes defensores. De saber venderse y de vender lo que sea.
 
 De la metafísica y del arte de vivir como Dios.

COMITÉ PROVINCIAL DEL PCOE EN SEVILLA

(1) Video completo de la presentación: http://www.youtube.com/watch?v=QkEkGDADTgw

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