Pablo Gonzalez

La restauración del capitalismo en Albania

Nexhmije Hoxha y Enver Hoxha
Una feroz destrucción de la economía socialista y de las conquistas de la revolución proletaria


Existe poca documentación objetiva que nos permita esclarecer las verdaderas causas de las restauración capitalistas en el último baluarte del marxismo-leninismo aplicado, en el sentido de que su praxis se ajustó integra y consecuentemente a la teoría socialista científica, desde donde se combatió sin cuartel todas las formas del revisionismo viejo y "nuevo"... 
Así pues, les aproximamos algunas líneas de una de las protagonistas fundamentales del proceso socialista albano -Nexhmije Hoxha-, que pueden ser de gran utilidad al lector para alcanzar alguna comprensión de las causas de esa restauración...

En cualquier caso..., en lo particular, creo que el centralismo democrático y la vigilancia interna mostraron limitaciones inducido quizá por un cierto relajamiento al interior, y esto permitió que los oportunistas, los serviles, los reaccionarios, pudieran ocultarse en las filas del PTA hasta el asalto al poder...; es el caso de Ramiz Alia...


El documento:

Carta desde la prisión de Nexhmije Hoxha

Tirana, 14 de abril de 1992

“... He visto con plena confianza la actividad de una nueva organización, la juventud euro-socialista que a pesar de cómo se autodenominan y del hecho de que son una rama del Partido Socialista, son independientes de este último. 
Incluso a pesar de que se han distanciado del pasado y critican al PTA y a Enver Hoxha, lo que es importante es que esta organización está en proceso de congregar a la gente joven que es estable, sana, culta, que le encanta aprender y se opone al PD [Partido Demócrata] y su organización juvenil que es conocida por su liberalismo degenerado, su espíritu anárquico, su cosmopolitismo y esnobismo”.

“El nuevo presidente, Sali Berisha, practica la política de un diletante y es una persona que carece de estabilidad. (Fue comunista durante 27 años y Secretario del Partido en la Facultad de Medicina y se ha transformado hoy en una furioso anticomunista).”

“...Sobre todo después de que fuera derribada la estatua de Enver en Tirana, –y se sospecha fuertemente de que el ex ministro del Interior Hekuram Isai no hizo nada al respecto–, el presidente Ramiz Alia perdió la confianza del pueblo. 
Ramiz Alia subestimó al pueblo y perdió contacto con él, hasta el punto de perder las elecciones en su propio distrito.
 Permaneció aislado, distante, sin camaradas, sin el pueblo, sin poder. Algunas personas dicen que fue sacrificado y que asumió una carga que pesaba demasiado. 
Esto es cierto, pero debió haber mostrado mayor determinación. Algunas personas cuestionan su paciencia, su tolerancia y su permanente actitud de evitar el derramamiento de sangre, a pesar de las manifestaciones ilegales o mientras los monumentos estaban siendo destruidos por todas partes.
 Nadie quería derramamiento de sangre. Esto fue afirmado por todos, incluido el Pleno del CC del Partido. Yo también dije eso. 
Cuando la estatua de Enver fue derribada en Tirana, y cuando vi en la televisión a gente enojada en las reuniones, cuando un millón de personas había firmado un documento que expresaba su voluntad de defender a Enver, con el lema: ‘Vamos a Tirana para poner la estatua de nuevo en su lugar’, yo también tuve el temor de que una acción bárbara de los vándalos del PD llevara a nuestro pueblo a una sangrienta provocación, y que esa sería una mancha indeleble unida al nombre de Enver”.

“...Fui a la sede del CC, directamente al gabinete de Ramiz Alia. Tenía numerosas cartas procedentes de las reuniones, que contenían insultos y críticas inequívocas hacia él, dirigidas contra el decreto que había firmado, y condenando el bárbaro derribamiento de la estatua de Enver, mostrado muchas veces en la televisión. Era evidente que estaba muy desesperado ante la situación creada”.

