Carta Abierta y Apelación a Giorgio Napolitano, Presidente de la República de Italia; del Reverendo Kevin Annett, Secretario del Tribunal Internacional sobre Crímenes de la Iglesia y del Estado.
14 de Febrero de 2013-02-13
Estimado Presidente Napolitano:
En nombre de nuestro Tribunal y de las personas de conciencia en todas partes y de los millones de víctimas de abusos por parte de la iglesia, yo apelo ante usted por su próxima reunión con Joseph Ratzinger (Papa Benedicto), quien pronto se retirará del pontificado de la Iglesia de Roma.
Es de nuestro conocimiento que como consecuencia de la presión para que renunciara a su puesto a causa de su probada complicidad en el encubrimiento del tráfico de menores en su iglesia, y de otros crímenes contra la humanidad, Joseph Ratzinger está buscando asistencia del gobierno italiano para asegurarse protección e inmunidad de la persecución legal en su contra.
No necesito recordarle, Señor Presidente, que bajo la ley internacional y los tratados que han sido ratificados por Italia, usted y su gobierno tienen prohibición de dar dicha protección a aquellos que, como Joseph Ratzinger, han ayudado y encubierto acciones criminales tales como ordenar a Obispos y Cardenales en América y en todos lados, que protejan a conocidos violadores de menores que pertenecen al clero.
Su obligación hacia el Vaticano por los Pactos de Letrán no contradice o anula los requerimientos de las más altas leyes morales e internacionales; ni requiere que usted dé alguna protección o inmunidad a un individuo como Joseph Ratzinger, especialmente después de que él deje su oficina papal.
La necesidad de que usted acate las leyes internacionales y no confabule con Joseph Ratzinger es aún más verdadera cuando se considera la enormidad de los crímenes en los que el Vaticano y sus más altas autoridades son claramente culpables, de acuerdo a considerables evidencias reunidas y documentadas por nuestro Tribunal y otros grupos, y reconocidas por muchos gobiernos.
Solamente en Canadá, la Iglesia Católico-Romana y sus agentes del Vaticano han sido encontrados culpables de responsabilidad por el genocidio y la muerte de por lo menos 50,000 niños indígenas en el sistema de las escuelas residenciales indias que fueron fundadas por los jesuitas, y que operaron hasta 1996.
En Irlanda, más de 10,000 mujeres sufrieron y fueron explotadas en las Lavanderías de las Magdalenas que eran llevadas por el catolicismo, donde muchas de ellas murieron.
14 de Febrero de 2013-02-13
Estimado Presidente Napolitano:
En nombre de nuestro Tribunal y de las personas de conciencia en todas partes y de los millones de víctimas de abusos por parte de la iglesia, yo apelo ante usted por su próxima reunión con Joseph Ratzinger (Papa Benedicto), quien pronto se retirará del pontificado de la Iglesia de Roma.
Es de nuestro conocimiento que como consecuencia de la presión para que renunciara a su puesto a causa de su probada complicidad en el encubrimiento del tráfico de menores en su iglesia, y de otros crímenes contra la humanidad, Joseph Ratzinger está buscando asistencia del gobierno italiano para asegurarse protección e inmunidad de la persecución legal en su contra.
No necesito recordarle, Señor Presidente, que bajo la ley internacional y los tratados que han sido ratificados por Italia, usted y su gobierno tienen prohibición de dar dicha protección a aquellos que, como Joseph Ratzinger, han ayudado y encubierto acciones criminales tales como ordenar a Obispos y Cardenales en América y en todos lados, que protejan a conocidos violadores de menores que pertenecen al clero.
Su obligación hacia el Vaticano por los Pactos de Letrán no contradice o anula los requerimientos de las más altas leyes morales e internacionales; ni requiere que usted dé alguna protección o inmunidad a un individuo como Joseph Ratzinger, especialmente después de que él deje su oficina papal.
La necesidad de que usted acate las leyes internacionales y no confabule con Joseph Ratzinger es aún más verdadera cuando se considera la enormidad de los crímenes en los que el Vaticano y sus más altas autoridades son claramente culpables, de acuerdo a considerables evidencias reunidas y documentadas por nuestro Tribunal y otros grupos, y reconocidas por muchos gobiernos.
Solamente en Canadá, la Iglesia Católico-Romana y sus agentes del Vaticano han sido encontrados culpables de responsabilidad por el genocidio y la muerte de por lo menos 50,000 niños indígenas en el sistema de las escuelas residenciales indias que fueron fundadas por los jesuitas, y que operaron hasta 1996.
En Irlanda, más de 10,000 mujeres sufrieron y fueron explotadas en las Lavanderías de las Magdalenas que eran llevadas por el catolicismo, donde muchas de ellas murieron.
Y alrededor del mundo en instituciones similares de la iglesia se ha causado una enorme mortandad, enfermedades y ruina para millones de niños.
Y aún así la iglesia nunca ha sido encontrada responsable o enjuiciada por estas muertes y el robo de enormes riquezas de naciones enteras.
Con la reciente iniciativa de por lo menos un gobierno europeo y una gran cantidad de abogados de llevar a Joseph Ratzinger y a otros oficiales eclesiásticos a juicio por esos crímenes, nosotros sentimos que no le incumbe a usted ni asistir ni dejarse ver asistiendo o condonando el intento de él de evadir, obstruir o retrasar la justicia, a menos que usted quiera exponerse a un cargo de complicidad en un crimen.
En nombre de nuestro Tribunal y de mucha gente que no puede hablar, yo le pido a usted que sea firme en la ley de las naciones y de la humanidad, y no ofrezca apoyo o protección a Joseph Ratzinger o a sus cómplices, en sus esfuerzos para evadir la responsabilidad de los crímenes que se les han comprobado.
Quedo en espera de su respuesta, y de discutir más este tema con usted cuando visite su país en Mayo, en compañía de una delegación sobre Derechos Humanos para investigar este asunto con mayor detalle.
Atentamente,
Kevin D. Annett, M.A., M.Div.
Secretario, Tribunal Internacional sobre Crímenes de la Iglesia y el Estado.
Oficina Central, Bruselas.
Cc. A los medios mundiales de comunicación
Confirmación envío por fax y correo de Kevin Annett al Sr . Presidente Giorgio Napolitano
Ver recibo original
Con la reciente iniciativa de por lo menos un gobierno europeo y una gran cantidad de abogados de llevar a Joseph Ratzinger y a otros oficiales eclesiásticos a juicio por esos crímenes, nosotros sentimos que no le incumbe a usted ni asistir ni dejarse ver asistiendo o condonando el intento de él de evadir, obstruir o retrasar la justicia, a menos que usted quiera exponerse a un cargo de complicidad en un crimen.
En nombre de nuestro Tribunal y de mucha gente que no puede hablar, yo le pido a usted que sea firme en la ley de las naciones y de la humanidad, y no ofrezca apoyo o protección a Joseph Ratzinger o a sus cómplices, en sus esfuerzos para evadir la responsabilidad de los crímenes que se les han comprobado.
Quedo en espera de su respuesta, y de discutir más este tema con usted cuando visite su país en Mayo, en compañía de una delegación sobre Derechos Humanos para investigar este asunto con mayor detalle.
Atentamente,
Kevin D. Annett, M.A., M.Div.
Secretario, Tribunal Internacional sobre Crímenes de la Iglesia y el Estado.
Oficina Central, Bruselas.
Cc. A los medios mundiales de comunicación
Confirmación envío por fax y correo de Kevin Annett al Sr . Presidente Giorgio Napolitano
Ver recibo original
