Pablo Gonzalez

Capriles y sus promesas en la Av. Bolívar: Todo está en las páginas amarillas


El candidato de la burguesía, Henrique Capriles Radonski logró levantar el ánimo de sus emperifollados seguidores en la avenida Bolívar de Caracas cuando anunció que volverá a poner al aire al extinto canal RCTV. Ninguna de sus anteriores frases había movido al público.

A Capriles se le ocurrió saludar a Jordano (¿?), (¿No será Yordano?) quien estuvo en el acto, y mencionar a "Por estas calles", novela de Ibsen Martínez hecha en 1992, es decir, novela cuestionadora de lo que pasaba en la IV república. Ah muchacho...


Luego de la aseveración rctvera Capriles desvió su discurso (como en los viejos tiempos desvió una marcha) hacia la independencia.

"Quiero decirle a ese candidato que la independencia se la debemos a Bolívar y a los libertadores. 
 
Y Bolívar es de todos". Para nada recordó cómo sus compinches bajaron el cuadro del Padre de la Patria apenas llegaron (fugazmente) al palacio de Miraflores.

Luego se dedicó, siempre según la lista que le dieron, (incapaz de recordar nada) a enumerar los "regalos" que Venezuela ha hecho:

"Este gobierno quiere exportar su revolución: le regaló un estadio a Oruro (Bolivia)

Le dio dinero a una televisora pública en Ecuador

Le dio Petrocasas a Guatemala

Le dio bombillos ahorradores a EEUU

"En mi gobierno eso se acabó. No podemos regalar el dinero que es de todos" o algo así dijo.

Mostró un librito donde están las promesas de Chávez y la lista de lo que, según él, no ha cumplido el candidato de la Revolución.


"No tenemos recursos para publicarlo, pero sería bueno que lo leyeran". Patético.


Luego vendría la guinda del postre.

Capriles Radonski se ocupó de hablar de su programa de gobierno, contenido en las páginas amarillas de la guía telefónica, porque otra cosa no puede ser eso:


¿Quieren empleos? Aquí están

Quieren médicos? Aquí están

¿Quieren viviendas? Aquí están

¿Quieren colegios? Aquí están

Las Páginas amarillas, porque no se detuvo en ninguno de los puntos de su programa para explicarlo a sus seguidores.

Luego, al invitar a votar por el flaquito (él) y dando por descontada su victoria el próximo domingo, Capriles puso punto final a su largo discurso, el más largo de su campaña. En serio.


Enseguida se puso a regalar gorras para que no se quedaran frías mientras la música de sábado sensacional hecha para la ocasión se dejaba escuchar.
 
 Los seguidores no avanzaron hacia Miraflores. 
 
Ya conocen el camino de retorno. Irreversible.

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