“...Le dije a Ramiz que, como militante comunista que llevaba el apellido de Enver, yo estaba dispuesta a ir a todas las regiones del país, para reunirme con la gente, hablar con ella, calmar los ánimos, etc... 
Pero él vaciló, porque en las regiones también había extremistas del PD, furiosos anti-Enveristas, y podía sucederme algo. Acordamos convocar en Tirana a 20-30 personas de cada región. Hablamos con ellos durante dos días”.

“La gente habló libremente acerca de las capitulaciones de Ramiz Alia y él dijo: “¿Adónde nos llevan ustedes?”. Se dio cuenta de que había perdido la confianza de los comunistas y de los simpatizantes del PTA y de Enver. 
La gente exigía con insistencia un referéndum para decidir si la estatua debería ser restablecida en su lugar. Hablé y, entre otros, defendí a Ramiz porque la situación lo exigía: ‘¿A quién le vamos a confiar la dirección del país?’, me pregunté. 
Sobre el referéndum, dije que en caso de que se decidiera celebrar uno, no sería sólo una cuestión de decidir qué hacer con la estatua, sino, además, decidir el papel y el lugar de E. Hoxha en la historia de este medio siglo”.

“...Para la preparación del informe y de los documentos del Congreso, Ramiz propuso la creación de una comisión grande, fuera del CC. 
Y esto fue aceptado. Durante el Pleno del CC celebrado dos días previos al Congreso, algunos miembros de la comisión comenzaron a atacar a los miembros del Buró Político y exigieron su expulsión del Pleno y del Partido. Se formularon propuestas para disolver el CC, para que en el Congreso se pueda escuchar la voz de las nuevas fuerzas. 
Le dije al camarada Ramiz que esto tiene un nombre: golpe de Estado.
 ¿Cómo una comisión puede ser capaz de revocar al CC del Partido, además el Congreso se va a reunir aquí en dos días y la mayoría del CC no se opone a una nueva línea, sino que analiza, discute y se muestra preocupada?
 Pero lo que no tuvo lugar en el Pleno sucedió en la primera sesión del Congreso. Hubo una exigencia de que la vieja dirección del Partido rindiera cuentas, pero no una exigencia de autocrítica de la línea política (lo que habría implicado igualmente al antiguo primer secretario, Ramiz Alia). 
Lo que hicieron fue enumerar hechos y cifras para desacreditar a los camaradas de la dirección que tenían ciertos privilegios vinculados a su función, pero lo que desbordó los ánimos fue la realidad de ciertos excesos cometidos por algunos camaradas, como la concesión de favores a personas cercanas a ellos, de diferencias relacionadas con la alimentación, el alojamiento, etc., elementos que, en el contexto de las grandes dificultades creadas por la falta de trabajo y de alimentos, pusieron muy sensibles a los delegados al Congreso. 
Muchos de esos dirigentes fueron expulsados del Partido, sin tener en cuenta su lucha y su trabajo, que representaba en el caso de algunos de ellos de 40 a 45 años de su vida."

“...Recientemente, sobre la base de la Asociación de los Partisanos de Enver, se ha formado el Partido Comunista. 
En mi opinión, hubiera sido mejor que esta asociación se mantuviera como tal, al menos por el momento; hubiera sido capaz de seguir siendo un movimiento amplio. 
Pero los miembros querían crear un partido para participar en la vida parlamentaria (no tuvieron éxito, víctimas de numerosas manipulaciones e intrigas). 
También querían tener un órgano de prensa, algo permitido a los partidos. De cualquier manera, tendrán tiempos difíciles. 
El presidente del Partido es un poeta, Hysni Milloshi, un hombre sencillo, muy valiente y guiado por una lógica inflexible. Sus artículos son muy bienvenidos por los comunistas y los simpatizantes de Enver."

