Anibal Garzón :: Kaosenlared.- Michelle Bachelet, la más que posiblemente nueva Presidente de Chile para el periodo 2014 – 2018 tras las próximas elecciones del 17 de noviembre, ha presentado su programa de gobierno donde hace caso omiso al conflicto marítimo con Bolivia
El próximo 17 de noviembre se celebran en Chile las elecciones presidenciales, además de las parlamentarias y por primera vez la elección de los representantes de los Consejos Regionales (COREs), para elegir entre 9 candidatos y candidatas.
Según la última encuesta nacional, realizada por el Centro de Estudios Políticos (CEP), la candidata Michelle Bachelet por Nueva Mayoría, coalición que agrupa a varias formaciones como el Partido Socialista (PS), el Partido Demócrata Cristiano (PDC), el Partido Radical Socialdemócrata (PRSD) y el Partido por la Democracia (PPD), además del Partido Comunista de Chile (PCCh), el Movimiento Amplio Social (MAS) y la Izquierda Ciudadana (IC), obtendría el 47%[1] de los votos.
Con este resultado se impondría con gran diferencia a la que sería la segunda candidata más votada, Evelyn Matthei, – substituta de Sebastián Piñera como líder de la Alianza por Chile, coalición conservadora entre la Unión Demócrata Independiente (UDI) y Renovación Nacional (RN), que conseguiría, según el estudio el 14% de los votos.
Este hipotético resultado daría la victoria a Bachelet en la primera vuelta ya que las dos maneras de producirse este fenómeno político es obteniendo el 50% más 1 de los votos o bien lograr una diferencia del triple de los votos con la segunda candidata más votada.
Por lo tanto, Bachelet con el 47% marcaría una distancia con Matthei superior al triple del 14% que es el 42% de los votos.
Más allá del debate, e hipotéticas previsiones mediante estudios sociales cuantitativos, de la posible victoria de Bachelet en la primera vuelta o en la segunda vuelta el 15 de diciembre, lo que implícitamente no marca controversia es que será la próxima Presidenta de Chile.
El triunfo de Bachelet es tan previsible que sus asesores, y los cuadros de Nueva Mayoría, se han encargado de hacer público el pasado 27 de octubre un amplio programa de gobierno sistematizando en 198 páginas las políticas que se llevarán a cabo en el próximo periodo del gobierno chileno entre 2014-2018[2].
El programa de gobierno de Bachelet se divide en 5 macropuntos.
En primer lugar se sitúa el de “Las Reformas a Fondo” que hace referencia a llevar a cabo una reforma educacional, una reforma tributaria y una Nueva Constitución que modifique la Carta Magna de 1980 que continúa desde la dictadura de Pinochet.
La creación de la Nueva Constitución se enfoca en una reforma constitucional y no en una Asamblea Constituyente, es decir, en modificar algunos pilares de la actual madre legislativa y no en crear una Constitución totalmente nueva con la aprobación democrática de un referéndum popular, como se hizo en Bolivia en 2009, Ecuador en 2008 o Venezuela en 1999.
Los restantes 4 puntos son el “Programa Económico”, “Protección y Oportunidades”, “Descentralización, Territorio y Desarrollo”, “Derechos ciudadanos”.
Bachelet se olvida de la Agenda de los 13 Puntos
Bachelet si ganase las próximas elecciones presidenciales sería el primer cargo político chileno que consigue ser dos veces presidente o presidenta en el periodo pospinochetista.
Bachelet fue Presidenta entre 2006 y 2010, y por ello en la campaña política muchos de los candidatos opositores le han podido reprochar, con pruebas empíricas, algunas de sus acciones como Presidenta. Matthei afirmó que Bachelet, en su anterior gestión, solo cumplió con tres de las diez promesas que hizo.[3]
Otros candidatos como el independiente Tomás Jocelyn-Holt criticó la gestión de Bachelet en el desastroso terremoto del 27 de febrero de 2010 donde murieron 600 personas[4].
