Ángela Merkel ganó con un apoyo abrumador de los votantes alemanes, poniéndola como la primera mujer canciller del país con el mayor escrutinio en las elecciones, desde la victoria de Helmut Kohl, después de la reunificación en 1990.
El Bloque demócrata cristiano de Merkel obtuvo el 42.5 por ciento de los votos en las elecciones de hoy, contra el 25,9 por ciento del principal opositor Peer Steinbrück, según las proyecciones de la televisión ZDF a las 7 de la noche. Si se confirma, le daría una mayoría de un escaño en la cámara baja, lo que le permite a su partido gobernar sin coalición por segunda vez en la historia posterior a la Segunda Guerra Mundial luego del gabinete de Konrad Adenauer en 1957.
Es una victoria personal de Merkel, ya que su principal aliado, el Partido Democrático Liberal (FDP), bajo la dirección del Vice Canciller Philipp Roesler tuvo un 4,6 por ciento, por debajo del 5 por ciento necesario para obtener escaños en el Bundestag, cámara baja del Parlamento, por primera vez desde las primeras elecciones después de la Segunda Guerra Mundial, en 1949.
"Esta es la hora más amarga del FDP desde 1949", dijo Christian Lindner, un ex secretario general, que ahora lidera la facción del partido en Renania del Norte-Westfalia. "A partir de mañana el FDP tiene que ser re-pensado", expresó.
Merkel se convierte en la cuarta canciller que gana un tercer mandato desde la Segunda Guerra Mundial.
"Este es un gran resultado", dijo Merkel a sus seguidores en la sede de su partido en Berlín. "A los votantes, les prometo que vamos a manejarlo de manera responsable y con cuidado. Haremos todo lo que podamos en los próximos cuatro años para asegurarnos de que sean una vez más, años de éxito para Alemania".
Con el desempleo cerca de un mínimo de dos décadas y el déficit presupuestario prácticamente eliminado, los votantes respaldaron el manejo de Merkel de la economía nacional, la mayor de Europa, y su impulso a la austeridad en la zona euro a cambio de ayuda.
Ella se une ahora a Konrad Adenauer, Helmut Kohl y Helmut Schmidt en el panteón de los cancilleres que ganaron tres elecciones.
