James Cummiskey. |
ARIEL FERRERO - Estados Unidos parece estar dejando de ser la “tierra del deseo”, aquella donde miles de inmigrantes buscaron durante años construir el “sueño americano”: al menos eso ocurre en los últimos años con cientos de estadounidenses, que se mudan a países de América Latina en busca de una nueva vida.
Es el caso de, por ejemplo, James Cummiskey, quien luego de 20 años de servir en las fuerzas armadas de Estados Unidos, estaba buscando en su interior la necesidad de un cambio. Por ese motivo, vendió todas sus pertenencias y se mudó a Medellin (Colombia).
Se desprendió de absolutamente todo lo que tenía en Estados Unidos. Vendió sus dos casas, tres automóviles, dos motocicletas y hasta su avión privado.
No sólo eso. Ya en tierra colombiana, contrajo matrimonio con una mujer local e ingresó en el negocio del café, como para sentirse un colombiano más.
Pero el caso de Cummiskey no es el único. Muchos estadounidenses tomaron una decisión similar, y no sólo para irse a Colombia, sino también hacia otros países de América Latina, como México, Nicaragua, Panamá, Costa Rica, Brasil y Argentina.
La tendencia comenzó a registrarse desde hace 10 años, pero cobró mayor fuerza en los últimos cinco. Mike Miller, de Rhode Island (sobre el norte de la costa este), dejó su país y su familia para trasladarse a Buenos Aires, donde se casó y tuvo tres niños.
“En Estados Unidos tenía un buen trabajo, me dedicaba a la pesca, pero necesitaba un cambio, y encontré en Buenos Aires un ambiente más amigable, familiar y al mismo tiempo lleno de posibilidades”, dijo a ANSA. “Mis tres hijos nacieron en Buenos Aires y, si bien cada tanto viajamos a Estados Unidos, no pienso en regresar más”.
En México, por ejemplo, las autoridades mexicanas estiman que cerca de un millón de ciudadanos estadounidenses viven en tierras aztecas, cuando en el año 2000 eran unos 360.000.
De acuerdo a cifras oficiales, en los últimos siete años la cifra de estadounidenses que se mudaron a algún país de América Latina creció un 48 por ciento.
“Hace 30 años, esta tendencia hubiera sido considerada bizarra y demasiado aventurada”, explicó Jennifer Stevens, directora de la revista International Living.
El éxodo hacia el sur está determinado por una serie de factores. Los “baby boomer”, que se acercan a la edad de la pensión, y que antes elegían la Florida, ahora están a la búsqueda de un nuevo lugar donde pasar la nueva fase de su vida.
Se trata de una generación instruida, que viajó mucho, y que opta por irse a otro país, luego de perder mucho dinero en los últimos años de crisis financiera estadounidense.
Algunos analistas aseguran que muchas de estas personas buscan nuevos sitios, bellos y cosmopolitas, donde su dinero pueda tener mayor valor.
Algunos inclusive terminan adoptando costumbres locales. Como el caso de Miller, que dejó el fútbol americano por el fútbol, pasión en Sudamérica.
ANSA
“Un amigo de mi esposa me hizo hincha de Chacarita (que juega en la tercera división), y a veces voy a la cancha”, explicó. “La pasión con que se vive aquí el fútbol es única”.