De repente, ¡zas! vuelve la cortina de humo. Prima de riesgo, desempleo, desahucios, pánico laboral, recortes, carestía, luchas sociales, marchas, huelgas, manifestaciones….quedan eclipsados.
La razón es poderosa: un jugador de fútbol con unos ingresos superiores a un millón de euros al mes está triste.
Y el sistema mediático hace suya la tragedia y hablan y escriben con preocupación por tan dramático caso.
Cristiano Ronaldo está triste se convierte en lo más visto en la prensa, lo más seguido en el twitter y el tema acapara todos los comentarios habidos y por haber.
No es para menos, pero también descifra dos cosas: que el régimen anda buscando clavos donde agarrarse y que el tsunami que se tiene que llevar por delante a los ronaldos todos está algo lejos.
Todavía.