Pablo Gonzalez

Cientos de hombres armados entran en la ciudad siria de Al-Qusair

 
Cientos de hombres armados, secundados por Occidente, han entrado en la estratégica ciudad de Al-Qusair, en la frontera con El Líbano, para luchar contra el Gobierno de Siria.

“Unos 1 000 combatientes de toda Siria” han penetrado en Al-Qusair, en la provincia occidental de Homs, informó el viernes el jefe de la autodenominada Coalición Nacional de las Fuerzas de la Revolución y la Oposición Siria (CNFROS), George Sabra, a los periodistas en la ciudad turca de Estambul.

Sabra no detalló cuándo los hombres armados entraron en Al-Qusair, uno de los principales bastiones de las bandas armadas en Siria.

Los hombres armados han sido desplegados en la citada zona después de que las fuerzas del Ejército sirio lograran grandes avances en su lucha contra los terroristas durante las últimas semanas.

El viernes, las fuerzas del Ejército sirio hicieron retroceder a un grupo de hombres armados que intentaba regresar al país árabe desde la frontera libanesa, en el barrio de Al-Sirhaniyeh, en Al-Qusair.

Durante esta operación de limpieza de terroristas, las fuerzas del orden acabaron con la vida de un gran número de ellos. Algunos de los hombres armados lograron huir a El Líbano.

El jueves, también las fuerzas del orden realizaron grandes avances en su lucha contra los grupos terroristas en Al-Qusair y lograron hacerse con el control de las localidades de Brak, Jawadieh y Arjoun, en los suburbios de la citada ciudad.

Las fuerzas sirias ahora tienen bajo su control la mayor parte de la estratégica ciudad de Al-Qusair, por donde los grupos terroristas han facilitado el ingreso de armas procedentes de países extranjeros como Arabia Saudí.

Siria, sumida en una crisis por los disturbios provocados por grupos terroristas dirigidos desde el extranjero, tiene que hacer frente a la injerencia de algunos países occidentales y regionales, que a través del apoyo financiero, armamentístico y logístico, a la oposición armada, buscan allanar el terreno para derrocar el Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad.

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