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Movimiento Familiar cristiano, acusado de apropiación de bebés en dictadura Argentina

Buenos Aires, Argentina. Se siguen destapando lo crímenes de esa institución perversa como lo es la Iglesia católica y sus dependencias religiosas. Se trata ahora del Movimiento Familiar Cristiano.

La segunda hija de María Teresa Trotta y Roberto Castelli, militantes montoneros que permanecieron como detenidos-desaparecidos en el centro clandestino de detención, tortura y exterminio “El Vesubio”, les fue robada por Francisco Martín Zabalo, miembro del Movimiento Familiar Cristiano, quien fue procesado por el juez Sebastián Ramosdel Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 2, con prisión preventiva bajo arresto domiciliario por el delito cometido. 
 
La niña nació en cautiverio después que su madre fuera llevada al Hospital Militar de Campo de Mayo.

Se supo que Zabalo mantenía un estrecho vínculo con Juan Bautista Sasiaiñ, ex Jefe de la Policía Federal durante la última dictadura cívico-militar-religiosa. María Teresa y Roberto continúan desaparecidos.
 
 El caso de su hija es el segundo que demuestra la relación de los genocidas con el Movimiento Familiar Cristiano en el plan sistemático de robo de bebés, nacidos en cautiverio en Campo de Mayo.

Zabalo integraba la Comisión Directiva del “Equipo Asistencial y de Adopción San José”, del Movimiento Familiar Cristiano. 
 
El juezRamos sostuvo que “quedó en evidencia el vínculo entre el robo de la bebé a su madre en el Hospital Militar de Campo de Mayo y su entrega al Movimiento Familiar Cristiano para ser dada en adopción”.

En el proceso el juez Ramos señaló que “Sasiaiñ aparece como el vínculo entre la sustracción de la niña al matrimonio Trotta-Castelli y su entrega al Equipo de Adopción del Movimiento Familiar Cristiano,con la intervención de Francisco Martín Zabalo”.
 
 Quedó así demostrada la vinculación del Movimiento con los genocidas, particularmente con los que estuvieron en el centro clandestino de Campo de Mayo.

Jorge Rafael Videla, el genocida cabeza de la Junta Militar, fue miembro del Movimiento Familiar Cristiano. Se explica así su estrecha vinculación con la Iglesia católica y todos sus jerarcas.

Las víctimas y familiares exigen se avance en las investigaciones alMovimiento Familiar Cristiano que fue parte de la maquinaria del terror durante la dictadura militar. 
 
 Piden que los culpables no queden impunes. 
 
Demandan que la cúpula de la Iglesia católica responda ante el Poder Judicial por su directa participación en los crímenes cometidos. 
 
Señalan que no fueron casos aislados sino instituciones,civiles, militares y religiosas al servicio del terrorismo de Estado.

No hay lugar en la historia donde haya habido abusos, robos, torturas y crímenes que no haya estado presente y con una participación activa la Iglesia católica.
 
 Ha sido y es el núcleo de la corrupción y maldad que ha imperado a través de los siglos.
 
 Su fin es necesario para que el mundo descanse de su nefasta y cruel existencia. 
 
La inminencia de ese final está en la velocidad con que pasa y se agota el poco tiempo que le resta.
 
 De ella, un día, no habrá más memoria.
 

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