El papa Francisco ha pedido al Parlamento francés que anule la reciente ley que da luz verde al matrimonio homosexual.
En una reunión mantenida este sábado con una delegación de senadores y diputados galos en el Vaticano, el pontífice ha instado a los parlamentarios franceses a no dudar en "derogar" leyes contrarias a los principios de la iglesia católica, como las que conciernen al aborto, a la eutanasia, al matrimonio homosexual y a la bioética.
"Su trabajo es sin lugar a dudas técnico y jurídico, y consiste a proponer leyes, modificarlas o derogarlas", ha recordado.
Además, el líder espiritual de los católicos del mundo ha considerado "necesario" dar a estas leyes "un suplemento, un espíritu, un alma que refleje no sólo las modas e ideas del momento, pero que les otorgue también la calidad indispensable que eleva y ennoblece al ser humano".
"El principio de laicidad que rige las relaciones entre el Estado francés y las diferentes religiones no debe traducirse en sí en una hostilidad frente a la realidad religiosa, o en la exclusión de la religión de la esfera social y de los debates que la animan", ha argumentado.
De igual forma, ha recordado que Francia, país que ha adoptado recientemente la medida legal que autoriza el matrimonio entre personas del mismo sexo, es una "nación que otros países miran a menudo".
París aprobó el pasado abril una ley que autoriza el matrimonio civil y la adopción por parte de parejas homosexuales; una medida legal prometida por el presidente francés, François Hollande, durante su campaña camino al Elíseo.
La polémica ley ha provocado manifestaciones multitudinarias en Francia.
En una reunión mantenida este sábado con una delegación de senadores y diputados galos en el Vaticano, el pontífice ha instado a los parlamentarios franceses a no dudar en "derogar" leyes contrarias a los principios de la iglesia católica, como las que conciernen al aborto, a la eutanasia, al matrimonio homosexual y a la bioética.
"Su trabajo es sin lugar a dudas técnico y jurídico, y consiste a proponer leyes, modificarlas o derogarlas", ha recordado.
Además, el líder espiritual de los católicos del mundo ha considerado "necesario" dar a estas leyes "un suplemento, un espíritu, un alma que refleje no sólo las modas e ideas del momento, pero que les otorgue también la calidad indispensable que eleva y ennoblece al ser humano".
"El principio de laicidad que rige las relaciones entre el Estado francés y las diferentes religiones no debe traducirse en sí en una hostilidad frente a la realidad religiosa, o en la exclusión de la religión de la esfera social y de los debates que la animan", ha argumentado.
De igual forma, ha recordado que Francia, país que ha adoptado recientemente la medida legal que autoriza el matrimonio entre personas del mismo sexo, es una "nación que otros países miran a menudo".
París aprobó el pasado abril una ley que autoriza el matrimonio civil y la adopción por parte de parejas homosexuales; una medida legal prometida por el presidente francés, François Hollande, durante su campaña camino al Elíseo.
La polémica ley ha provocado manifestaciones multitudinarias en Francia.
El 26 de mayo, la Policía gala reprimió violentamente a cientos de manifestantes al final de una gran protesta en la capitalina París en la que participaron 150 mil personas, según las autoridades.
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