“Las medidas aplicadas por Cuba en la actualización de su modelo económico con vista a lograr la soberanía alimentaria pueden convertirse en un ejemplo para la humanidad”, aseguró este viernes un alto directivo de la FAO.
El Oficial Principal de Políticas de la Oficina Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Adoniram Sánches, llamó la atención sobre el proceso de entrega de tierras en la isla para la producción de alimentos.
Esa parte de la “estrategia cubana es muy interesante, con medidas para descentralizar las tierras, vinculadas a una perspectiva de seguridad alimentaria, sobre todo en la parte nutricional, para tener la soberanía, la autonomía sobre los alimentos que produce”, expresó.
El experto de la oficina para América Latina y el Caribe reconoció que en la región existen modelos económicos y políticos diferentes, pero mientras en pleno siglo XXI se está discutiendo el tema de la pobreza extrema, la subnutrición y la desnutrición; Cuba ya venció esos males.
“Desde hace mucho tiempo, entre los 33 países de la región, Cuba erradicó la subnutrición, con indicadores impresionantes, el problema fue tratado por la más alta esfera pública”, subrayó.
Sánches, quien fuera secretario de Agricultura Familiar del Ministerio de Desarrollo Agrario de Brasil, reflexionó sobre los logros del país caribeño, pese a la política de bloqueo económico, comercial y financiero decretada en su contra por Estados Unidos desde hace más de medio siglo.
“Es un caso de extremo éxito, porque Cuba tiene un conjunto de islas vecinas que no pudieron llegar a donde llegó Cuba, bajo un bloqueo injusto, duro, pero llegó donde llegó al punto que ahora la estrategia de Cuba se dirige a otro nivel: la calidad de los alimentos”, comentó.
En su opinión, el análisis evidencia una historia de resistencia de la isla, para lograr su soberanía alimentaria en medio del bloqueo norteamericano, y puso como ejemplo el desarrollado de la agricultura urbana.
Este jueves, la oficina regional de la FAO dio a conocer aquí el Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe 2012, según el cual 49 millones de personas son víctimas del hambre en el área.
El informe precisa que, de los 33 países del subcontinente, solo nueve cuentan con una tasa de prevalencia de hambre inferior al cinco por ciento, entre ellos Cuba, Venezuela, Argentina, México, Uruguay y Chile. En 16 naciones del área, la tasa es superior al 10 por ciento. “Hoy por hoy, para llegar a ese nivel en la cancha, se juega con conceptos de calidad de alimentos, ya no se trata de deficiencia, sino de calidad”, comentó Sánches.
De acuerdo con el funcionario, por ese camino van países como Cuba, que tienen una estrategia de seguridad alimentaria y nutricional para promover los alimentos frescos, saludables y de fácil acceso.
Desde la perspectiva de la FAO, precisó, Cuba hoy para el Caribe es un ejemplo, y resulta de interés que en el área no solo ponga en movimiento sus médicos y su asistencia, sino también sus nutricionistas y su agricultura.
La isla “resolvió el problema con la sigatoka en los plátanos, una enfermedad que devasta las plantaciones, y que ahora es un problema serio en Ecuador y otros países”, recordó el exministro, quien invitó a preguntarse: “cómo llegó Cuba a donde llegó con pocos recursos, con qué tecnología, y con qué costo”.
Sánches señaló que dentro de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) hay muchos países interesados en la cooperación bilateral y trilateral, empeñados en lograr la soberanía alimentaria, un concepto que aún no utiliza FAO.
El funcionario se refirió a los mecanismos de defensa de varias naciones contra el accionar de las transnacionales de los alimentos, a través de leyes que ponen límites a las compras del capital extranjero.
“Es un proceso muy interesante también, porque la tierra y el agua son recursos naturales de los pueblos, y tienen efecto sobre la población a futuro, se necesita que los recursos naturales sean bien manejados”, expresó el directivo.
Reconoció que las medidas protectoras tienden a evitar que las empresas foráneas introduzcan productos tóxicos en los cultivos, sobre exploten la fertilidad de los suelos o hagan un uso inadecuado del agua. “Son recursos que se agotan a lo largo del tiempo”, enfatizó.
El experto de las Naciones Unidas consideró muy importante que Cuba asuma a fines de enero próximo la presidencia pro témpore de la Celac, durante la cumbre que tendrá lugar en esta capital.
“Ese cambio de un país a otro en las organizaciones regionales siempre incorpora elementos de la agenda de los países que la dirigen, y en este caso debe incentivar la cooperación sur-sur”, estimó.
El funcionario informó que la oficina regional de la FAO manifestó a la actual presidencia pro témpore de la Celac, en manos de Chile, toda la disponibilidad e intención para ayudar desde la perspectiva de la cooperación sur-sur.
“Nuestro coordinador general envió un comunicado al gobierno de Chile para ofrecer los servicios de la FAO, de tal manera que pueda participar de una de las secretarías ejecutivas del área social de la Celac, para ser más agresivos en los procesos de cooperación y de intercambio de experiencias en las áreas sociales en los 33 países de América Latina y el Caribe”, precisó.
En opinión de Sánches, con Cuba a la cabeza se abren nuevas posibilidades a partir de enero, pues hay países que armaron sistemas interesantes de protección social, pero necesitan ponerse más en acción para ayudar a otros que están en procesos de armar sus políticas, definir conceptos y costos, entre otras precisiones.
“Quizás para el próximo año podamos estar vinculados con mucha más fuerza con la nueva presidencia pro témpore de la Celac”, concluyó.
PL