Irán condenó enérgicamente el lunes la muerte bajo tortura de Arafat Yaradat, un preso palestino, en una cárcel del régimen de Israel y la calificó de una violación obvia de los derechos humanos.
En un comunicado, el ministerio de Asuntos Exteriores de Irán pidió a las organizaciones internacionales de los derechos humanos que pongan freno a las atrocidades que comete el régimen de Tel Aviv contra los presos palestinos desobedeciendo las leyes internacionales.
“No cabe duda que los actos brutales de los sionistas contra los prisioneros palestinos tienen raíz en el fracaso del régimen israelí en la gestión de su crisis interna que le ha obligado huir hacia delante”, reza el texto.
Sin embargo, aseguró que el derramamiento de sangre de los palestinos reforzará el espíritu de resistencia de sus compatriotas ante el régimen israelí.
La Cancillería persa reiteró su condena a las políticas expansionistas del régimen israelí y la construcción de asentamientos ilegales en los territorios ocupados.
El sábado pasado, Arafat Yaradat perdió la vida en la cárcel israelí Megiddo, ubicada al norte de los territorios ocupados palestinos por tortura y no por un paro cardíaco, como había informado previamente el régimen de Tel Aviv.
El ministro para los Asuntos de Prisioneros y Exdetenidos del Estado de Palestina, Issa Qaraqe, anunció el domingo que durante la autopsia, realizada en presencia de funcionarios palestinos, se habían encontrado seis huesos rotos en el cuerpo de Yaradat: en su cuello, en su columna, en sus brazos y en sus piernas.
Yaradat fue detenido sin juicio hace una semana por las fuerzas de seguridad del régimen israelí bajo la acusación de haber lanzado piedras a los soldados israelíes.
La muerte de Yaradat ha provocado amplias protestas y manifestaciones en diversa zonas de Palestina en demanda de una investigación internacional.
ka/rh/msf
En un comunicado, el ministerio de Asuntos Exteriores de Irán pidió a las organizaciones internacionales de los derechos humanos que pongan freno a las atrocidades que comete el régimen de Tel Aviv contra los presos palestinos desobedeciendo las leyes internacionales.
“No cabe duda que los actos brutales de los sionistas contra los prisioneros palestinos tienen raíz en el fracaso del régimen israelí en la gestión de su crisis interna que le ha obligado huir hacia delante”, reza el texto.
Sin embargo, aseguró que el derramamiento de sangre de los palestinos reforzará el espíritu de resistencia de sus compatriotas ante el régimen israelí.
La Cancillería persa reiteró su condena a las políticas expansionistas del régimen israelí y la construcción de asentamientos ilegales en los territorios ocupados.
El sábado pasado, Arafat Yaradat perdió la vida en la cárcel israelí Megiddo, ubicada al norte de los territorios ocupados palestinos por tortura y no por un paro cardíaco, como había informado previamente el régimen de Tel Aviv.
El ministro para los Asuntos de Prisioneros y Exdetenidos del Estado de Palestina, Issa Qaraqe, anunció el domingo que durante la autopsia, realizada en presencia de funcionarios palestinos, se habían encontrado seis huesos rotos en el cuerpo de Yaradat: en su cuello, en su columna, en sus brazos y en sus piernas.
Yaradat fue detenido sin juicio hace una semana por las fuerzas de seguridad del régimen israelí bajo la acusación de haber lanzado piedras a los soldados israelíes.
La muerte de Yaradat ha provocado amplias protestas y manifestaciones en diversa zonas de Palestina en demanda de una investigación internacional.
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