La candidata popular, de base y de izquierdas, Roxana Miranda, con el Partido Igualdad, también atacó a Bachelet por las privatizaciones de los 20 años que gobernó la Concertación (1990-2010), entrando también su gestión, el modelo neoliberal que siguió implementándose y además la aplicación de la ley antiterrorista contra el pueblo mapuche[5].
Marcel Claude, otro candidato de izquierdas vinculado con el Partido Humanista, reiteró criticas a Bachelet sobre su postura en el conflicto marítimo con Bolivia afirmando que tanto la Concertación como la Alianza Chile de Piñera sobre la demanda de Bolivia “es consistente con la posición neoliberal asumida por su conglomerado en estos 23 años, donde la defensa de los intereses de grupos económicos predomina ante la integración de nuestros pueblos”[6].
Bolivia y Chile con un histórico y presente conflicto sobre el tema del mar, conflicto que proviene de la Guerra del Pacífico entre 1879-1883, han mantenido gran distancia política, en una cercanía geográfica, que ha llevado a que la visita del expresidente chileno Ricardo Lagos a Bolivia en enero de 2006 en el nombramiento de Evo Morales fuese la primera visita de un Jefe del Estado chileno a Bolivia desde la Guerra del Pacífico en una ceremonia de juramento presidencial.
La visita de Lagos tenía un interés de mejorar las relaciones con Bolivia para potenciar la cooperación bilateral con el fin de poder dar salida a la exportación del gas boliviano mediante puertos chilenos.
Eso si, teniendo en cuenta que la exportación fuese el excedente del mercado interno boliviano ya que esa estrategia de exportar con la existencia de grandes necesidades de gas en el pueblo boliviano se quiso llevar a cabo en 2003 con el gobierno de Sánchez de Losada provocando esto la Guerra del Gas, u Octubre Negro, y finalmente su exilio por más de los 60 muertos que se resultó la represión que ordenó.
Tras el cambio de gobierno de Lagos a Bachelet se buscó crear una institucionalidad bilateral fundándose la llamada Agenda de los 13 Puntos[7], es decir, 13 asuntos concretos para debatir y coordinar metas entre los dos gobiernos.
Uno de esos puntos fue el tema marítimo.
Finalmente con los escasos avances de las negociaciones, y mucho menos sobre la salida del mar de Bolivia con esencia “útil, soberana y viable”[8] como confirmó el gobierno de Evo Morales, las relaciones se estancaron tras la suspensión de la Agenda de los 13 puntos en noviembre de 2010 con el nuevo gobierno de Sebastián Piñera iniciando su gestión el mes de marzo del mismo año.
Efecto que llevó finalmente a Bolivia a presentar una demanda marítima en organismos internacionales.
Se puede llegar a interpretar que la causa de la ruptura de negociaciones entre Bolivia y Chile fue el cambio de gobierno en la capital santiaguina, pasando de Bachelet a Piñera, pero parece ser que es una estrategia conjunta del mismo bipartidismo chileno.
Analizando el amplio programa político de gobierno que ha propuesto Bachelet se puede tener en cuenta la palabra “Bolivia” en el buscador virtual y solamente aparece una vez, justamente en el apartado de Defensa (página 151) y no en el de Relaciones Exteriores.
El párrafo donde dice Bolivia se comenta lo siguiente:
Con Bolivia lo fundamental será retomar el camino del diálogo, iniciado en 1999, y el clima de confianza mutua conseguido durante el período 2006-2010.
La plena normalización de las relaciones con Bolivia es un objetivo al que aspiramos. Asimismo, buscaremos dar pasos significativos para la proyección de las relaciones entre América del Sur y el Asia Pacífico.
Como se puede entender en ningún momento Bachelet nombra en su programa chovinista la Agenda de los 13 Puntos.
Se cita elevar el clima de confianza y la normalización de las relaciones pero no hacer renacer la Agenda para retomar la institucionalidad bilateral.
