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A los japoneses no les gusta el sexo

 
No hay sexo en Japón; mientras en Occidente llama la atención la promiscuidad con que los jóvenes empiezan su vida sexual, lo que ha generado un aumento en el número de embarazos tempranos y de enfermedades venéreas, en Japón la preocupación está en el otro extremo: sus jóvenes no quieren tener relaciones sexuales e incluso algunos las odian.

Así lo demostró una encuesta del Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de ese país, en la que interrogaron a hombres y mujeres entre los 16 y 19 años sobre sus preferencias sexuales.
 
 El 35,1 por ciento de los varones dijeron que no les importaba o sentían aversión a tener relaciones sexuales, una cifra superior al 17,5 por ciento de jóvenes que respondieron lo mismo en una encuesta similar en 2008. 
 
En las mujeres, el desin-terés hacia este tema aumentó al 59 por ciento, comparado con el 12 por ciento de hace dos años.
 
 Los resultados concuerdan con otro sondeo hecho por O-net entre japoneses menores de 20 años, según el cual 83,7 por ciento de hombres confesaron que no estaban en una relación sentimental y 49,3 admitieron no haber tenido nunca novia.

Se les llama herbívoros por su extrema timidez al seducir a una mujer o por tener muy poco interés en el sexo opuesto. 
 
“Sin duda hay un creciente desinterés por las relaciones humanas en una sociedad que vive muy ocupada”, dijo al diario The Wall Street Journal Kunio Kitamura, quien participó en el estudio.
 
 Un sitio web destacó ciertos comportamientos de estos jóvenes que exasperan a las japonesas, como hablar solo de ellos, un aspecto personal desaliñado y la falta de confianza en sí mismos.

Aunque para algunos este nuevo estilo de vida sea algo pasajero e incluso beneficioso, para los expertos esa falta de libido es una amenaza al país por la baja tasa de natalidad de Japón, sobre todo porque en los adultos la situación es igual.
 
 Un estudio con 1.301 japoneses mostró que el 40 por ciento de las parejas no habían tenido relaciones sexuales en el último mes, y las razones eran la fatiga laboral, el primer parto o simple falta de interés.
 
 Esto ha hecho que el promedio de nacimientos sea de 1,21 por familia, muy por debajo del 2,08 que se necesita para compensar la tasa de mortalidad.

La causa de la aversión al sexo entre los jóvenes no es muy clara. 
 
Para algunos es un problema generado por el cambio de roles. 
 
“Antes las japonesas eran pasivas y serviles, y ahora son independientes, optan por trabajar y no tener hijos, y los hombres no saben cómo manejar a esa nueva mujer”, dijo la sexóloga Debra Laino.
 
 Otros culpan a las nuevas tecnologías.
 
 “Los japoneses tienen una timidez natural que, sumada al aislamiento por estar todo un día frente a un computador, genera una inseguridad a la hora de entablar una relación con el otro”, explica Martha Lucía Palacio. 
 
Lo mismo opina Ray Noonan, director del Sex Institute, en Estados Unidos, quien afirma que Internet, los celulares y los videojuegos se han vuelto más importantes que la conexión con otras personas. 
 
De hecho, según la revista japonesa Aera, un número creciente de parejas visita los moteles, pero no para estar juntos sino porque ofrecen máquinas de karaoke y videojuegos.

De seguir así, para 2050 el número de habitantes sería de 95 millones de japoneses, 32 millones menos que en la actualidad. 
 
Esta disminución supondría una menor fuerza de trabajo en los próximos años, como menciona Laino, y si bien hoy por una persona pensionada hay cuatro trabajando, en 2050 la relación sería de uno por dos. 
 
La preocupación llevó a que revistas como Aera publicaran anuncios contra la abstinencia.
 
 Pero la falta de resultados hace pensar que se necesita otra estrategia para encender el deseo en el país del sol naciente.

Desde los años 70, el matrimonio ha ido perdiendo su atractivo en todo el mundo. 
 
Pero un informe reciente revela que los japoneses no solo no se casan, si no que cada vez son menos los jóvenes que viven en pareja.
 

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