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El ataque norteamericano con escarabajos a las plantaciones de papa de Alemania Oriental


Una vez culminada la Segunda Guerra Mundial, el conflicto entre las potencias del Este y del Oeste se transformó en la llamada Guerra Fría. Estados Unidos y la Unión Soviética se enfrescaron en una guerra en la que prácticamente no hubo acciones bélicas directas y tradicionales, pero que marcó una época signada por acontecimientos singulares, ejércitos de espías, presión psicológica, una tensión permanente, creciente y sostenida. 
 
Los enfrentamientos en los campos de batalla dieron lugar a otros en lugares y circunsatncias muy diferentes. Los agricultores de Zwickau, Alemania Oriental, pudieron dar testimonio de eso. 
 
En la otra vereda las sospechas de un auto ataque alemán tampoco pueden ser descartadas... 
 
La "creatividad" al servicio de la democracia occidental. 
 
Aquí la historia.

El 23 de mayo de 1950 los agricultores de la localidad de Zwickau llevaron su mirada hacia el cielo de la apacible localidad de Sajonia, en Alemania Oriental (o República Democrática de Alemania). No pretendían otear el horizonte o ver el aspecto de las nubes para hacer su propio pronóstico del tiempo: el sonido atronador de bombarderos de la aviación de los Estados Unidos les llamó poderosamente la atención. 
 
Eso era lo que sucedía. Los fantasmas de la no tan lejana Segunda Guerra Mundial volvían a sobrevolar sobre sus pobres humanidades. Aquella Alemania Oriental bajo dominación de los soviéticos no estaba en paz, ni mucho menos. 
 
Los norteamericanos, por las dudas, se encargarían de mantener el status quo...

La Guerra Fría, en nada comparable con el sangriento, feroz y violento conflicto que había culminado (¿había finalizado realmente?) en 1945; no daba lugar para el descanso y así las cosas la tensión que generaban las "miradas de reojo" y el creciente y constante rearme entre las potencias dominantes, nada bueno hacía presagiar. 
 
 
Pero aquel día de mayo de 1950 las cosas llegaron muy lejos para ellos, simples y modestos agricultores dedicados a cultivar la papa, principal fuente alimenticia de la cadena alimenticia de la Alemania Oriental por aquel entonces...

Los aviones norteamericanos surcaron el cielo alemán mientras los agricultores de Zwickau no lograban explicarse aquella indeseable presencia. 
 
Las respuestas llegaron al día siguiente. Al recorrer las plantaciones de papa que ellos mismos se encargaban de cuidar a diario, se dieron cuenta de la triste y angustiosa realidad: los aviones norteamericanos habían exparcido miles y miles de escarabajos de la papa, insectos que para sus plantaciones, su economía y su subsistencia diarias, eran sencillamente letales y devastadores.

Situaciones similares comenzaron a producirse a diario y a lo largo de varias jornadas, en diferentes localidades de la Alemania Oriental. Había una coincidencia fatal: sobrevuelo de aviones norteamericanos; campos con plantaciones de papa e invasión repentina de escarabajos. Resultado final: cosechas desperdiciadas y una parte importante y casi vital de la alimentación básica de los alemanes orientales de aquellos años tirada a la basura una y otra vez. 
 
La economía de posguerra de la "Alemania comunista" podría comenzar a despedazarse paulatinamente con acciones similares, la Guerra Fría mostraba una nueva faceta del "combate" y , una vez más, las víctimas eran civiles, inocentes de toda inocencia, ciudadanos comunes y corrientes al margen de los tejes y manejes de los poderosos, sean de un bando o sean del otro.

El gobierno alemán del Este tomó cartas en el asunto e investigó exhaustivamente todo lo posible sobre aquellos "bombardeos no convencionales", llegando a una conclusión tajante: la Fuerza Aérea norteamericana estaba exparciendo sistemáticamente cantidades impresionantes de escarabajos que atacaban las plantaciones de la papa sobre los campos de la Alemania Oriental.

Las autoridades alemanas se embarcaron entonces en una aguerrida campaña de propaganda destinada a la población que se veía afectada por la lluvia de escarabajos. La principal fuente de alimentación de la Alemania del Este estaba seriamente en peligro y con eso, la subsistencia de la mayor parte de su población.

Mediante afiches, panfletos, volantes y avisos en diferentes publicaciones se comunicó a los alemanes que se estaba ante la invasión de los "Ami käffer", o los "Escarabajos yanquis", quienes se estaban encargando de devastar el medio de vida de los campesinos y privando de buena parte de su principal fuente de alimentación a un país entero.
 
 Estados Unidos había encontrado la mejor manera de invadir la Alemania "roja" y lo hacía no ya con un ejército de soldados humanos, sino con batallones enteros de escarabajos hambrientos.
 

Los letales "Ami käffer" habían logrado sus cometidos y la emblemática "democracia" occidental de la bandera con barras y estrellas volvía a mostrar su "mejor cara" a la hora de castigar a las poblaciones civiles con el objetivo de desmoralizarlas y, en definitiva, complicarles la vida del modo más efectivo.

Como tantas veces ha sucedido a lo largo de la historia (la oficial...), estos bombardeos no tradicionales pasaron al rincón (bien oscuro y alejado) de los recuerdos gracias a los insistentes esfuerzos norteamericanos. 
 
No hubo en ese caso investigaciones exhaustivas, comisiones investigadoras o misiones humanitarias para liberar a la maltratada población civil de aquellas atrocidades que, en menor medida, eran comparables a las malas intenciones de masacres como la de Dresden o incluso las de Hiroshima y Nagasaki.
 
 El emblema de la "democracia occidental" mostraba sus garras, las mismas garras del águila norteamericana, deseosa de sangre, aunque esa sangre brotara de las venas de seres inocentes e indefensos.

Todo en nombre de la libertad, por supuesto.

Marcelo D. García
Historias Lado B

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