Su programa justamente, y como dijo el candidato Claude, pone en alerta la integración latinoamericana.
Muchas mentes pasivas a la realidad bilateral entre Chile y Bolivia podrán pensar que la llegada de Bachelet puede reactivar el vínculo pero justamente no es así.
Una prueba es que el mismo gobierno de Bolivia es consciente ya que cuando la hija de Evo Morales, la joven Eva Liz Morales, que ha obtenido una funcionalidad diplomática de Primera Dama en el exterior desde el pasado mes de abril, visitó Chile durante el mes de julio por invitación de la Casa Bolívar se reunió oficialmente con el candidato Marcel Claude y con movimientos sociales y no con autoridades de la Concertación[9].
Un gesto que se puede interpretar como crítica del gobierno boliviano a las decantaciones de Bachelet de dejar en un plano secundario las relaciones bilaterales.
Parece ser, además, que Bachelet en su visión diplomática exterior no solamente interpreta el conflicto histórico con Bolivia como un asunto bilateral sino como una nueva pugna entre estructuras regionales latinoamericanos.
Chile es miembro de la Alianza del Pacífico, una organización multilateral fundada en 2011 junto con México, Perú y Colombia, con una visión neoliberal de fortalecer los Tratados de Libre Comercio (TLC), el llamado desarrollo exógeno de exportación de materias primas con ayuda de Inversión Directa extranjera, y por lo tanto mantener un buen vínculo con la potencia comercial de los Estados Unidos y los gigantes asiáticos de ASEAN mediante instituciones como la APEC y el Acuerdo Transpacific Partnership (TPP). Mientras que Bolivia es miembro de la ALBA-TCP desde 2006 junto con Cuba, Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Antigua y Barbuda, las Dominicas y San Vicente y las Granadinas, con el fin de fortalecer la integración de América Latina bajo un proteccionismo económico persiguiendo el objetivo de aumentar la soberanía nacional mediante el desarrollo endógeno de invertir los estados, y no entes privados externos, en diferentes proyectos productivos y de servicios. Hacer caso omiso a Bolivia también es enfrentarse al ALBA-TCP
En definitiva, con Bachelet, haya finalmente o no una reforma constitucional no existirá ninguna cambio político y económico y se mantendrá el eje direccional de la oligarquía neoliberal chilena, prevaleciendo el mercado por encima tanto de los derechos sociales como de la integración latinoamericana.
Con este resultado se impondría con gran diferencia a la que sería la segunda candidata más votada, Evelyn Matthei, – substituta de Sebastián Piñera como líder de la Alianza por Chile, coalición conservadora entre la Unión Demócrata Independiente (UDI) y Renovación Nacional (RN), que conseguiría, según el estudio el 14% de los votos.
Este hipotético resultado daría la victoria a Bachelet en la primera vuelta ya que las dos maneras de producirse este fenómeno político es obteniendo el 50% más 1 de los votos o bien lograr una diferencia del triple de los votos con la segunda candidata más votada.
Por lo tanto, Bachelet con el 47% marcaría una distancia con Matthei superior al triple del 14% que es el 42% de los votos.
Más allá del debate, e hipotéticas previsiones mediante estudios sociales cuantitativos, de la posible victoria de Bachelet en la primera vuelta o en la segunda vuelta el 15 de diciembre, lo que implícitamente no marca controversia es que será la próxima Presidenta de Chile.
El triunfo de Bachelet es tan previsible que sus asesores, y los cuadros de Nueva Mayoría, se han encargado de hacer público el pasado 27 de octubre un amplio programa de gobierno sistematizando en 198 páginas las políticas que se llevarán a cabo en el próximo periodo del gobierno chileno entre 2014-2018[2].
El programa de gobierno de Bachelet se divide en 5 macropuntos.
