En un extenso artículo, el medio explicó la trastienda de la decisión de difundir la imagen bajo la creencia de que era una primicia sobre la salud del mandatario venezolano.
Pese a que había dudas sobre el origen del material, nunca se cuestionó que era relevante.
El diario español pagó 15 mil euros por la falsa imagen, según contó el director adjunto, Vicente Jiménez.
En una nota publicada en la edición de ayer, el diario El País de España consideró que la publicación de la falsa foto de Hugo Chávez, difundida el pasado jueves, fue uno de “los mayores errores de su historia”, admitió que la decisión se tomó sin chequear por su cuenta el origen de la imagen y aseguró que se entusiasmaron por “tener una exclusiva mundial”.
En un extenso artículo periodístico donde se reconstruye la trama de la publicación de la falsa foto del mandatario venezolano, en la que supuestamente aparece moribundo y entubado, el director del diario Javier Moreno explicó que creían “tener verificada una fotografía que no había sido verificada”.
A su vez, el director adjunto del medio, Vicente Jiménez, que se desempeñaba en ese momento como responsable del diario porque Moreno se encontraba cubriendo el Foro de Davos, afirmó que nadie le transmitió “dudas serias sobre la conveniencia de no publicarla o sobre su autenticidad”.
A su regreso de Davos, Moreno analizó los hechos con el Comité de Dirección y el Comité Profesional, anunció cambios para mejorar el método en la toma de decisiones y encargó un relato pormenorizado de los hechos a dos reconocidos periodistas del diario.
A su regreso de Davos, Moreno analizó los hechos con el Comité de Dirección y el Comité Profesional, anunció cambios para mejorar el método en la toma de decisiones y encargó un relato pormenorizado de los hechos a dos reconocidos periodistas del diario.
“Salvo un subdirector, que dudaba si debíamos publicar la imagen de un enfermo, todos estábamos de acuerdo en que era una noticia relevante porque el gobierno venezolano no informa sobre la salud de su presidente”, justificó Jiménez la decisión, revelando que nadie siquiera manifestó que publicar esa imagen, de haber sido cierta, hubiera sido un avasallamiento a la privacidad.
La difusión de la imagen fue acordada luego de su adquisición a la agencia de información Gtres Online, que se la ofreció a El País pese a que varios medios venezolanos –entre ellos la cadena de noticias Telesur– habían advertido unos días antes que estaba circulando esa foto, que en realidad corresponde a un fotograma de un video grabado en 2008 de una persona anónima.
La difusión de la imagen fue acordada luego de su adquisición a la agencia de información Gtres Online, que se la ofreció a El País pese a que varios medios venezolanos –entre ellos la cadena de noticias Telesur– habían advertido unos días antes que estaba circulando esa foto, que en realidad corresponde a un fotograma de un video grabado en 2008 de una persona anónima.
Luego de pagar 15 mil euros por la falsa imagen, según afirmó Jiménez, las autoridades consideraron que la fotografía era buena y prosiguieron de forma natural con su difusión.
“Hicimos una cesión de confianza a la agencia a pesar de que había puntos que no se podían comprobar”, admitió el director adjunto, al tiempo que reconoció:
“Hicimos mal nuestro trabajo”.
Al momento de recibir la oferta de la agencia con la supuesta foto de Chávez, en una reunión que Jiménez mantuvo con los subdirectores adjuntos del diario, existía, según la nota, “la sensación de tener una exclusiva mundial”.
Al momento de recibir la oferta de la agencia con la supuesta foto de Chávez, en una reunión que Jiménez mantuvo con los subdirectores adjuntos del diario, existía, según la nota, “la sensación de tener una exclusiva mundial”.
Con este concepto de primicia, las autoridades periodísticas buscaron “despejar incógnitas”, por lo que un subdirector del diario español se reunió con un representante de la agencia, quien insistió en que la foto era fiable, pese a no revelar ni la identidad del contacto en España, ni del supuesto fotógrafo.
Ante la falta de pruebas sobre la verosimilitud de la imagen, la respuesta de la agencia conformó a El País, que decidió avanzar con la publicación.
Ante la falta de pruebas sobre la verosimilitud de la imagen, la respuesta de la agencia conformó a El País, que decidió avanzar con la publicación.
El jefe de fotografía del diario, Luis Magán, recordó que la decisión de la publicación “fue colectiva”.
A partir de las 21 de aquel día se comenzó a editar la imagen para la edición impresa.
La fotografía falsa pasó por más manos: diseño, fotografía, internacional y se volcó en el sistema de edición Hermes, por lo que numerosos redactores ya la pudieron observar en pantalla.
Treinta minutos antes, el director adjunto y los subdirectores mostraron la imagen a Guillermo Altares, redactor jefe de Internacional.
“¿Esto es lo que creo que es?
¿Están seguros al ciento por ciento?”, preguntó el periodista a sus jefes.
“Estaban muy seguros de lo que tenían”, recordó.
En ese momento, Altares propuso hablar con el colaborador en Caracas, Ewald Scharfenberg, pero se decidió no comunicarle la noticia por temor de que a través de la conversación telefónica se filtrara la exclusiva.
“Llega un momento en que tenemos que arriesgarnos o no, Hugo Chávez no aparece en público desde el pasado mes de diciembre ni acudió a su toma de posesión en Caracas al permanecer convaleciente en La Habana. Su dolencia está rodeada de secretismo”, señaló Magán.
Según el relato del diario español, Mokhtar Atitar, editor gráfico de la web del diario, vio la fotografía y dudó, por lo que le expresó sus reticencias al jefe de fotografía.
“Llega un momento en que tenemos que arriesgarnos o no, Hugo Chávez no aparece en público desde el pasado mes de diciembre ni acudió a su toma de posesión en Caracas al permanecer convaleciente en La Habana. Su dolencia está rodeada de secretismo”, señaló Magán.
Según el relato del diario español, Mokhtar Atitar, editor gráfico de la web del diario, vio la fotografía y dudó, por lo que le expresó sus reticencias al jefe de fotografía.
Sin embargo, esa desconfianza no amilanó a las autoridades en una decisión que ya estaba tomada: El País iba camino a lo que el mismo diario definió como “uno de los mayores errores de su historia”.
Cuando los primeros ejemplares impresos del diario llegaron a Latinoamérica comenzaron a surgir dudas respecto de la veracidad de la foto en las redes sociales.
Cuando los primeros ejemplares impresos del diario llegaron a Latinoamérica comenzaron a surgir dudas respecto de la veracidad de la foto en las redes sociales.
Conocido el “patinazo” –así lo califica el diario–, el director tomó la iniciativa de paralizar la distribución de la edición en papel.
Según el editorial publicado ayer, el gasto de la reimpresión del diario generó un costo adicional de 225.000 euros.
Tras descubrirse la falsedad de la fotografía, la fuente que la había proporcionado cambió la versión y explicó que la intermediaria en España era una venezolana que recibió una foto enviada por su hermana a través de Whatsapp desde Venezuela.