“Para concluir, unas palabras sobre mí misma. He estado prisionera desde el 4 de diciembre. Se ha hecho una investigación en mi ausencia y han fracasado una tras otra las acusaciones iniciales de ‘apropiación de sumas importantes [de dinero] del Estado’. 
La prensa realizó su argumentación basada en el hecho de que supuestamente aprovechamos la tesorería del Estado y que hicimos depósitos en bancos suizos. ¡Tonterías! Las acusaciones de usurpación del poder no tienen ningún fundamento. 
No se ha planteado ninguna acusación legal contra mí porque todos los gastos se han justificado mediante las decisiones del Partido o del Estado, con los documentos firmados por las autoridades para todo lo concerniente a la recepción [de dinero], de lo que sigue, etc.”

“...Después de iniciada la investigación, seis o siete abogados se negaron a defenderme porque no quieren comprometerse. 
El que había aceptado me abandonó durante la investigación porque él y su familia fueron víctimas de amenazas, como la mafia acostumbra hacer en algunos países. Me hice cargo de mi propia defensa hasta el final de la investigación. 
Pero cuando terminé mi declaración política, en la que rechacé todas las acusaciones, inmediatamente me notificaron la decisión de arrestarme y me llevaron directamente desde el lugar de la investigación hacia la cárcel y me pusieron en un régimen de aislamiento."

“... Hay veinte personas acusadas, y cuatro o cinco en prisión. He pedido que mi caso sea separado de los demás y que no se presente ante un tribunal militar. En caso de que se retrase el juicio he exigido el beneficio de prisión domiciliaria. 
De hecho, la sentencia no se ha producido por motivos electorales. Ningún juez o fiscal quiere, por liberarnos, sacrificar el puesto que el nuevo Parlamento le ha conferido."

Discurso pronunciado en el Seminario en Bruselas

Nexhmije Hoxha
1 de mayo de 1998

Queridos camaradas:

Después de haber estado por varios años en un régimen de aislamiento en la cárcel y después de haber sido impedida de participar en la vida política y pública, tengo el gran placer de participar en este encuentro con los amigos sinceros de Albania y camaradas de nuestro único ideal, el marxismo-leninismo.

Aprovecho esta ocasión para saludarles y agradecerles, a ustedes y a sus partidos, así como a los grupos representados, por el apoyo que han dado a mi país y a todos nosotros, los comunistas albaneses, en los momentos más difíciles que hemos pasado y seguimos pasando.

Permítanme saludar y agradecer especialmente a los camaradas del PTB y al camarada Ludo Martens por el honor que me han conferido al invitarme a los eventos por el ciento cincuenta aniversario del Manifiesto Comunista, así como a este seminario.

El tema de este seminario es muy interesante, y en esta ocasión quien hablará es el camarada Hysni Milloshi, representante del PCA, recientemente legalizado.

Me gustaría hacer hincapié en que estaré muy feliz si puedo hablar de la lucha de la clase obrera, de su éxito durante estos últimos años y sobre las perspectivas que se le abren en la víspera del siglo XXI. 
Por desgracia, en Albania, por el momento, no existe una clase obrera en el verdadero sentido de la palabra. Hay mucha gente desempleada, proletarios listos para vender su fuerza de trabajo, pero de hecho no hay más clase obrera y sin duda no está más en el poder. 
Las fuerzas oscurantistas han revertido el sistema socialista en Albania con una ferocidad bárbara y, contrariamente a lo que ha ocurrido en los otros países ex socialistas, estas fuerzas han arruinado completamente nuestra industria, así como toda la riqueza que el pueblo albanés creó a costa de grandes sacrificios durante los cincuenta años de Poder popular bajo la dirección del PCA (PTA) y Enver Hoxha. 
A excepción de algunas centrales hidroeléctricas, ninguna fábrica se mantiene en pie. Las máquinas y las herramientas fueron destruidas y revendidas en el extranjero como vulgar chatarra, destinada a ser fundida. 
Incluso se removieron las vías ferroviarias para revenderlas en Yugoslavia, vía Montenegro.