En primer lugar se sitúa el de “Las Reformas a Fondo” que hace referencia a llevar a cabo una reforma educacional, una reforma tributaria y una Nueva Constitución que modifique la Carta Magna de 1980 que continúa desde la dictadura de Pinochet.
La creación de la Nueva Constitución se enfoca en una reforma constitucional y no en una Asamblea Constituyente, es decir, en modificar algunos pilares de la actual madre legislativa y no en crear una Constitución totalmente nueva con la aprobación democrática de un referéndum popular, como se hizo en Bolivia en 2009, Ecuador en 2008 o Venezuela en 1999.
Los restantes 4 puntos son el “Programa Económico”, “Protección y Oportunidades”, “Descentralización, Territorio y Desarrollo”, “Derechos ciudadanos”.
Bachelet se olvida de la Agenda de los 13 Puntos
Bachelet si ganase las próximas elecciones presidenciales sería el primer cargo político chileno que consigue ser dos veces presidente o presidenta en el periodo pospinochetista.
Bachelet fue Presidenta entre 2006 y 2010, y por ello en la campaña política muchos de los candidatos opositores le han podido reprochar, con pruebas empíricas, algunas de sus acciones como Presidenta. Matthei afirmó que Bachelet, en su anterior gestión, solo cumplió con tres de las diez promesas que hizo.[3]
Otros candidatos como el independiente Tomás Jocelyn-Holt criticó la gestión de Bachelet en el desastroso terremoto del 27 de febrero de 2010 donde murieron 600 personas[4].
La candidata popular, de base y de izquierdas, Roxana Miranda, con el Partido Igualdad, también atacó a Bachelet por las privatizaciones de los 20 años que gobernó la Concertación (1990-2010), entrando también su gestión, el modelo neoliberal que siguió implementándose y además la aplicación de la ley antiterrorista contra el pueblo mapuche[5].
Marcel Claude, otro candidato de izquierdas vinculado con el Partido Humanista, reiteró criticas a Bachelet sobre su postura en el conflicto marítimo con Bolivia afirmando que tanto la Concertación como la Alianza Chile de Piñera sobre la demanda de Bolivia “es consistente con la posición neoliberal asumida por su conglomerado en estos 23 años, donde la defensa de los intereses de grupos económicos predomina ante la integración de nuestros pueblos”[6].
Bolivia y Chile con un histórico y presente conflicto sobre el tema del mar, conflicto que proviene de la Guerra del Pacífico entre 1879-1883, han mantenido gran distancia política, en una cercanía geográfica, que ha llevado a que la visita del expresidente chileno Ricardo Lagos a Bolivia en enero de 2006 en el nombramiento de Evo Morales fuese la primera visita de un Jefe del Estado chileno a Bolivia desde la Guerra del Pacífico en una ceremonia de juramento presidencial.
La visita de Lagos tenía un interés de mejorar las relaciones con Bolivia para potenciar la cooperación bilateral con el fin de poder dar salida a la exportación del gas boliviano mediante puertos chilenos.
Eso si, teniendo en cuenta que la exportación fuese el excedente del mercado interno boliviano ya que esa estrategia de exportar con la existencia de grandes necesidades de gas en el pueblo boliviano se quiso llevar a cabo en 2003 con el gobierno de Sánchez de Losada provocando esto la Guerra del Gas, u Octubre Negro, y finalmente su exilio por más de los 60 muertos que se resultó la represión que ordenó.
Tras el cambio de gobierno de Lagos a Bachelet se buscó crear una institucionalidad bilateral fundándose la llamada Agenda de los 13 Puntos[7], es decir, 13 asuntos concretos para debatir y coordinar metas entre los dos gobiernos.
Uno de esos puntos fue el tema marítimo.
Finalmente con los escasos avances de las negociaciones, y mucho menos sobre la salida del mar de Bolivia con esencia “útil, soberana y viable”[8] como confirmó el gobierno de Evo Morales, las relaciones se estancaron tras la suspensión de la Agenda de los 13 puntos en noviembre de 2010 con el nuevo gobierno de Sebastián Piñera iniciando su gestión el mes de marzo del mismo año.
