Aplaudimos que se estén desarrollando los pasos necesario para alcanzar un acuerdo que lleve a la paz en suelo colombiano, no obstante, he de manifestar que observando objetivamente los datos y siendo realistas, Colombia no presenta las condiciones necesarias para que esa paz sea posible, pues a las fosas comunes, la corrupción imperante, el crimen organizado infiltrado en el gobierno, él para-estado, la persecución y asesinato de periodistas, sindicalistas y luchadores sociales, la infiltración de la ideología fascista en los órganos de poder y en un segmento muy amplio de la población, el poder que ejerce la administración de los EEUU en las esferas de poder del estado colombiano, etc… Incluso, de alcanzarse como resultado el desarme de las fuerzas revolucionarias, y ante estas condiciones, lo probable es que ocurra otro “Baile Rojo”.
El documento:
La instalación formal de los diálogos está prevista para el mes de octubre en la ciudad de Oslo (capital Noruega), de ahí los delegados de Gobierno y guerrilla se dirigirán nuevamente a La Habana para sentarse a negociar con la aspiración de no levantarse de la mesa hasta no suscribir un pacto de paz que ponga fin a casi de 50 años de conflicto.
Este proceso de paz comenzó a gestarse en mayo pasado cuando se iniciaron conversaciones secretas en La Habana, que contaron con el acompañamiento de los gobiernos de Venezuela, Cuba y Noruega.
Los arquitectos de este proceso por parte de las FARC fueron el comandante guerrillero Mauricio, más conocido como “El Médico”, quien sucedió al asesinado Jorge Briceño, conocido como el “Mono Jojoy”. También participaron los rebeldes Rodrigo Granda, Marcos Calarcá y Andrés París.
Por parte del Gobierno colombiano fueron partícipes del proceso el actual consejero para la Seguridad, Sergio Jaramillo; el ministro del Medio Ambiente, Frank Pearl y Enrique Santos Calderón, hermano del presidente, Juan Manuel Santos.
El primer paso hacia la paz
En agosto de 2011 el máximo jefe de las FARC, Alfonso Cano, anunció el deseo de la guerrilla de emprender diálogos de paz que pusieran fin a la guerra que vive Colombia desde hace casi medio siglo.
En un video divulgado por la Agencia de Noticias Nueva Colombia (ANNCOL) y enviado a todos los medios de comunicación, Cano le recordó a Santos que “en su discurso de posesión, prometió dejar atrás los odios que habían caracterizado los ocho años del anterior Gobierno”.
“Las FARC-EP quieren hoy reiterar una vez más que creemos en la solución política, que creemos en el diálogo, que creemos viable la consigna central de este evento, la consideramos justa, el diálogo es la ruta”, afirmaba Cano en la grabación.
En un comunicado emitido el pasado 19 de abril, las FARC reiteraron su disposición a iniciar un proceso de diálogo con el Gobierno presidido por Juan Manuel Santos y destacaron que las conversaciones no apuntan a ningún tipo de rendición y entrega.
Subrayaron que la reincorporación a la vida civil implica y exige una Colombia distinta, por lo que confían “en que sea esa la voluntad oficial. Así, sin duda, podremos entre todos desenterrar la Paz. Sin más ases bajo la manga, Santos”.
El Mandatario colombiano por su parte había afirmado el pasado mes de julio que “Colombia lo necesita y se lo merece después de tanta sangre que se ha derramado. ¿Se imagina nuestro país en paz?”, enfatizó.
Según una encuesta publicada el pasado jueves, el 74,2 por ciento de los colombianos apoyaría un diálogo con las FARC.
La salida no está por la vía de las armas
El fiscal general de Colombia, Eduardo Montealegre, afirmó este mismo lunes que “la salida al conflicto colombiano no está por la vía de las armas”.
A través de varios medio radiales, Montealegre reiteró que “la superación de este conflicto de tantas décadas es a través de un proceso de paz” y recalcó que “la paz es un deber y un derecho constitucional”.
“No podemos olvidar la exigencia de que el Presidente de la República mantenga el orden público en el país, además tiene unos deberes como es el de conseguir y conservar la paz” afirmó.
Telesur
El documento:
La instalación formal de los diálogos está prevista para el mes de octubre en la ciudad de Oslo (capital Noruega), de ahí los delegados de Gobierno y guerrilla se dirigirán nuevamente a La Habana para sentarse a negociar con la aspiración de no levantarse de la mesa hasta no suscribir un pacto de paz que ponga fin a casi de 50 años de conflicto.
Este proceso de paz comenzó a gestarse en mayo pasado cuando se iniciaron conversaciones secretas en La Habana, que contaron con el acompañamiento de los gobiernos de Venezuela, Cuba y Noruega.
Los arquitectos de este proceso por parte de las FARC fueron el comandante guerrillero Mauricio, más conocido como “El Médico”, quien sucedió al asesinado Jorge Briceño, conocido como el “Mono Jojoy”. También participaron los rebeldes Rodrigo Granda, Marcos Calarcá y Andrés París.
Por parte del Gobierno colombiano fueron partícipes del proceso el actual consejero para la Seguridad, Sergio Jaramillo; el ministro del Medio Ambiente, Frank Pearl y Enrique Santos Calderón, hermano del presidente, Juan Manuel Santos.
El primer paso hacia la paz
En agosto de 2011 el máximo jefe de las FARC, Alfonso Cano, anunció el deseo de la guerrilla de emprender diálogos de paz que pusieran fin a la guerra que vive Colombia desde hace casi medio siglo.
En un video divulgado por la Agencia de Noticias Nueva Colombia (ANNCOL) y enviado a todos los medios de comunicación, Cano le recordó a Santos que “en su discurso de posesión, prometió dejar atrás los odios que habían caracterizado los ocho años del anterior Gobierno”.
“Las FARC-EP quieren hoy reiterar una vez más que creemos en la solución política, que creemos en el diálogo, que creemos viable la consigna central de este evento, la consideramos justa, el diálogo es la ruta”, afirmaba Cano en la grabación.
En un comunicado emitido el pasado 19 de abril, las FARC reiteraron su disposición a iniciar un proceso de diálogo con el Gobierno presidido por Juan Manuel Santos y destacaron que las conversaciones no apuntan a ningún tipo de rendición y entrega.
Subrayaron que la reincorporación a la vida civil implica y exige una Colombia distinta, por lo que confían “en que sea esa la voluntad oficial. Así, sin duda, podremos entre todos desenterrar la Paz. Sin más ases bajo la manga, Santos”.
El Mandatario colombiano por su parte había afirmado el pasado mes de julio que “Colombia lo necesita y se lo merece después de tanta sangre que se ha derramado. ¿Se imagina nuestro país en paz?”, enfatizó.
Según una encuesta publicada el pasado jueves, el 74,2 por ciento de los colombianos apoyaría un diálogo con las FARC.
La salida no está por la vía de las armas
El fiscal general de Colombia, Eduardo Montealegre, afirmó este mismo lunes que “la salida al conflicto colombiano no está por la vía de las armas”.
A través de varios medio radiales, Montealegre reiteró que “la superación de este conflicto de tantas décadas es a través de un proceso de paz” y recalcó que “la paz es un deber y un derecho constitucional”.
“No podemos olvidar la exigencia de que el Presidente de la República mantenga el orden público en el país, además tiene unos deberes como es el de conseguir y conservar la paz” afirmó.
Telesur