El próximo 11 de Septiembre del 2013, un millón de musulmanes
estadounidenses marcharán a la Casa Blanca para exigir una verdadera
investigación sobre el 11-$. (Demasiado tarde pero mejor tarde que
nunca.)
Todo el mundo sabe que el AIPAC, el American Israel Public Affairs Committee, es el lobby más poderoso en Washington.
Sin embargo, a
partir del próximo 11 de septiembre, un nuevo grupo llamado AMPAC, el Comité Interamericano Musulmán de Acción Política, desafiará el
dominio del AIPAC en la vida política estadounidense.
AMPAC se dará a conocer con una "Marcha de un Millón de Musulmanes" a la Casa Blanca el 11 de septiembre de 2013, según han anunciado en
rueda de prensa los portavoces de AMPAC en Nueva York:
"AMPAC está planeando un evento histórico para el próximo 11 de Septiembre.
Un millón de musulmanes marcharemos a Washington DC para exigir que nuestros derechos civiles sean protegidos por nuestro gobierno.
Estamos exigiendo que se promulguen las leyes que protegen nuestros derechos, sobretodo la Primera Enmienda de la Constitución.
Exigeremos al Presidente Obama que cumpla con su promesa de su primera campaña a la presidencia de un gobierno transparente.
Exigeremos al Presidente Obama que cumpla con su promesa de su primera campaña a la presidencia de un gobierno transparente.
Por último, exigiremos la creación de una verdadera Comisión de Investigación sobre los atentados del 11 de Septiembre de 2001 para revelar la verdad al pueblo estadounidense ".
El fundador de AMPAC, el doctor médico, rabino y diputado de Kansas City, Tony Alam, un conocido político del Partido Demócrata de
Missouri, señala que "Los musulmanes estadounidenses, al igual que otros estadounidenses, fuimos atacados en el 11-S.
Más de 60 musulmanes
fueron asesinados en las demoliciones controladas, hechas con explosivos, de los tres rascacielos del World Trade Center en el 9/11 o 11-S.
Incluso, una mezquita en la Torre Sur fue aniquilada."
Alam señala que "los musulmanes y no musulmanes por igual quedamos traumatizados por el 9/11, pero nosotros, como musulmanes, seguimos doce años después siendo víctimizados por ser considerados los villanos del Siglo XXI.
"
Los tribunales norteamericanos tradicionalmente han sostenido que la Bill of Rights (Primera Enmienda) garantiza que todas las religiones
deben ser tratadas por igual por el gobierno. Alam asegura que, "La llamada "Guerra Contra el Terrorismo " en los países islámicos, las
audiencias del Congreso sobre el Islam en Estados Unidos, y los cambios en la ley civil, NDAA, son una serie de infracciones contra la
Primera Enmienda a la libertad religiosa.
"
Otros respresentantes de AMPAC también argumentan que el gobierno de EE.UU. y los medios de comunicación han mentido acerca del 9/11
y sus secuelas.
y sus secuelas.
De acuerdo con el comunicado de prensa de AMPAC:
"Estas mentiras repetidas a la población estadounidense han hecho imposible para nosotros la práctica de nuestra religión y el acercamiento al pueblo estadounidense no musulmán (Dawa)."
"El ataque a los derechos y libertades de los musulmanes estadounidenses en realidad parece haber comenzado unos días antes del 9/11, cuando agentes del FBI redaron las principales organizaciones musulmanas y cerraron sus servidores informáticos.
Las redadas"preventivas" del FBI impidieron a los musulmanes la libre expresión y difusión de su visión del 9/11: Que fue un auto-atentado presuntamente orquestado principalmente por elementos israelíes".
Encuestas independientes muestran que más del 80% de los musulmanes a nivel mundial, y dos tercios de los musulmanes estadounidenses,creen que el 11-S fue un auto-ataque de falsa bandera, y, sin duda, estas encuestas subestiman los números reales.