Efecto que llevó finalmente a Bolivia a presentar una demanda marítima en organismos internacionales.
Se puede llegar a interpretar que la causa de la ruptura de negociaciones entre Bolivia y Chile fue el cambio de gobierno en la capital santiaguina, pasando de Bachelet a Piñera, pero parece ser que es una estrategia conjunta del mismo bipartidismo chileno.
Analizando el amplio programa político de gobierno que ha propuesto Bachelet se puede tener en cuenta la palabra “Bolivia” en el buscador virtual y solamente aparece una vez, justamente en el apartado de Defensa (página 151) y no en el de Relaciones Exteriores.
El párrafo donde dice Bolivia se comenta lo siguiente:
Con Bolivia lo fundamental será retomar el camino del diálogo, iniciado en 1999, y el clima de confianza mutua conseguido durante el período 2006-2010.
La plena normalización de las relaciones con Bolivia es un objetivo al que aspiramos. Asimismo, buscaremos dar pasos significativos para la proyección de las relaciones entre América del Sur y el Asia Pacífico.
Como se puede entender en ningún momento Bachelet nombra en su programa chovinista la Agenda de los 13 Puntos.
Se cita elevar el clima de confianza y la normalización de las relaciones pero no hacer renacer la Agenda para retomar la institucionalidad bilateral.
Su programa justamente, y como dijo el candidato Claude, pone en alerta la integración latinoamericana.
Muchas mentes pasivas a la realidad bilateral entre Chile y Bolivia podrán pensar que la llegada de Bachelet puede reactivar el vínculo pero justamente no es así.
Una prueba es que el mismo gobierno de Bolivia es consciente ya que cuando la hija de Evo Morales, la joven Eva Liz Morales, que ha obtenido una funcionalidad diplomática de Primera Dama en el exterior desde el pasado mes de abril, visitó Chile durante el mes de julio por invitación de la Casa Bolívar se reunió oficialmente con el candidato Marcel Claude y con movimientos sociales y no con autoridades de la Concertación[9].
Un gesto que se puede interpretar como crítica del gobierno boliviano a las decantaciones de Bachelet de dejar en un plano secundario las relaciones bilaterales.
Parece ser, además, que Bachelet en su visión diplomática exterior no solamente interpreta el conflicto histórico con Bolivia como un asunto bilateral sino como una nueva pugna entre estructuras regionales latinoamericanos.
Chile es miembro de la Alianza del Pacífico, una organización multilateral fundada en 2011 junto con México, Perú y Colombia, con una visión neoliberal de fortalecer los Tratados de Libre Comercio (TLC), el llamado desarrollo exógeno de exportación de materias primas con ayuda de Inversión Directa extranjera, y por lo tanto mantener un buen vínculo con la potencia comercial de los Estados Unidos y los gigantes asiáticos de ASEAN mediante instituciones como la APEC y el Acuerdo Transpacific Partnership (TPP). Mientras que Bolivia es miembro de la ALBA-TCP desde 2006 junto con Cuba, Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Antigua y Barbuda, las Dominicas y San Vicente y las Granadinas, con el fin de fortalecer la integración de América Latina bajo un proteccionismo económico persiguiendo el objetivo de aumentar la soberanía nacional mediante el desarrollo endógeno de invertir los estados, y no entes privados externos, en diferentes proyectos productivos y de servicios. Hacer caso omiso a Bolivia también es enfrentarse al ALBA-TCP
En definitiva, con Bachelet, haya finalmente o no una reforma constitucional no existirá ninguna cambio político y económico y se mantendrá el eje direccional de la oligarquía neoliberal chilena, prevaleciendo el mercado por encima tanto de los derechos sociales como de la integración latinoamericana.