¿Cómo llegaron los albaneses a este punto? No es fácil de entender. Son ellos los que construyeron el país con gran entusiasmo. 
Durante 45 años, trabajaron y vivieron tranquilamente, honestamente, unidos. Una persona se suicida cuando está muy desesperada. Esta autodestrucción del pueblo albanés parece ser el síntoma de una inmensa desesperación. Se sintieron abandonados en la encrucijada. 
Pero los albaneses siempre han sido un pueblo fuerte, valiente, orgulloso y honesto.
 Es un pueblo muy unido, con virtudes y una cultura milenaria, y nadie puede cambiar este carácter en cinco años. Sin embargo, lo que pasó con Albania muestra la naturaleza inhumana del capitalismo y el imperialismo.

Albania es el único país de Europa en el que el 60% de la población es rural. 
La colectivización de la tierra (aparte de las parcelas privadas) se extendió a todo el territorio. 
La vida de los habitantes era modesta, sobre todo en las localidades de montaña (debe saberse que 2/3 de Albania es montañosa), pero su existencia había cambiado por completo en comparación con la época del rey Zog. Cada pueblo tenía su escuela, su centro médico y su clínica de maternidad. 
El teléfono y las calles pavimentadas dieron a los campesinos la posibilidad de modificar profundamente su existencia. La electrificación de todos los pueblos, incluso los más lejanos, la difusión de la radio, la televisión y todos los demás aparatos, fueron una verdadera revolución.

Hoy en día, las cooperativas agrícolas han sido liquidadas, todas las plantaciones de cítricos y los olivares se han convertido en un páramo. 
Los campesinos son propietarios de la tierra, pero, al igual que los pequeños capitalistas en una sociedad capitalista primitiva en proceso de dar el primer paso, no pueden cultivar sus tierras debido a la falta de medios mecánicos y de fertilizantes químicos, ya que no tienen forma de adquirirlos. 
Todo el sistema de asignaciones que se había establecido durante el Poder popular, ha sido destruido.
 Los pantanos han resurgido y la malaria ha reaparecido, mientras que en nuestro tiempo era imposible encontrar un solo caso para ilustrar a los estudiantes de medicina. Otras enfermedades endémicas, como la tuberculosis, han reaparecido.
 Los centros médicos en las aldeas ya no existen y las escuelas tampoco pudieron escapar de la destrucción general. 
El Poder popular, de conformidad con el programa del Partido del Trabajo, los había construido en toda Albania, incluso en las zonas montañosas más remotas; y cientos de profesores y médicos trabajaron con pasión para desarrollar estas zonas. 
En el momento en que el Partido Comunista tomó el poder, el 85-90% de la población albanesa era analfabeto, y sólo había 360 intelectuales que se habían graduado en universidades extranjeras. 
En muy poco tiempo, se eliminó el analfabetismo y, dos o tres décadas más tarde, todos los jóvenes en las ciudades y pueblos terminaron al menos el curso de la educación obligatoria (octavo grado). 
A principios de los años noventa, el plan preveía que el 70% de los alumnos debían asistir a la escuela secundaria, ya sea de educación general (escuelas secundarias) o de educación técnica o profesional. 
Hay una característica en el campo de la educación en Albania. Históricamente, los cinco siglos de yugo otomano no fueron capaces de acabar con la lengua albanesa. Los albaneses se vieron obligados a cambiar su fe por la fuerza, pero siempre lucharon por preservar su lengua, que era el símbolo de la unidad nacional, y siempre lo será. 
Sin embargo, el fanatismo musulmán dejó sus huellas. 
Cuando Albania se liberó en 1944, en ciertas regiones y sobre todo en las ciudades, las mujeres llevaban el “chador” (como en Argelia), que en nuestro país era negro. En las aldeas, las mujeres no usaban el chador, pero seguían siendo oprimidas por los hombres. 
El Partido Comunista hizo todo por las mujeres. Sus militantes trabajaron con celo y ardor para atraerlas a las escuelas, y las escuelas no demoraron en convertirse en mixtas (chicas y chicos). Fue un gran paso hacia la emancipación no sólo de las mujeres, sino también de toda la sociedad albanesa. 
Durante los 45 años del Poder popular, las universidades de nuestro país y en parte las universidades extranjeras capacitaron a más de 300,000 mil especialistas, hombres y mujeres, en todos los campos científicos, sociales y culturales.

