El miembro de los míticos Pink Floyd Roger Waters ha comparado la política israelí con la de la Alemania nazi, censurando a su vez el “extraordinario” poder del que disponen los grupos de presión judíos en Estados Unidos.
El músico, que participa en la campaña Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS, por sus siglas en inglés) contra Israel, explicó su postura como un método razonable de lucha por la independencia de los palestinos.
“La ocupación, la limpieza étnica y el sistemático apartheid racista llevado a cabo por el régimen israelí es inaceptable”, afirmó el músico en una entrevista publicada en la revista electrónica ‘Counterpunch’.
“No habría actuado para el régimen de Francia de Vichy durante la II Guerra Mundial ni en Berlín […]. Mucha gente hizo la vista gorda ante la opresión de los judíos desde 1933 hasta 1946. El escenario no es nuevo, excepto que esta vez son los palestinos a los que matan”, destacó.
Describiendo a la élite religiosa israelí como increíblemente “estrafalaria”, Waters dijo que el ‘rabinato’ “cree que son subhumanos los indígenas de la región a los que echaron fuera de su tierra en 1948 y han seguido haciéndolo”.
A la pregunta de por qué muchos músicos pacifistas no abordan el asunto de Palestina, Waters respondió que es un efecto de la “maquinaria propagandística” de Israel sobre la opinión pública estadounidense.
“Las bravatas de Netanyahu se vierten en todas las partes de Estados Unidos, no sólo en Fox, sino también en CNN y efectivamente en todos los medios de comunicación”, subrayó.
“El cabildeo judío es extremadamente poderoso aquí, particularmente en el sector donde trabajo yo: la industria de la música, el ‘rock and roll’, como dicen. He hablado con varias personas a las que aterroriza saber que si se juntan conmigo hombro con hombro” van a estar fastidiadas, contó, utilizando expresiones menos eufemísticas.
En agosto pasado Waters publicó una carta en la que insta a sus compañeros musicales a boicotear a Israel.
En diciembre de 2012, Stevie Wonder canceló un concierto que tenía programado ofrecer en la cena de gala de las Fuerzas Armadas israelíes tras recibir una carta de Waters.