Sin embargo, los grandes
medios de comunicación, dominados por judíos sionistas, se han negado permitir que la perspectiva de los musulmanes sobre el 11-S sean
siquiera escuchadas, mucho menos debatidas.
A día de hoy, la mayoría de los estadounidenses creen erróneamente que los musulmanes aceptamos la versión oficial del 11-S.
El 11-S fue utilizado para restringir los derechos de libre expresión de los estadounidenses musulmanes - y no sólo- sobre el 9/11.
Sami al-Arian, líder organizador político estadounidense musulmán, fue hostigado y encarcelado después del 11-S por haber declarado públicamente su fuerte oposición al estado de apartheid de Israel.
En su juicio, los jurados fueron influidos por imágenes gráficas de israelíes mutilados por terroristas suicidas.
La acusación implícita que Al-Arian fue el responsable de estos actos de violencia simplemente porque era palestino, musulmán, y se opuso al apartheid israelí.
Otro líder musulmán estadounidense, el imán Luqman Ameen Abdullah de Detroit, Michigan, fue asesinado por el FBI en 2009 en represalia por
sus declaraciones criticando el imperialismo de EE.UU. y la injusticia.
Su cuerpo fue acribillado con 19 impactos de bala en una redada del FBI que recuerda a cuando el FBI asesinó a Fred Hampton y otros Panteras Negras en los años 60.
Imam Abdullah no es el único musulmán estadounidense asesinado por las autoridades estadounidenses por sus opiniones políticas.
Entre los
casos más conocidos está el del erudito Anwar al-Awlaki, quien, junto con su hijo y su nieto, fueron asesinados por los ataques con aviones no tripulados en Yemen. Al-Awlaki fue encarcelado, torturado, considerado erróneamente como un "terrorista", y finalmente asesinado por las autoridades estadounidenses debido a su oposición a la guerra contra el Islam iniciada y justificada por el 11-S.
La científica musulmana estadounidense, Dra. Aafia Siddiquio, influyente y políticamente comprometida, fue secuestrada, violada y torturada por las autoridades.
Al igual que muchos otros líderes musulmanes estadounidenses, que han sido juzgados por tribunales populares en ridículas acusaciones falsas con el fin de silenciar voces elocuentes.
El FBI y otras agencias de la policía secreta, junto con organizaciones vinculadas al Mossad israelí como la ADL, desde el 11-S han utilizado agentes federales y delincuentes contratados para infiltrarse, vigilar y aterrorizar a los fieles en las mezquitas, intimidando y coartando su libertad de expresión y de libre asociación.
Un objetivo clave del FBI ha sido la de atrapar a musulmanes jóvenes ingenuos para que aparezcan cómplices en "complots terroristas" que fueron inventados por el FBI.
A partir de 2006, EE.UU. ya había secuestrado y torturado a más de 80.000 musulmanes en todo el mundo, según The Guardian UK. Hoy, ese
número ha crecido, sin duda, en cientos de miles de personas.
Prácticamente todos son inocentes de actos de violencia.
Muchos han sido blanco de ataques debido a que fueron los líderes más carismáticos y abiertos, o los mejores organizadores de la comunidad musulmana.
Ante la realidad de la situación que recuerda a la de los judios en la Alemania nazi, la mayoría de los musulmanes americanos han sido
aterrorizados en silencio.
Pero hoy en día, más de una década después del 11-S, más y más personas están descubriendo el valor de hablar.
El año pasado, el fundador de AMPAC, rabino Dr. Alam, fue atacado por los medios dominados por sionistas, por haber planteado interrogantes
sobre el papel de Israel en el 11-S.
Alam se negó a dejarse intimidar.
En cambio, él respondió con la fundación de AMPAC y el lanzamiento de los planes para la Marcha de un Millón de Musulmanes a la Casa Blanca
para el próximo 11 de Septiembre.
¿Será el día que la AMPAC desaloje a la AIPAC de su trono?
Sólo el tiempo lo dirá.
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La noticia también en el blog de Ron Paul (Daily Paul)
Traducido por Greg Grisham