En los siete años del actual régimen democrático, el analfabetismo ha vuelto a aparecer, los niños ya no van a la escuela, pero deben atender al ganado o trabajar en los campos. Incluso en la capital, Tirana, uno ve a las niñas con el velo impuesto por misioneros islámicos, que quieren hacernos volver a los tiempos del oscurantismo medieval. 
En nombre de supuestas libertades democráticas, como las setas venenosas, están apareciendo muchas iglesias y mezquitas, así como diversas sectas religiosas que nunca se habían conocido en Albania.

La religión siempre trató de dividir a nuestro pueblo, pero nuestros grandes hombres del Renacimiento nos dejaron un proverbio: “la religión de los albaneses es Albania”. Fieles a esta máxima histórica, de carácter patriótico y también revolucionario por la unidad emancipadora nacional, el Partido del Trabajo y Enver Hoxha decidieron hacer de Albania un Estado ateo.

En la actualidad, en Albania, los jóvenes no ven ninguna perspectiva para el estudio o el trabajo. Albania es un país donde la edad media de la población es de 26 años, a diferencia de otros países de Europa donde la población es mucho mayor. 
Esta es la razón del éxodo masivo de jóvenes, que toman por asalto los barcos que atracan en nuestros puertos para huir a Italia o incluso arriesgan sus vidas para llegar a Grecia. 
Todos estos jóvenes han seguido el camino a Europa o Estados Unidos, donde ahora trabajan como esclavos. Para ocultar esta lamentable realidad, el clan de Sali Berisha, con la ayuda de sus padrinos, sentó las bases del fraude de las pirámides, que absorbieron todos los recursos del pueblo albanés. La gente vendió sus casas y su ganado con el fin de invertir su dinero en estos ardides piramidales que fueron presentados como el milagro del capitalismo albanés. 
Y lo peor es que incluso el dinero enviado por los emigrantes, ganado por los albaneses a costa de grandes sacrificios, fue absorbido por estos engaños piramidales. 
Se dice que en total se perdieron cerca de mil millones de dólares. Imagínense lo que eso significa para un pequeño país como Albania. Con ese dinero, Berisha compró votos, jueces y fiscales corruptos; pagó a mercenarios para defenderlo; liberó a los delincuentes de la prisión, a los que utilizó para golpear y lesionar a los militantes socialistas y comunistas y otros opositores cuando se manifestaron en contra de él, y para poner explosivos en edificios públicos y privados con el fin de aterrorizar a la gente.

Sali Berisha fue demasiado lejos con sus métodos anticomunistas y dictatoriales, tanto que el pueblo se rebeló. 
La revuelta estalló en Vlora, nuestra capital en 1912, donde se proclamó la independencia, y en todas las ciudades del sur de Albania, luego se extendió desde el sur hacia el norte del país.
 La población que se rebeló tomó las armas y finalmente consiguió forzar a que el clan de Sali Berisha, llamado “el clan de mafiosos”, abandone el poder.
Una vez más, las grandes potencias, muy preocupadas por la revuelta popular y por el hecho de que el pueblo estuviera armado, intervinieron a través de sus instituciones euro-atlánticas, la OSCE [Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa]. Con la asistencia de todos los partidos políticos de la izquierda y de la derecha, con sus líderes socialdemócratas y reaccionarios, formaron un gobierno de emergencia de “contención”. 
Hicieron un llamamiento a la ayuda de las fuerzas militares internacionales de la ONU, con el pretexto de mantener la paz en Albania. El Presidente Berisha, a quien ellos habían puesto en el poder y que no es más que un dictador y un criminal, fue salvado mientras que el pueblo que se había revelado era traicionado.

