Armas y municiones por valor de 2,5 millones de dólares, en poder de un cubano emigrado residente en California, están sujetas a normas de confiscación del gobierno, a pesar de que el hombre había transferido la propiedad de todo el arsenal a su esposa, dictaminó este lunes un tribunal federal de apelaciones.
El emigrante Robert Ferro quien fue sentenciado en el 2007 a 65 meses en una prisión federal por posesión ilegal de armas, dijo que eran para un atentado contra Fidel Castro o su gobierno en La Habana, aseguró el fallo del Tribunal.
El reporte de prensa aparece hoy en el diario de San Bernardino, California, The Press Enterprise.
Por supuesto, el Tribunal de EEUU no evaluó las declaraciones a favor del magnicidio contra el entonces Presidente Fidel Castro, sino la pertinencia de que Ferro, o su esposa, pudieran almacenar tal cantidad de armas en una casa en California.
El panel de tres jueces de la Corte del 9 º Circuito de Apelaciones de EEUU también dijo el lunes, 11 de junio, que María Ferro, esposa de Robert Ferro, debe ser interrogada para saber si es responsable del uso excesivo de esas armas.
El lenguaje de la sentencia parece alterar la forma en que jueces revisarán en el futuro los procesos de incautaciones excesivas de armas, cuya tenencia es legal en California.
Por supuesto, el Tribunal de EEUU no evaluó las declaraciones a favor del magnicidio contra el entonces Presidente Fidel Castro, sino la pertinencia de que Ferro, o su esposa, pudieran almacenar tal cantidad de armas en una casa en California.
El panel de tres jueces de la Corte del 9 º Circuito de Apelaciones de EEUU también dijo el lunes, 11 de junio, que María Ferro, esposa de Robert Ferro, debe ser interrogada para saber si es responsable del uso excesivo de esas armas.
El lenguaje de la sentencia parece alterar la forma en que jueces revisarán en el futuro los procesos de incautaciones excesivas de armas, cuya tenencia es legal en California.
Los jueces devolvieron el caso a un tribunal inferior para su revisión y, específicamente, no hicieron ningún comentario acerca de lo que debería ser el resultado.
En el fallo combinado de los casos, en que los acusados aparecen con “1.679 armas de fuego; 87,983 unidades de munición, 3 cohetes y numerosos fusibles”, los jueces reconocieron que este es “lo que entendemos como el más grande decomiso civil de armas de fuego en la historia estadounidense… en posesión ilegal de un delincuente convicto.
En el fallo combinado de los casos, en que los acusados aparecen con “1.679 armas de fuego; 87,983 unidades de munición, 3 cohetes y numerosos fusibles”, los jueces reconocieron que este es “lo que entendemos como el más grande decomiso civil de armas de fuego en la historia estadounidense… en posesión ilegal de un delincuente convicto.
Esta es una orden de decomiso en contra de cientos de armas coleccionables (sic) por valor de $ 2,55 millones. ”
“Algunas de las armas de fuego están chapadas en oro, mientras que otras son de principios del siglo XX, rarezas, algunas valorados en 10.000 dólares o más”, dijo el fallo, y agregó que la Agencia de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego de EEUU pondrá algunas de las armas en su museo, en lugar de destruirlas.
Las armas y municiones fueron incautadas durante la investigación y el caso penal contra Robert Ferro, quien fue sentenciado en agosto de 2007.
Ferro reclamó las armas con el argumento de que eran para atacar a Fidel Castro y declaró que era miembro de Alpha 66, un grupo terrorista radicado en EEUU célebre por sus actos violentos contra Cuba.
La organización desconoció cualquier vínculo con él, y durante la sentencia Ferro dijo que no se había asociado con el grupo durante 30 años.
“Algunas de las armas de fuego están chapadas en oro, mientras que otras son de principios del siglo XX, rarezas, algunas valorados en 10.000 dólares o más”, dijo el fallo, y agregó que la Agencia de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego de EEUU pondrá algunas de las armas en su museo, en lugar de destruirlas.
Las armas y municiones fueron incautadas durante la investigación y el caso penal contra Robert Ferro, quien fue sentenciado en agosto de 2007.
Ferro reclamó las armas con el argumento de que eran para atacar a Fidel Castro y declaró que era miembro de Alpha 66, un grupo terrorista radicado en EEUU célebre por sus actos violentos contra Cuba.
La organización desconoció cualquier vínculo con él, y durante la sentencia Ferro dijo que no se había asociado con el grupo durante 30 años.
Pero Ferro mantuvo en su declaración, y así se recoge en la sentencia de la Corte Federal de Riverside ante la Jueza Virginia Phillios que las armas “se iban a utilizar en Cuba, en La Habana”.
Junto con las armas convencionales, había otras ilegales: 35 ametralladoras, 130 silenciadores y dos rifles de cañón corto, junto con una granada de mano, tubos de lanzacohetes militares y piezas de granadas.
Ferro ya había sido declarado culpable en un tribunal estatal en 1991 por posesión ilegal de explosivos, de manera que él no podía tener bajo su custodia ese arsenal, aseguró la decisión del Tribunal.
El Tribunal de Apelaciones también dijo que Ferro había transferido la propiedad de las armas a María.
Junto con las armas convencionales, había otras ilegales: 35 ametralladoras, 130 silenciadores y dos rifles de cañón corto, junto con una granada de mano, tubos de lanzacohetes militares y piezas de granadas.
Ferro ya había sido declarado culpable en un tribunal estatal en 1991 por posesión ilegal de explosivos, de manera que él no podía tener bajo su custodia ese arsenal, aseguró la decisión del Tribunal.
El Tribunal de Apelaciones también dijo que Ferro había transferido la propiedad de las armas a María.
El panel dijo que el tribunal de primera instancia se centró sólo en la conducta de Robert Ferro y no en culpabilidad de María Ferro, o falta de ella, respecto a la recolección ilegal de armas.
CUBADEBATE
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