Es una pena decir que Lula está muy equivocado cuando ha afirmado en el II Foro de Desarrollo Económico Local en Brasil que “ha habido una revolución en América Latina en los últimos doce años y que con la victoria de Michelle Bachelet el continente vivirá otra” con 4 Presidentas en América Latina[10].
Lula, la revolución no es solamente un simbolismo de género, sino también de liberación de clase social sobre todo del fortalecimiento de la unidad de los pueblos de América Latina, como Bolivia y Chile, algo que no tiene en cuenta Bachelet para su futuro gobierno.
[1] http://www.publimetro.cl/nota/politico/encuesta-cep-da-por-ganadora-a-bachelet-y-descarta-segunda-vuelta/xIQmjC!nDjpQtccIN9uI/
[2] Se puede descargar el programa en el siguiente enlace http://michellebachelet.cl/programa/
[3] http://www.latercera.com/noticia/politica/2013/10/674-547730-9-evelyn-matthei-michelle-bachelet-no-le-cumplio-a-los-chilenos-como-presidenta.shtml
[4] http://www.publimetro.cl/nota/politico/tomas-jocelyn-holt-responde-atacando-a-bachelet-y-me-o/xIQmjD!NLGIz37KgcpXE/
[5] http://noticias.terra.cl/elecciones/criticas-a-bachelet-marcan-el-debate-presidencial-de-anatel,93fc189f59702410VgnVCM4000009bcceb0aRCRD.html
[6] http://www.elciudadano.cl/2013/05/28/69582/claude-ataca-a-bachelet-por-dichos-sobre-bolivia/
[7] Ver lista de los 13 puntos http://www.fmbolivia.tv/bolivia-y-chile-se-reunen-para-acelerar-agenda-de-13-puntos/
[8] http://www.la-razon.com/suplementos/animal_politico/Estrategia-maritima-Politica-unica-contundente_0_1805219513.html
[9] http://www.lostiempos.com/diario/actualidad/nacional/20130719/eva-liz-morales-se-reune-con-candidato-presidencial_221232_477013.html
[10] http://www.telesurtv.net/articulos/2013/11/01/expresidentr-6251.html
Lula, la revolución no es solamente un simbolismo de género, sino también de liberación de clase social sobre todo del fortalecimiento de la unidad de los pueblos de América Latina, como Bolivia y Chile, algo que no tiene en cuenta Bachelet para su futuro gobierno.
[1] http://www.publimetro.cl/nota/politico/encuesta-cep-da-por-ganadora-a-bachelet-y-descarta-segunda-vuelta/xIQmjC!nDjpQtccIN9uI/
[2] Se puede descargar el programa en el siguiente enlace http://michellebachelet.cl/programa/
[3] http://www.latercera.com/noticia/politica/2013/10/674-547730-9-evelyn-matthei-michelle-bachelet-no-le-cumplio-a-los-chilenos-como-presidenta.shtml
[4] http://www.publimetro.cl/nota/politico/tomas-jocelyn-holt-responde-atacando-a-bachelet-y-me-o/xIQmjD!NLGIz37KgcpXE/
[5] http://noticias.terra.cl/elecciones/criticas-a-bachelet-marcan-el-debate-presidencial-de-anatel,93fc189f59702410VgnVCM4000009bcceb0aRCRD.html
[6] http://www.elciudadano.cl/2013/05/28/69582/claude-ataca-a-bachelet-por-dichos-sobre-bolivia/
[7] Ver lista de los 13 puntos http://www.fmbolivia.tv/bolivia-y-chile-se-reunen-para-acelerar-agenda-de-13-puntos/
[8] http://www.la-razon.com/suplementos/animal_politico/Estrategia-maritima-Politica-unica-contundente_0_1805219513.html
[9] http://www.lostiempos.com/diario/actualidad/nacional/20130719/eva-liz-morales-se-reune-con-candidato-presidencial_221232_477013.html
[10] http://www.telesurtv.net/articulos/2013/11/01/expresidentr-6251.html