Pero nuestro pueblo, consciente de su papel en situaciones catastróficas para la existencia y el futuro de Albania, decidió en el momento de las elecciones dar, con su voto, un golpe decisivo al Partido Demócrata y a su líder Sali Berisha. 
Las elecciones se convirtieron en un plebiscito popular que dio 2/3 de los escaños al Partido Socialista, que ejerce el poder hoy en coalición con otros partidos pequeños. 
El Partido Demócrata no ganó un solo diputado en la capital, lo que demuestra suficientemente el resentimiento de la gente hacia Sali Berisha.

El Partido Socialista ha estado en el poder durante diez meses, pero las capas enteras de la población no están contentas con el gobierno de Fatos Nano, el líder del PS. Hizo todo lo posible para asegurarse el apoyo de las grandes potencias y de las fuerzas anticomunistas internas y ha roto completa y definitivamente con la herencia del Partido del Trabajo de Albania.
 Con la legalización del Partido Comunista, el Partido Socialista sin duda perderá una buena parte de sus votantes, desilusionados con su política. 
Los albaneses han comprendido desde hace mucho tiempo que las grandes potencias quieren perpetuar la crisis de Albania. Los albaneses se preguntan: ¿por qué prometieron tantas cosas para Albania y no hicieron nada?
 Se organizaron reuniones en Roma, Londres, Estrasburgo y aquí, en Bruselas; se habla de ayuda, inversiones, de mini-Planes Marshall, etc., pero hasta ahora nada concreto ha salido de esto.

Se dice: es necesario garantizar el derecho público, pero esto es imposible si la mafia internacional sigue alimentando la delincuencia, el contrabando y toda una serie de otros fenómenos que no se conocían antes, como el tráfico de drogas, la prostitución, etc.
 Para los albaneses, es inaceptable que algunas de las grandes potencias de Europa y del otro lado del Atlántico defiendan a esos políticos, a los mismos que destruyeron Albania.

Se ha sumado otra angustia para los albaneses. Debido a masacres bárbaras por parte de la Serbia de Milosevic contra nuestros hermanos de Kosovo, se han eliminado familias y pueblos enteros. Eso constituye un presagio de los viejos planes serbios para llevar a cabo la limpieza étnica de los territorios en los que los albaneses han vivido durante siglos, desde mucho antes del siglo VII, que es cuando los eslavos serbios aparecieron en el territorio de Kosovo.

¿Por qué, en la reunión de Bonn y recientemente en Roma, el Grupo de Contacto de las grandes potencias concedió tiempo a Milosevic?
 Debido a la indiferencia y el tiempo perdido en no adoptar severas sanciones contra Serbia, este país chovinista y el más agresivo de la antigua Federación Yugoslava continúa aterrorizando a la población albanesa de Kosovo y así prepara el terreno militar y amenaza no sólo a Albania sino a toda la región de los Balcanes, e incluso más allá. La mayoría socialista [albanesa] y la coalición que lidera hacen llamamientos a la OTAN para que envíe fuerzas militares a Kosovo. 
Los partidos de derecha vinculados al Partido Demócrata van aún más lejos, exigen que se concedan facilidades a la OTAN para que ingrese a Albania a través de sus puertos. 
Tal es el objetivo de los Estados Unidos y la Comunidad Europea al alimentar la crisis en Albania: poder poner sus pies en Albania, que es el punto estratégico donde los caminos de tres continentes se cruzan. Tal es la desgracia que siempre ha perseguido a Albania. 
Este pequeño país, a lo largo de su historia, siempre ha sido la víctima de las potencias de Oriente, Occidente, Norte y Sur, que la codician con el fin de dividírsela entre ellos y tener así un lugar que les permita el acceso a tres continentes.

Pero el pueblo albanés ha luchado contra los fascistas y ha vencido, ha construido el socialismo con grandes sacrificios y se merece plenamente este socialismo.

Tengo la firme convicción de que el pueblo no ha olvidado y que va a luchar de nuevo por la independencia y la soberanía de Albania y por el socialismo.

mltranslations.org
Critica Marxista

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