Bulgaria celebra este domingo unas elecciones anticipadas luego de que dimitiera el ex primer ministro, Boiko Borisov, el pasado mes de febrero, en un momento de crisis y tensión para el país más pobre de la Unión Europea (UE).
El país ha vivido grandes manifestaciones contra la subida del precio de la electricidad, la pérdida de poder adquisitivo y las acusaciones de corrupción contra la clase política.
Además, hasta el momento unas seis personas se quemaron a lo bonzo en reclamo de mejoras económicas y cambios radicales en el sistema político búlgaro; incapaz de solventar los problemas de un pueblo que recibe el salario mínimo más reducido de toda Europa: los 158 euros de sueldo base.
De acuerdo con informes de distintos medios de comunicación, los electores que acuden a las urnas de votación, podrían recibir entre 50 y 75 euros; una compra de sufragio por los partidos políticos que ofrecen este pago.
En esta misma línea, el rotativo balcánico ‘Standart’ afirma, basándose en fuentes del ministerio del Interior, que emisarios de distintos partidos han visitado diferentes lugares, entre ellos guetos de gitanos, para recoger facturas de sus habitantes, prometiéndoles el pago si vota “adecuadamente”.
El pago de la factura se realizará después del día electoral, siempre y cuando el votante presente una prueba de que ha votado por el partido indicado.
“Generalmente tal comprobación se hace a través de una foto de la papeleta tomada con un teléfono móvil antes de meterla en la urna. O el votante recibe una papeleta marcada previamente", anunció un investigador del caso que ha deseado permanecer en anonimato.
De igual forma, ha habido ciudadanos que confirmaron el hecho; entre ellos un ciudadano búlgaro, Ivo Plevenski, quien confesó que le “ofrecieron 50 euros para votar para un partido determinado”.
“Claro que lo aproveché, es un tercio de mi salario mensual y es un esfuerzo menudo que vendrá bien al presupuesto familiar”, agregó Plevenski, quien trabaja de empleado en una compañía de limpieza.
En este contexto, la policía del país europeo decomisó el sábado 350 mil papeletas electorales fraudulentas idénticas a las que se usan este domingo, en un almacén de la empresa que suministra los votos para las elecciones en la localidad de Kostinbrod, a unos 20 kilómetros de Sofía, la capital.
Al parecer los comicios del país balcánico serán recibidos por una gran abstención por parte de la población búlgara.
El país ha vivido grandes manifestaciones contra la subida del precio de la electricidad, la pérdida de poder adquisitivo y las acusaciones de corrupción contra la clase política.
Además, hasta el momento unas seis personas se quemaron a lo bonzo en reclamo de mejoras económicas y cambios radicales en el sistema político búlgaro; incapaz de solventar los problemas de un pueblo que recibe el salario mínimo más reducido de toda Europa: los 158 euros de sueldo base.
De acuerdo con informes de distintos medios de comunicación, los electores que acuden a las urnas de votación, podrían recibir entre 50 y 75 euros; una compra de sufragio por los partidos políticos que ofrecen este pago.
En esta misma línea, el rotativo balcánico ‘Standart’ afirma, basándose en fuentes del ministerio del Interior, que emisarios de distintos partidos han visitado diferentes lugares, entre ellos guetos de gitanos, para recoger facturas de sus habitantes, prometiéndoles el pago si vota “adecuadamente”.
El pago de la factura se realizará después del día electoral, siempre y cuando el votante presente una prueba de que ha votado por el partido indicado.
“Generalmente tal comprobación se hace a través de una foto de la papeleta tomada con un teléfono móvil antes de meterla en la urna. O el votante recibe una papeleta marcada previamente", anunció un investigador del caso que ha deseado permanecer en anonimato.
De igual forma, ha habido ciudadanos que confirmaron el hecho; entre ellos un ciudadano búlgaro, Ivo Plevenski, quien confesó que le “ofrecieron 50 euros para votar para un partido determinado”.
“Claro que lo aproveché, es un tercio de mi salario mensual y es un esfuerzo menudo que vendrá bien al presupuesto familiar”, agregó Plevenski, quien trabaja de empleado en una compañía de limpieza.
En este contexto, la policía del país europeo decomisó el sábado 350 mil papeletas electorales fraudulentas idénticas a las que se usan este domingo, en un almacén de la empresa que suministra los votos para las elecciones en la localidad de Kostinbrod, a unos 20 kilómetros de Sofía, la capital.
Al parecer los comicios del país balcánico serán recibidos por una gran abstención por parte de la población búlgara.
Según recientes encuestas, casi la mitad de la nación no reconoce como legítimo el proceso de votaciones.
Además, un 20 % de electores sigue indeciso, lo cual podría llevar a Bulgaria a un nuevo período de inestabilidad política.
sd/kt/ab/
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